Capítulo 39

18.9K 1K 100
                                    

EIRA

Cierro la puerta de golpe cuando Traian sale por ella, y me dejo resbalar por ella hasta llegar al suelo. Hinco mis codos en mis rodillas y con las manos me tapo la cara y cierro los ojos. ¿Por que es todo tan complicado?

No podemos ser dos personas normales, que no discutan todo el tiempo, que se entiendan y se lleven bien. Y que con el tiempo, lleguen a ser algo más que conocidos.
Todo es tan difícil con él.. todo.
Quisiera aclararme las ideas. Hacerme un lavado de cabeza y dejar todos los pensamientos a un lado y olvidarme de él.

Siento como Josh se arrodilla a un lado mio, dejándose caer de espalda a la puerta sentándose a un lado mío.

—¿Qué vas hacer ahora? Estás hecha un lío, ¿verdad?

Asiento con la cabeza sin destapar mi rostro. Ahora mismo mi cabeza esta hecho un ovillo.


[…]



4 meses después....

Estoy muy feliz en estos últimos meses. Y sobre todo, porque hoy es San Valentín.
No tengo a nadie con quien celebrarlo, pero para ello, siempre está Josh con quien celebro san valentín.
Siempre hacemos un día entero juntos, y por la noche vamos a algún restaurante.

Traian hace tres meses que no sé nada de él. Según me dijo Katie, lo vió en el aeropuerto cuando fué a recoger a su hermana mayor, lo vió cogiendo vuelo para Rusia.
Iba con una maleta de mano negra, con una gorra y gafas oscuras del mismo color. Y con su típica ropa de colores neutros.
Estaba solo completamente.
Lo que me hace preguntar.. ¿Para que se habrá ido hasta allá?
Niego con la cabeza deshaciendome de ese pensamiento y de Traian. En estos cuatro meses apenas he pensado en él, sólamente algun día cuando mi mente ha ido al pasado y se acordó de él.

Sonrío ante el espejo y sigo terminando de maquillarme, en cualquier momento Josh va a venir a por mi para ir a cenar. Y tengo que estar lista.

A las nueve en punto llaman a la puerta.
Dejo el vaso de agua en la cocina, y camino hacia la puerta principal; debe de ser Josh.
Abro la puerta, y se encuentra un chico joven, pero no es Josh.
Lleva uniforme, el pelo bien engominado y un ramo de rosas entre sus manos, el cuál me lo entrega.

—¿Eres Eire Backer?
–pregunta apunto de entregarme una hoja.

Asiento con la cabeza y el chico me entrega la hoja encima de una carpeta y me dice que firme. Y eso hago.
El chico asiente y se marcha con un 'hasta luego'.

No entiendo nada.
Cierro la puerta y entro de nuevo al interior de la casa, llevo el ramo de rosas rojas hacia mi nariz para olerlas, y después me fijo que hay una pequeña nota entre ellas, la cuál tomo entre mis manos.
Seguro que es de Josh, aunque esta mañana ya me ha dado un ramo de rosas pero más pequeño comparado con este, que es enorme.

Dejo las rosas sobre la mesa, y me siento en el sofá para leer la nota.

'Espero que te gusten las rosas y te acuerdes de mi cuando leas esto. Siempre estaré cerca de ti, recuerda esta frase.
Feliz San Valentín, nena'.

No hay firma de nadie, sólamente ese mensaje. El cuál me hace pensar que significara: siempre estaré cerca de ti.
Inmediatamente entre abro la boca, son de... ¿Traian?

Tomo las rosas y camino con estas en los brazos hasta llegar a la cocina, donde tomo un jarrón de viejas flores y pongo estas. Dejo la nota en un lado del jarrón, en el salón y justamente llega un mensaje a mi móvil.
Tomo el móvil y reviso la notificación.

Cómplices Donde viven las historias. Descúbrelo ahora