- Es mejor que... - Me interrumpió.

- No vas a irte. - Dijo mirándome a los ojos con normalidad. - Vamos a hablar.

- No quiero. - Suspiré antes de morderme la lengua. - Quiero decir que no es necesario.

- Yo creo que sí lo es. - Apuntó cogiendo su camisa del suelo. - Vamos a tomarnos el café que aún no nos hemos tomado.

Y ahora una charla con él. ¿Para qué? ¿Para hablar de lo bien que fue todo? Al menos por mi parte fue perfecto, lo que faltaba era que... Le hubiera decepcionado en eso también.

" Qué básica eres a veces, Evelyn... "; me dije a mi misma cuando nos llegamos a la barra de la cocina.

Estando solos allí, Michael empezó a moverse por toda la cocina en silencio mientras mi cabeza no dejaba de maquinar sin descanso alguno. Era torpe hasta para eso.
Decidí dejar de darle vueltas cuando le vi vertiendo café en dos tazas iguales que había colocado sobre la encimera.

Me gustaba hasta su semblante serio cuando se concentraba en algo.

Desvié la mirada hacia el ventanal que había a nuestra izquierda y suspiré tapando mi rostro con mis manos.
Tenía que ser tarde porque, hasta las luces del jardín estaban encendidas e iluminaban con elegancia el camino de piedra que, días atrás había recorrido con Michael.

- Ven conmigo. - Dijo cogiendo ambas tazas y saliendo de la cocina con rapidez.

¿Dónde íbamos ahora? Necesitaba dejar la mente en blanco por unos minutos o sino iba a terminar mal. Pagándolo con él seguramente, cuando podía haberle frenado sin problema. El caso era que, no quise hacerlo y ahora me encontraba pensando de más viendo como Michael avanzaba de nuevo hacia la biblioteca pero esta vez, no se detuvo en el escritorio. Pasó de largo, dejó las tazas sobre la alfombra y encendió la chimenea.
Dios. De nuevo a solas con Michael y delante de una chimenea como en las películas.
Me miró señalando el suelo para que tomara asiento a su lado justo antes de sentarse sobre la alfombra de bordados con hilo marrón.

Avancé hacia su posición y me senté a su lado, en el suelo. Me ofreció la taza mientras cruzaba sus piernas al estilo indio y se acomodaba mirando la taza que tenía entre sus manos.

- ¿Te encuentras bien? - Preguntó atreviéndose a mirarme.

Asentí siendo sincera. Me encontraba bien. Bastante bien.

- Perfecto entonces.

- ¿Y tú? - Le pregunté bajando la mirada hacia el café.

- Estoy muy bien. - Tras unos segundos sonrió. - De hecho, nunca me había sentido así.

- ¿Así?

- En calma.

Acerqué la taza a mi boca y bebí un poco sin saber qué decir a continuación. ¿De verdad se encontraba tan bien? ¿Y sería gracias a mi?

- No fue un error, Evelyn. - Le miré. - Te aseguro que no lo ha sido.

- Te dije que no debería pasar nunca.

- Y yo estoy diciendo que me siento mejor que nunca. - Insistió. - Si no hubiera pasado no tendría ni idea de lo que es sentirse de este modo.

- Entiéndeme, por favor...

- ¿Qué debo entender? - Preguntó girando hacia a mi para mirarme completamente. - ¿Tus miedos? ¿Tu culpabilidad? Dime. Porque te aseguro que en cuanto te vayas razonaré pero ahora mismo no puedo. - Dijo. - Y me da miedo que te vayas, Evelyn. Porque sé que cualquier día no vas a aparecer por aquí y no volveré a saber más de ti en años y entonces, me sentiré culpable. Pero ahora, por mucho que intente razonar, no puedo dejar de pensar en cómo me he sentido estado contigo, entre tus brazos.

" Más allá de Charter... " [#MoonwalKingAwards2017]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon