Cómplices

Capítulo 66

EIRE

Miro a Traian marcharse.
Lo veo caminar hacia la puerta con paso decidido y sin dar marcha atras.
Da un golpe a la pared que hace que me sobresalte y las lágrimas salen, ya no se detienen.
Mis piernas flaquean y pierdo la fuerza cayendo al suelo de rodillas, con el corazón roto.

He hecho esto porque es lo mejor para ambos. Aunque nos haga mal por ahora, podremos pasar página.. ser felices en caminos diferentes.
¿Quién sabe? A lo mejor el destino nos tenía preparado esto, y no un final feliz.
Los finales felices sólamente existen en los cuentos de princesas disney.

Me duele. No solo le duele a él a mi también, porque yo soy la que he dicho todo y he puesto un punto y final a nuestra relación.
No quiero seguir sufriendo, ni quiero que sufra él ni quiero seguir haciéndolo yo.
¿Acaso es egoísta de mi parte? Lo amo y quiero que sea feliz, sé que conmigo tal ve lo sea, pero ambos sufrimos por esto.
Y aunque hoy tal vez no hubiese puesto punto y final en nuestra relación, más adelante lo hubieramos puesto. Ya haya sido por mi, por él, o por otra circunstancia.

La mano de Josh se coloca en mi hombro. Se deja caer a un lado mio y sin decirme nada me abraza.
Rodeo su cintura y apoyo mi cabeza en su pecho, escondiendome y llorando.
De aquí adelante me va a costar seguir bien, sé que cuando lo vea me va a doler.. pero tengo que hacer el esfuerzo. Al fin al cabo.. esto lo busqué yo.

En mi mente se reproducen sus palabras una y otra vez. Como si se tratara de un disco rayado;

«¿Estás segura? si salgo por esa jodida puerta, no pienso volver nunca más. Ni volveré a buscarte»

—Tranquila, has hecho lo mejor para ti, y para él también..

—Lo sé, pero todavía le quiero..

No puedo desmentir que cuando se estaba marchando quería ir detrás de él y detenerle. Abrazarle y besarle, decirle que quería estar con él.
Pero no podía, por una vez le hice caso a mi cabeza e hice lo que debía haber hecho.
No me arrepiento por el momento, pero si me duele.. me duele él.

La mano de Josh acaricia mi espalda mientras me abraza con fuerza. Intenta calmarme, consolarme..
Intento relajarme y dejar que las lágrimas dejen de caer, pero estas no parecen que lo vayan a hacer.

—Ya está Eire, sé que te duele porque es reciente y más después de lo que acaba de ocurrir... pero, por favor, deja de llorar.

—No puedo.. no...no puedo.

[…]

Después de una ducha.
Mirar el móvil veinte veces, y seguir llorando termina mi día y llega la noche.

Me acuesto en la cama mirando el techo hasta quedarme dormida entre lágrimas y sollozos.
Josh se ha quedado conmigo todo el día, incluída la noche. No quería dejarme sola y se lo agradezco.

Me pregunto si verdaderamente he hecho bien haciendo esto. Es lo que quería hacer para no seguir sufriendo más, ninguno de los dos. Pero ahora que me veo así, no estoy segura si hice bien.
Espero que sólamente sea pensamientos que mañana se me borrarán y haré caso a mi mente.
Dejaré de pensar en él y lo borrare completamente. Solo espero que asi sea, llevo bastante tiempo malgastado.

—Creo que has hecho mal. Ambos podríais haber llevado bien vuestra relación y haber seguido adelante ignorando la mierda que os pasaba. Haber estado ahí el uno para el otro.
Como tú dices os hacíais feliz mutuamente, ¿no? Pues ya esta.
Ahora os estáis haciendo daño.

Tomo una bocanada de aire.
Y sigo escuchando el sarmon de
Katie por la otra línea.

—Te quiere y le quieres.
Nunca te he visto asi con ningún chico, sé que sientes mucho por él y él por tí. Piénsalo un momento, ¿crees que has hecho bien?

—Sí. He hecho lo mejor para los dos, de esta manera no sufriremos el uno por el otro.
–contesto fría y segura de mis palabras

—No, tu cabeza dice que sí pero tu corazón dice que no. Lo sé porque te conozco.

»Deja de hacerle caso al idiota de Josh, él no sabe de relaciones, está fastidiado porque su antigua relación no fué bien del todo y odia las relaciones amorosas que tienen las demás personas. Incluída la tuya.
Traian te hace feliz y tú le haces feliz a él. ¿Acaso no ves como te mira? Te mira como si fueras lo más bonito del mundo, tú eres su mundo y su atención todo el tiempo.
Eres su vida, y tú, te dedicas a hacerle daño. Soy tu amiga, y te quiero, pero creo que esta vez no tienes razón. Te dejas llevar por Josh.

A Katie desde que conoce a Traian no le ha caido mal. Menos cuando me ha hecho daño.

No tienen razón ni ella ni Josh.
Ninguno de los dos vive ni ha vivido la relación de Traian y la mía.
No son conscientes de lo que hemos pasado. Hemos tenido momentos muy buenos, buenos, normales y malos. Como toda pareja.
Pero a cambio, nuestra relación es tóxica.

—¿Que quieres decirme con todo esto?

—Que te has equivocado, solo eso.
Pero es tu vida, tu decides que hacer con ella. Sólo te digo eso, soy tu amiga y solo te puedo dar consejos. No puedo cambiar tu vida a mi gusto.

En ese momento entra Josh por la puerta con el desayuno, acercándose a la cama con una gran bandeja y comida en ella; tostadas, zumo de naranja, unos cuantos pancakes y una manzana.
Le sonrio agradecida y este me devuelve la sonrisa.

—Lo sé y te lo agradezco Katie, pero no sé que hacer. No puedo cambiar nada, todo está hecho y no se puede cambiar. Él lo dejo claro, si se iba no iba a volver nunca más. Ni a buscarme.

—Y lo veo bien. Es normal que ya se haya cansado de estar siempre buscandote y tú nunca a él. Está cansado, entiéndelo a él también.

Dejo escapar un suspiro y después de unos segundos termino cortando la llamada con Katie, despidiéndome de ella.
Josh me dedica una sonrisa mientras se come un pancake y me mira fijamente.

—¿Era Katie?
–pregunta.

Asiento con la cabeza, y Josh repite el mismo movimiento.

—La he llamado yo, estaba hecha un lío. Necesitaba hablar con ella.

—Lo entiendo. Bueno, te he traído esto.. espero que te guste.
–sonríe.

Sonrío ampliamente, y después de hablar un rato comienzo a devorar el desayuno que Josh me ha hecho.

¡Nos leemos!
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