Capítulo 37

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—No es así —sonreí—, Stan y yo nos parecemos en algunas cosas y es por eso que me gustó.

—Gustó, exacto —golpeó mi trasero con fuerza haciéndome gemir de sorpresa.

—¿Y eso por qué? —hablé entre dientes.

—Porque quiero y puedo —dijo desafiándome con la mirada.

—Idiota —susurré.

—Cuando hagan pasado tus días rojos ya veremos como me nombras —musitó con recelo.

Rodeé los ojos y al poco rato bajó Stan, era raro tener a los dos juntos en la misma mesa hablando normalmente, la primera vez que estuvieron cara a cara no fue nada cómodo, nada comparado como ahora que hasta reían juntos, realmente extraño.

Terminando de desayunar nos fuimos en el auto de Donghae hacia la casa de Margot, fue sólo ahí que encendí mi celular viendo más de veinte llamadas perdidas de Margot, dos de Lizz y una de Eunhyuk. Estaba segura que la solterona amargada estaba como loca porque no estaba en su casa, además de que ya debe saber que Donghae estaba en libertad.

Las dos horas se hicieron rápidas hasta llegar a su casa, al bajarnos nos despedimos de Stan y luego junto a Donghae llegamos a la puerta de la casa mansión de Margot.

—No me pidas que me calme, ¿sí? —le dije antes de entrar.

—Lo mismo te digo.

Al escucharlo un escalofrío corrió por mi espalda, estaba más serio que nunca mostrándose rígido.

Antes de llamar a la puerta, esta fue abierta rebelando a Margot más arruinada que nunca, al vernos su expresión decayó aún más y su boca se entre abrió aturdida.

—¿Nos dejarás pasar? —dijo Donghae con voz dura.

Margot se hizo a un lado para dejarnos ingresar, mientras lo hacíamos pude fijarme en la mirada de ella en nuestras manos entrelazadas.

—Tomen asiento--

—No vinimos aquí a tomarnos un descanso —escupió Donghae entre dientes—, solo dinos por qué hiciste que me metieran en la cárcel.

Estaba claramente sorprendida por la actitud de Donghae, en la mayoría de los casos me enfrentaba así ante situaciones como esta, ahora se habían cambiado los papeles.

—Tú sabes perfectamente porque lo hice, Donghae —respondió con tranquilidad.

—Entiende de una vez que Ellie quería la felicidad de _________, y eso lo estoy cumpliendo.

—Pero no como su pareja —alzó la voz saliendo un poco de sus casillas—, como su padre. En todo momento ella quiso que fueran una familia feliz.

—Ya basta con tus idioteces, Margot —espeté—. Ellie ya no está aquí con nosotros y ella sabe perfectamente que Donghae me hace feliz desde donde está, ¿cuál es el problema en que estemos juntos?, Donghae no es mi padre biológico.

—Ella me dijo antes de morir que tenía miedo que Donghae se enamorara de ti —dijo con lágrimas en sus ojos. Mi ceño se frunció y quise saber más al respecto—. Ellie sabía que tarde o temprano Donghae ya no te miraría como su hija adoptiva, mi hija siempre te había encontrado hermosa y no dudaba que atraerías a Donghae con tu belleza.

—¿Ella...cuándo dijo eso? —preguntó Donghae desconectado.

—Después de unos meses antes del accidente, yo también lo había pensado pero no se me pasó por la cabeza que ustedes se amarían de esta forma —habló con amargura—. No se trata de la edad, Donghae, sino que Ellie siempre quizo tener una familia, prometió tenerla junto a ti y _________ y me duele saber que la estás traicionando de esta manera.

Mi ceño de frunció y abrí la boca para protestar, pero Donghae fue más rápido que yo.

—No es traición, yo jamás pensé que me fuera a enamorar de _________ —habló molesto—. Con el pasar de los años había caído en cuenta que ya no la miraba como mi hija y me enfadaba conmigo mismo por eso —me observó con ojos melancólicos—, y ________ sabe cuantas veces la rechacé por mantener la promesa de Ellie, pero llegó el día en que pensé que la podía perder y fue ahí cuando supe que jamás la quería dejar ir —sus ojos se llenaron de lágrimas al igual que los míos—, y no me arrepiento de amarla como lo hago porque sé que no le estoy fallando a Ellie, ella quería que yo hiciera feliz a _______ y lo estoy logrando haciéndolo a mi manera —miró a Margot—, dime si está mal enamorarme de ella, de amarla como lo hago.

Margot guardó silencio mirándonos con detenimiento, sus labios estaban apretados aguantándose las ganas de querer llorar.

—¿Tú lo amas, _________?

—Claro que sí —hablé en un suspiro.

Margot se encogió de hombros sonriendo en media luna, había aflojado su expresión observándonos con calidez.

—Entonces lo siento, no quería ver el amor que se tenían sino hasta ahora que los veo juntos me he dado cuenta de ello, en verdad lo siento mucho.

—¿Eso significa que ya no te interpondrás entre nosotros? —pregunté.

Negó con la cabeza—. Me ha quedado claro el amor que se tienen.

—Haces bien, porque de todos modos estaríamos juntos —me encogí de hombros provocando risas entre los dos.

Atracción prohibida - Donghae y TúTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang