Capítulo 26

903 123 71
                                    

Terminé de desayunar como en estos últimos meses, con la misma sensación, como si fuera a vomitarlo todo porque no dejaba de estar nerviosa por él.

Mi mente no paraba de preguntarse dónde demonios estaba Michael y porque no me llamaba. Sabía que, al menos seguía preocupándose por mi ya que no dejaban de venir amigos suyos a los que tenía que decirles que ya no estaba ejerciendo como psicóloga.

Seguía sin saber encaminar mi vida.

El timbre sonó unas tres veces y ya imaginaba quién podía ser.

Otro amigo más de Michael.

Cansada, abrí la puerta y me encontré con Mark con otra bolsa de donuts. Sí. Venía cuatro veces a la semana, por la mañana para desayunar conmigo pero yo hoy me adelanté, me apetecía estar sola y a parte, los Martes no venía nunca.

Le sonreí un poco haciendo que él sonriera también al verme.

- ¿Tienes hambre?

- Llegas tarde. Ya he desayunado -dije riendo un poco.

- Bueno... - Miró el contenido de la bolsita de dulces y me miró. - Yo todavía no he desayunado.

- Pasa, te haré un café. - Dije haciéndome a un lado antes de que él dejara un beso en mi mejilla.

Después de mi enfado en aquel bar y negarme a volver a verle, decidimos hablar sobre su situación y finalmente, me pidió ayuda personal y profesional.

Creo que Mark era la única persona a la que podía ayudar en ese momento a que dejara esa horrible manía de drogarse.

Venía a hablar conmigo, se desahogaba y me decía que estaba mucho mejor. Y yo le creía porque le veía bien.

- ¿Y tú? - Inquirió de repente tras masticar. - ¿Cómo estás?

- Bien. - Me limité a decir terminando de verter la leche en una taza.

- ¿Cuántas veces tengo que decirte que mientes horriblemente mal?

- Vale pues estoy como siempre, como estos meses atrás. - Contesté sentándome a su lado.

- ¿Y cuánto tiempo más vas a seguir así? - Preguntó mirándome.

- No lo sé. No lo he pensado.

- Eso no se piensa. Uno actúa, Evelyn. ¿Vas a seguir sin dar sesiones? Estás perdiendo dinero por un tubo, he visto a gente famosísima salir de esta casa decepcionada porque les has dicho que no puedes trabajar.

- Y es así.

- Puedes trabajar, Evelyn. A mi me estás ayudando. - Le miré. - Puedes salir de esta, joder. Hazme caso.

- Estaré bien - dije intentando que creyera mis palabras. - ¿Y tú cómo estás?

Elevó titubeando un poco, la comisura derecha de sus labios antes de mirarme a los ojos para luego desviar la mirada.

- Estoy bien.

- ¿De verdad?

Esta vez no contestó. Solo asintió.
-------

Me puse una camiseta de color gris mientras bajaba rápidamente las escaleras. Iba a salir a comprar. La nevera estaba vacía y necesitaba mil cosas para continuar sobreviviendo todo el mes.

Cogí mis llaves, mi bolso, mi chaqueta y abrí la puerta llevándome una sorpresa enorme.

Unos ojos oscuros y unas largas pestañas aleteaban en pocos segundos cuando su mirada se encontró con la mía. De verdad que no esperaba tal imprevisto ya que, había oído hablar de ella pero nunca le había visto en persona. Jamás había tenido esa oportunidad pero ahora le tenía delante de mi.

" Más allá de Charter... " [#MoonwalKingAwards2017]Where stories live. Discover now