=Capítulo 24=

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Disclaimer: Los personajes son de S. Meyer la creadora de Twilight (Crepúsculo) La historia no es mía, es de la fabulosa María Bravo, yo leí el libro y me encanto la historia y quise hacer una adaptación de esta historia que ella creo. TODOS LOS DERECHOS SON DE ELLAS MENTES INCREIBLES....

Ahora sí, nos vemos en los muchos capítulos que esta hermosa autora creo y plasmo en papel.

Este capítulo es dedicado para todas quienes se dan el tiempo de comentar algo  gracias chicas, claro que también para aquellas que son lectoras fantasma solo no me asusten por fitas J...

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=Capítulo 24=

Escucho la voz de mi madre a lo lejos, creo que está hablando con Edward, me siento tan cansada que mis párpados no quieren abrirse. Poco a poco me esfuerzo por abrirlos y siento un profundo dolor de cabeza. Miro a mí alrededor pero no veo a nadie. Estoy tumbada en la cama de un hospital sin saber muy bien como he llegado hasta aquí. La puerta se abre y entra mi madre que me sonríe mientras sus ojos se llenan de lágrimas.

-Bells cariño – dice llegando hasta mí y cogiendo mi mano - ¿Cómo te encuentras?

- Como si me hubiera atropellado un autobús – le digo notando mi garganta seca – Pásame el agua, por favor.

- Claro hija – me pasa un vaso que me bebo casi de golpe. Mi madre me observa sin decir nada aunque sé que se muere de ganas de saber qué ha pasado.

-Mamá, estoy bien – le digo sonriendo intentando que se tranquilice.

-Eso me has dicho esta mañana cuando hemos hablado por teléfono...

- Lo sé, simplemente me ha superado un poco todo esto – recuerdo a los periodistas, sus preguntas y un solo nombre resuena en mi cabeza: Tanya Denaly.

-Voy a avisar a la enfermera de que has despertado.

- De acuerdo.

Sale de la habitación y escucho la voz de Edward preguntarle asustado como estoy. La puerta se abre de nuevo y aparece él con la cara desencajada. Tiene el pelo revuelto, no lleva corbata y dos botones de su camisa abiertos.

- Cielo... - llega hasta mí y me da un beso en la frente - ¿Cómo estás?

- Bien, me duele un poco la cabeza pero bien. No sé qué me ha pasado, empecé a encontrarme mal y... - me callo notando un nudo en la garganta. Solo tengo ganas de llorar.

- Shh tranquila – se inclina y me abraza – Has tenido una crisis de ansiedad bastante fuerte. ¡Me has dado un susto de muerte Bella!

- Lo siento... - digo en un tono seco. ¿Cree que me olvidado de lo que pasó?

- No, soy yo el que lo siente. No sabía que...

La puerta se abre y aparece una enfermera bajita y delgada. Tiene el pelo rubio y tendrá más o menos la edad de mi madre. Mira a Edward que está sentado en el borde de mi cama y este se levanta pidiendo disculpas.

- Tengo que revisarla ¿le importaría salir fuera? – le pide con una sonrisa.

- ¿Es necesario?

- Sí señor, es necesario – ella sonríe abriendo la puerta para que él salga.

-Estaré fuera – me dice y yo asiento en respuesta. La enfermera mira el gotero, me toma la tensión y varias cosas más que no sé muy bien para qué sirven.

Reservame tus besosWhere stories live. Discover now