Atracción prohibida - Donghae y Tú

Capítulo 5

Caminé en dirección hacia ella, poco me importaba que estuviera Donghae pero antes de hacer cualquier cosa, agarró mi muñeca bruscamente deteniéndome.

-¿Quién mierda te crees? -dije entre dientes estando cerca de ella aún con el agarre de Donghae.

-_________, ya basta -intervino Donghae.

-¡Responde! -grité enfurecida.

-Vete a tu cuarto -insistió.

-No sin antes escuchar una respuesta, ¿te la hago de nuevo?

-Escuché perfectamente.

-¡Entonces responde!, tus orejas de zorra sólo identifican las palabras pe...

-¡_________! -me interrumpiendo lo que estaba a punto de decir-. Te estás pasando.

-Sólo digo lo que pienso -dije sin mirarlo, si dijera todo lo pienso...

-Está bien, soy una dama y no le respondo porque es tu hija -se defendió con indiferencia.

-¿Dama? -me reí-. Todo lo señorita se te va cuando estas en la cama.

-Ahora sí, __________, vete a cuarto.

-No quiero.

Levantó su ceja incrédulo.

-¿Por las buenas o por las malas?

-Por las malas -le dije con inocencia viendo el rostro de Mary cuando Donghae me levantó llevándome en su hombro a mi habitación. Una vez que ya habíamos llegado me dejó en el suelo y cerró la puerta tras él.

-Le debes una disculpa a Mary.

-¿Por tratarla como se debe?, no soy yo la que se tiene que disculpar cuando están follando estando una menor en casa.

-Tú no estabas.

-Pero los vi.

-Deja tus celos de lado y el lunes vas y te disculpas con ella en su oficina -dijo con el ceño fruncido, estaba por responderle pero antes de hacerlo abrió la puerta dejándome con la palabra en la boca.

¿Celos? Del uno al diez, un cien.

-Maldita sea -golpeé el suelo con mi pie frustrada.

Quise salir y desquitarme con ella pero saldrían peores las cosas. Después de un rato los gritos cesaron y la puerta principal se cerró con fuerza. Bajé hasta la cocina para tomar algo para el dolor de cabeza, había tomado más de la cuenta y al escuchar el teléfono de la casa, hizo que mi cabeza palpitara.

-¿Aló?

-¿Dónde estás? -la voz de Lizz desde el otro lado del teléfono.

-En mi casa.

-¿Por qué contestó Donghae tu celular?

-¿Qué? -me giré rápidamente bastante sorprendida, había dejado mi celular en mi habitación y estaba segura de que Donghae lo había sacado-. Te llamo luego.

-Está bien.

-¿Aún están en la fiesta? -pregunté antes de colgar.

-No, luego de que Siwon llegara los vecinos llamaron a la policía y ya sabes como terminó.

-Ya veo...bueno, el lunes hablamos porque no creo que que vea a mi celular en años después de lo que hice.

-¿Qué hiciste?

-El lunes te cuento.

-¡Bastarda!, ¡cuéntame!

-El lunes, adiós.

Antes de que siguiera hablando colgué escuchando de inmediato sus pasos acercándose a mí, pero no giré y caminé hasta la cocina.

-Llamó tu amiga -dijo a mis espaldas, muy cerca de mí.

-Lo sé.

-¿Ella llamó?

-Sí.

Lo escuché suspirar pesado, sabía que no le gustaba que me comportara así con él.

-¿Vas a estar enojada por siempre?

-Si no hubieras traído a la dama de Mary...

-No es sólo por eso -dijo mientras tomaba mi vaso de agua, luego me giré para verlo a la cara-, desde hace tiempo que estas así.

-Siempre he sido así.

-Claro que no -se acercó poniéndome nerviosa-. Desde hace más de cuatro años tu actitud conmigo ha cambiado demasiado, me tienes preocupado, _________.

-No te preocupes tanto.

-¿Ves?, siempre eres así.

-¿Y cómo quieres que actúe?, simplemente no puedo verte como mi padre.

Me tomé unos segundos para procesar lo que había dicho, sentí como el rubor subió hasta mis mejillas y de pronto sentía un calor por todo mi cuerpo.

-Eres cruel -dijo dolido, lo bueno es que no se había dado cuenta en qué sentido lo había dicho-. ¿Pero puedo saber por qué es así?

Quise que la tierra me tragara en eso mismo instante, simplemente me pasa por bocona. No medí mis palabras y ahora estoy en esta situación, a punto de decirle a mi padre que quería follarmelo.