=Capítulo 15=

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Disclaimer: Los personajes son de S. Meyer la creadora de Twilight (Crepúsculo) La historia no es mía, es de la fabulosa María Bravo, yo leí el libro y me encanto la historia y quise hacer una adaptación de esta historia que ella creo. TODOS LOS DERECHOS SON DE ELLAS MENTES INCREIBLES....

Ahora sí, nos vemos en los muchos capítulos que esta hermosa autora creo y plasmo en papel.


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=Capítulo 15=

- Bells despierta – escucho un susurro en mi oído – Bella cariño – noto unos labios sobre los míos y abro los ojos. Edward me mira con una espléndida sonrisa.

- ¿Qué pasa? ¿Qué hora es? – le digo asustada.- Tranquila, solo son las cinco y media – me acaricia la mejilla se inclina y me besa - ¿Tienes idea de lo guapa que estás en estos momentos? – vuelve a besarme.

- ¿Dónde vas? Es muy pronto todavía – lo abrazo para no dejarlo ir y empieza a reír a carcajadas.

- Tengo una reunión a las siete y tengo que pasar por el hotel a cambiarme. No quería irme sin despedirme – me besa en el cuello haciéndome cosquillas.

- Me alegro de que no lo hayas hecho, me hubiera enfadado muchísimo – le acaricio la mejilla y el cierra los ojos al contacto de mis dedos - ¿Estás mejor? – abre los ojos y sonríe.

-Contigo todo se vuelve mejor - ¡Vaya, no esperaba oírle decir eso!

- Quédate – le sonrío y me siento para estar frente a frente.

- No puedo, y tú tampoco, tienes que trabajar.

-Está bien – hago un puchero y vuelve a mostrarme su hermosa sonrisa.

-Te llamo a medio día – se acerca y me besa, levanto mis manos hasta su pelo y profundizo en su boca. Gimo contra sus labios pero él se separa riendo – Me voy.

- ¿No quieres desayunar? – niega con la cabeza - Espera te acompaño hasta la puerta – me levanto cojo mis pantalones y mi camiseta, que supongo que Edward ha dejado en la silla, me los pongo y lo acompaño hasta la puerta.

- Bella – me coge de la mano y me gira para que lo mire – Siento haber aparecido anoche así.

- Edward, no te disculpes. Me encantó que vinieras.

- Solo fue un mal día, no tienes que preocuparte – me da un suave beso en los labios y pasa su pulgar por mi labio inferior.

- Está bien, llámame luego – tira de mi mano hacia él y me abraza. Levanto mi cara hacia él y dejo que me bese.

- Hasta luego – sonríe y sale hacia el ascensor. Observo como sube y me lanza un beso justo antes de cerrarse las puertas. Cierro la puerta y voy arrastrándome hasta la cocina a prepararme un café bien cargado. Tengo tiempo de sobra por lo que me siento a desayunar tranquila. Vienen a mi mente imágenes de la noche anterior, sus caricias, su manera de hacerme el amor, sentirlo en mi interior sin barreras, sus palabras...

"Te necesito"

"Contigo todo se vuelve mejor"

No es la primera vez que me dice algo así, pero escucharlo es tan reconfortante. Aunque sé que algo le había pasado, nunca había visto esa expresión en su mirada, parecía tan... derrotado. Esta mañana ya parecía el mismo, pero aun así algo ha cambiado y quiero saber qué es. Yo fui sincera con él al contarle mi historia con Sam. ¿Por qué no puede hacer él lo mismo? Igual se está arrepintiendo de todo esto y no sabe cómo pararlo. No, eso no, si no, no hubiera venido y mucho menos me hubiera dicho que me necesita, no tiene sentido.

Reservame tus besosWhere stories live. Discover now