Capítulo 35

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Me parece una pregunta bastante absurda. Ella sabe mejor que nadie que me encanta, me gusta muchísimo.. pero tengo miedo de hacerle daño.

Nunca he tenido una relación normal, todas eran de simplemente follar o lo máximo una semana juntos.
Siempre me han parecido aburridas las relaciones amorosas.
Estar con una persona enlazada por una etiqueta a la que la gente le llama "novios". Tampoco sé porque le ponen etiquetas a algo que es absurdo.

—Si me gustas. ¿que se te pasa por la mente para hacer esa pregunta? Es absurdo que lo preguntes.

Y tanto que lo es.
Cada día que la veo siento como una energía, cuando me toca o toco su piel ese jodido cosquilleo en el estómago a la que la gente que se dedica a poner etiquetas a todo, dice que son «mariposas en el estómago» cuando te estas enamorando.
En el día de hoy puedo decir que no estoy enamorado de ella, pero si interesado y me gusta.

Me gusta su cara, me gusta su cuerpo, me gusta cuando se enfada y las mejillas se le ponen rojas de furia. Y cuando se sonroja con algún comentario o cuando está nerviosa y juega con sus manos.
Cuando se ríe y sonríe, joder, su risa es el segundo sonido favorito de mis oídos.
Me encanta su olor, me encanta abrazarla y que su aroma me inunde las fosas nasales. Su suave piel. Cuando la hago mía y grita mi nombre y cuando la lleno de placer y ambos disfrutamos de lo que estamos haciendo.
Me encanta observarla por la mañana dormir, con el pelo despeinado, los labios hinchados y sus ojos cerrados.
Me encanta toda ella, me fascina toda ella.. pero no quiero hacerla sufrir.
Los tíos como yo solo traemos problemas,  y ella es alguien demasiado delicado a la que sin duda le haría daño queriendo o sin querer.

—Me estas mintiendo. Ssi de verrdad te gustase no me tratarias de la manera que lo hacess..

Es normal que piense eso, yo también lo haría en su lugar.
Lleno mis pulmones de aire para despues soltar este.
Alargo mi brazo hacia su rostro y acaricio su mejilla.

—Me comporto asi porque no quiero que te enamores de mi. No quiero que pienses que puede haber algo entre nosotros. Porque no pasará ni podrá ser nunca. Por eso soy así contigo..

—¿Y por qué no?

—Somos polos opuestos. Tu eres el calor y yo soy el frío. Voy hacerte daño, hacerte sufrir y no quiero eso.
Quiero que estes sana y salva lejos de mi, conmigo.. solo pasarán cosas malas.

Me mira a los ojos fijamente escuchando cada palabra que sale de mi boca.
Y habla.

—Me arriesgaré si hace falta.
Traian, Te quiero.

Los ojos comienzan a aguadarse. Y una lágrima se desliza por su mejilla, estrujandome el corazón.

Me acerco a ella y con mi pulgar retiro la lágrima que ha caído por su mejilla, y pego su frente contra la mía.
Y digo algo, que nunca en mi jodida vida creí que se lo iba a decir a alguien.
Cierro los ojos.

—Te quiero. Pero no podemos estar juntos, tu debes hacer tu vida.. formar una familia. Yo me buscaré mi vida de alguna manera. Tu tienes un futuro por delante, yo estoy acabado.

—No, no lo estas. Me tienes a mi.

Lo sé.
Se que la tengo a ella, pero ella como vino.. también se puede ir sin decir nada.

Cuando yo esté pillado por ella, cuando me dé fuerte y me enamore de ella locamente.. será cuando me deje.
Me dejará y no podré soportarlo, ni de coña.
Y no pienso estar como un gilipollas llorando por una tía. Seria lo último que haga.

—No Eire, tu debes hacer tu vida lejos de mi. Muy lejos, y con tu príncipe azul. Alguien que te dé una buena vida.

Se separa bruscamente de mi, con el ceño fruncido y mirada desafiante. Con lágrimas recorriendo su mejilla, y mi corazón vuelve a estrujarse de la misma manera que antes lo ha hecho.

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