Capítulo 16: ¿Qué has hecho?

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POV Camila.

Y ahí estaba yo, corriendo hacia la casa de Lauren mientras pensaba en la manera de decirle lo estúpida que había sido. Me reconcomía el saber que pasara lo que pasara era mi culpa. Nadie podría cambiar lo que ocurriría si a Dinah o a Normani las ocurría algo, o si caía en las manos equivocadas.

Fui una imbécil al pensar que la venganza me daría lo que quería, y lo peor fue darme cuenta de que, en verdad, yo no podría haberlo hecho nunca, no estoy hecha para el odio a largo plazo. Ahora estaba en un lío peor, aunque en el momento final me echase atrás sobre mis deseos de hacer daño a las dos amigas, no eximía la culpa de que, en verdad, se me cruzó por la cabeza fastidiarlas la vida. El Karma era una perra que golpeaba a todos.

Llegué a casa de mi ojiverde y la busqué desesperadamente mientras gritaba su nombre por la casa. No había señales de ella, cosa que me extrañó dado el hecho de que ella nunca abandonaba esa solitaria y fría casa. No estaba en su sofá leyendo, ni echando una siesta o viendo la televisión en su cómoda cama, tampoco se encontraba estudiando y aprendiendo como de costumbre en su despacho, no había señal de ella ni el baño ni en la cocina. Revisando este último sitio me di cuenta de que la puerta del sótano estaba entornada. Cerré mis ojos, crucé mis dedos y recé en voz baja para que la chica a la que tal vez había puesto en peligro estuviera realmente bien.

Bajé y reconocí la silueta de la pelinegra en el suelo junto a los cristales. Me apresuré a recogerla y darla la vuelta ya que se encontraba boca abajo con un pequeño circulo de sangre alrededor que procedía de su boca.

- ¡Lauren! ¡Lauren mírame, háblame! - zarandeé un poco su cuerpo con cuidado de no herirla y abrí sus ojos para ver si reaccionaba. Nada. Por muchas ganas que tuviera de llorar en ese momento mis lágrimas aguantaron para no estorbarme mientras examinaba el cuerpo que yacía entre mis manos, lo último que necesitaba era que mi vista y mis sentimientos me nublaran y no pudiera ni ver ni pensar algo eficiente.

Dejé su cuerpo y comprobé su respiración. Suspiré de alivio al saber que todavía respiraba. Parecía inconsciente y totalmente en trance. Mi corazón dejó de ser el que movía mi cuerpo y mi mente se adueñó del problema. Cargué con Lauren hasta su cama y la acomodé para que su cuerpo descansara en aquella superficie que había sido testigo de tantas curas y emociones entre ambas. Esperé paciente mientras veía como se recuperaba. No le quité el ojo de encima a su cuerpo. Normalmente siempre que la miraba apreciaba cada curva y cada trozo de piel visible para que, en las noches que no pasaba a su lado, pudiera recordar cómo era abrazarla y sentir su perfecto cuerpo aplastarse contra el mío, pero esto era distinto, quería asegurarme de que respirara con normalidad.

Pensándolo en frío fui capaz de sacar una fuerza que no sabía que tenía para subir a Lauren a su cama, lo que indicaba que para mí era una situación de alto riesgo, pero pensé más y mi mente empezó a machacarme. Por mi culpa la mujer a la que quería estaba ahora desfallecida y recuperándose de algo que no sé exactamente que es porque fui una niña pequeña que no siguió con su consejo de ser buena persona... debía a Lauren más que la vida, la debía mi nueva perspectiva, la debía el volverme a sentir aceptada o, mejor dicho, saber lo que es sentirse así. La más mayor me hizo aprender lo que era que te tuvieran cariño no solo por ser de la familia. Ella era mi todo y yo se lo recompensé así... solo esperaba que pudiera curarse.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por un gruñido que provenía de Lauren, que parecía estar desperezándose y moviéndose inquieta mientras se orientaba. Se incorporó rápido y miró a los lados. Agarró mi cara y pude ver sus facciones, tenía los ojos muy abiertos, pero en lo más profundo de su mirada pude notar miedo y tristeza.

- ¡Camila! ¿Estás bien? - ella palpaba todo mi cuerpo y revisaba que estuviera físicamente bien.

No sé si fue por verla despierta de nuevo o porque se veía horriblemente mal y yo era la culpable, pero las lágrimas que guardaba con fuerza antes empezaron a salir sin control y eso terminó por asustar a Lauren.

Mirror mirror [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora