Todos piensan que las únicas que se vuelven locas por las bandas juveniles de estos tiempos son las chicas. Pero en esta historia, este no es el caso.
Pues Flash Sentry y su grupo de amigos son los mayores fanáticos de la banda juvenil de chicas "Th...
Caminábamos por el parque central de la ciudad Crystal. Ese fue el primer lugar que se me ocurrió, ya que este es mi lugar favorito para despejar mi mente.
-¿Molestarme? No, para nada. -Negué. -Sólo que sonó raro.
-No sé por que te sorprendes tanto. -Me miró seria. -Creo haberte dicho que me gustas desde los nueve años. Y según tú, en ese entonces eras "feo". Pero para mi no lo eras.
-Jejeje... Bueno, sí recuerdo eso. -Me rascaba mi nuca con un leve sonrojo en mis mejillas.
-Y sigues siendo sepsi sensual.
-Lo se. Bv
-Quiero un helado. -Me dijo con una cara de perrito kawai. :3
-Pues vamos a la heladería.
Como en el interior del parque había un puesto de helados. Fuimos hasta allá.
Twilight pidió un helado sabor a chocolate y yo uno sabor a vainilla. Luego de eso nos sentamos en un banco.
-¿Sabes? Me encanta este parque. Primera vez que vengo y ya me enamore del lugar.
-Me alegra que te haya gustado venir al parque. -Twilight dio un largo suspiro para luego relajarse en mi hombro. -Ahora que recuerdo. ¿En estos días no ibas a ir a disqueras?
-Bueno... Sí; es más, en este mismo momento las chicas deberían estar en una disquera. -Me dijo como si nada.
-¡¿Qué?! Pero tú como líder deberías estar allá con tu grupo. -Dije histérico.
-Ya tranquilizate, no te desesperes. -Me dio un codazo en el brazo. -Está mi hermano con ellas, él es el más importante ahí. Shining se encarga de todo. Tampoco soy tan importante que digamos.
-Pero...
-Además. -Me interrumpió. -No estoy con mi grupo por estar junto a ti... Quiero estar contigo, no sentada en una enorme mesa escuchando condiciones ridículas.
La empecé a mirar embobado ante su hermoso rostro.
-Twilight... Te amo.
-Lo sé. Sé nota claramente en tu habitación. -Rió. -Lo único que quiero es alejarme del estrés por un día y estar con mi piojito.
-Y yo con mi ídola. -Rodeé sus hombros con mi brazo.
-Mejor sigamos caminando. Yo ya acabé mi helado. -Me sugirió después de haber sentados media hora viendo la gente pasar.
-Está bien, vamos.
Los dos nos pusimos de pie y seguimos la caminata por el enorme parque.
Varias miradas caían sobre nosotros. Pero ni a Twilight ni a mí nos importaba los murmullos que escuchábamos de personas que lograron reconocer a Twilight. Era todo lo contrario, nos reíamos peor que lunáticos perdidos de cualquier pendejada que decíamos.
Sin duda pasar un día entero ella fue lo mejor que me ha sucedido.
