Cómplices

Capítulo 16

La noche ha estado bastante bien y tranquila, hemos bailado, reído, hablado sobre mil cosas y no ha estado para nada mal para ser cierto.
He estado junto con Josh y Lily, la prima de Katie cuando ella se ha ido con su novio a bailar y lo hemos pasado bastante bien también.

—Ahora vuelvo, voy al baño.
–le digo a Josh y Lily disculpandome.

Ambos asienten con la cabeza y siguen hablando entre ellos.

Giro sobre mis talones y camino hacia el baño, aunque como este lugar es tan grande no sé muy bien cual era el camino. Aunque hace dos horas haya ido con Katie, aún no lo se muy bien nunca he venido a este sitio.

Por suerte doy con la primera puerta que si ha resultado ser el servicio de mujeres.
Entro al interior y veo a una chica vomitando en uno de los vaters con la puerta abierta totalmente, hay otras dos retocandose el maquillaje delante del espejo y los otros están cerrados.
Hago una mueca y me dirijo hacia la penúltima puerta del único váter libre y entro en este.

Al terminar, salgo del baño para volver donde antes cuando choco con algo duro y firme, me disculpo e intento pasar por su lado pero antes alzo el rostro para ver con quien me he chocado, cuando un chico de ceño fruncido y ojos verdes está delante mío ocupando la salida.

Y entonces caigo en cuenta de que se trata de Traian, quien me sonríe malevolamente y quita su ceño fruncido. Pero ahora, soy yo quien lo frunce y paso por un lado suyo.
Pero como era de esperar, su mano agarra mi antebrazo y me gira hacia él consiguiendo que choque contra su cuerpo y este dedique una sonrisa llena de suficiencia.
Intento zafarne de su agarre pero me es imposible, él es mucho mas fuerte que yo.
¿Por que me lo he tenido que encontrar precisamente hoy después de dos semanas sin saber nada de él? La suerte parece estar de mi contra.

—Suéltame.
–digo entredientes y secamente.

Su mirada navega por mi cuerpo, mientras que esboza una sonrisa de suficiencia. Mira con detenimiento mi cuerpo hasta llegar a mis ojos, donde se queda unos segundos mirándome fijamente sin apartar la mirada.
Sin si quiera pestañear.

—Joder, ese vestido te queda de puta madre. Deberías ponertelo más.

Me lo debo tomar como un.. ¿halago?
Como sea, no me interesa sus palabras ni me interesa él.

—Que pena que nunca me vas a ver puesto más este vestido. Y ahora, suéltame me están esperando.

Intento volver a quitarme su agarre, pero solamente consigo perder el equilíbrio y por casi caer al suelo.
Digo por casi, porque sus brazos han parado la caída contra el duro y frío suelo.
Sus brazos vuelven a incorporarme, y al hacerlo, nuestras narices rozan y mi respiración se vuelve entrecortada.
Traian mira a mis labios como yo miro a los suyos, pero cuando reacciono me aparto rápidamente de él y me quito por fin su agarre caminando hacia donde Josh.
Aunque puedo sentir la mirada de Traian puesta sobre mi a mis espaldas, y eso me hace sentir bastante incómoda.

Al llegar, Josh se acerca a mi y me abraza por la cintura atrayendome hacia su cuerpo y medio sentándome encima de sus piernas.
Deja un beso en mi mejilla y yo sonrío tímidamente, al alzar mi mirada hacia donde mas o menos se encontraba Traian, lo veo desde lejos mirándome con el ceño ligeramente fruncido.

Me giro hacia Josh y dejo un beso en su mejilla y lo tomo de la mano llevándole hacia la pista de baile, donde comenzamos a bailar los dos pegados, y moviendo las caderas al mismo ritmo.
Los brazos de Josh me rodean la cintura mientras que bailamos, y por un momento me olvido de que Traian nos está mirando atentamente.
Al girarme lo veo bailar con una rubia de pelo oxigenado, aunque más bien bailar parece que se estan restregando, aunque realmente es lo que están haciendo.

Tomo a Josh del cuello acercandolo aún más y acerco mis labios a los suyos. Murmuro sobre estos un: sigueme el rollo y Josh asiente con la cabeza.
Junto sus labios contra los míos y Josh me sigue el beso lentamente.
Sus manos suben y bajan por mi espalda acariciándome lentamente, mientras que nuestras bocas están juntas.
De un momento a otro todo se me olvida y me centro en el beso de Josh, nada alrededor existe.

Pero algo nos separa de golpe y un puñetazo sale volando hacia el rostro de Josh, quien se agarra de la nariz y cae al suelo sangrando por esta.
Los brazos de Traian me toman de la cintura y me colocan detrás de él, mientras que apunta con un dedo índice a Josh quien se encuentra en el suelo tirado.
Intento zafarme y ir hacia donde Josh está, pero Traian me lo impide.

Esto acaba de ser.. ¿Estaba celoso
acaso?

—Ni se te ocurra volver a tocarla y mucho menos besarla. Ella es mía, ¿lo entiendes imbécil?

Le doy un leve empujón hacia atrás por la espalda y me separo de él.

—¿Cómo? No soy tuya, nunca lo he sido y nunca lo seré. Eres un bruto de mierda.
–digo agachandome hacia donde se encuentra Josh tirado.

Le tiendo la mano ayudandolo a colocarse de pie con cuidado.
Pongo su brazo alrededor de mis hombros mientras que lo dirijo hacia algún sofá para que se siente e ir a por algo de papel, le sangra mucho la nariz.
Me dirijo hacia la barra de bebidas para pedirle algunas servilletas de papel, cuando otra vez me encuentro con Traian sujetando mi brazo fuertemente y mirándome serio.

—Déjame tranquila. No quiero saber nada de ti, y menos, por haber pegado a.. mi novio.

Noto como el rostro de Traian cambia, como su ceño se frunce y su mandíbula se aprieta fuertemente.
Su agarre cada vez es más fuerte, lo que hace que el brazo comience a dolerme.

—Me estas haciendo daño.
–digo gimoteando de dolor e intentando quitar su agarre.

Traian baja su mirada hacia mi brazo donde me está sujetando fuerte, y rápidamente afloja el agarre soltandome.

—Estas loco, jodidamente enfermo.
–digo mientras que poco distancias entre él y yo-.

—Ese hijo de puta no tenía porque haberte tocado. ¿No lo entiendes?  eres mía y sólamente yo puedo tocarte y disfrutar de tu cuerpo.

Claramente está perdiendo la maldita cabeza. Se piensa que soy suya, cosa que nunca lo seré ni si quiera en sus mejores sueños. Está loco.

—No soy tuya, no soy un objeto Traian. Y solamente puede tocarme mi novio, no tú. Vete con alguna de tus zorras, que seguro debes tener muchas deseando que les abras las piernas.

—No quiero a ninguna de esas zorras, pudiendo tenerte a ti en mi cama. Tú eres una zorra más, ¿verdad?

Sonríe malvadamente orgulloso de li que ha dicho.

Frunzo el ceño y llevo mi mano hacia su mejilla, impactandola y dejándole la marca en ella.
Su rostro se gira  hacia un lado y tensa la mandíbula fuertemente.
Vuelve a girar su rostro hacia mi, un rostro serio y mirada intimidante y demasiado penetrante.

2/3 maratón.

¡¡Nos leemos muy prontoo!!
❤❤❤❤❤❤❤❤

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