Atracción prohibida - Donghae y Tú

Capítulo 4

Me di una última mirada en el espejo sintiéndome satisfecha con el resultado. Faltaban menos de veinte minutos para las ocho y Donghae aún no llegaba, eso era raro ya que siempre llegaba a las siete y media si es que no había llegado antes. Esperé unos cinco minutos más pero fue en vano ya que nunca llegó.

Siwon pasó por mi a las ocho en punto con los demás chicos, siempre tan puntual.

-¿Cómo estás, preciosa? -Eunhyuk se sentó a mi lado con su sonrisa seductora.

-Bien, bien -le sonreí-, ¿y tú, guapo?

-Me dijo guapo -dijo casi sin habla en tono divertido causando risas en todos, menos en Siwon quien iba concentrado conduciendo-. Ya lo sabía.

-Eres un tonto -me reí por su ego elevado.

Hicimos la previa en un local poco habitado, lo bueno es que habían buenos tragos y poca gente. Bebidos sin pasarnos de la cuenta pero ya Heechul estaba tirado en el piso.

A las diez salimos del local a la casa de Leeteuk, quien hacia las mejores fiestas el último viernes de cada mes. En su casa había piscina, alcohol, buena música y buenos chicos. A pesar que en sólo uno estaba interesada, no estaba mal pasarla bien un rato sin él.

Invité a bailar a mi mejor amigo, Eunhyuk. Este siempre con su gracia y sensualidad bailó deslimbrandome, le seguía el ritmo a la perfección y de vez en cuando parábamos a tomar alguna cerveza. Las horas pasaron volando y rápidamente las dos de la mañana llegó.

-Definitivamente esto no parará -dijo Eunhyuk gritando en mi oído por la música tal alta.

-¿Qué hora es? -preguntó Lizz.

-¿Qué importa? -le respondió Heechul balbuceando, era el que estaba peor que todos.

-Mis padres se preocupan por mi -respondió y de inmediato se burló de ella misma, eso era tan mentira como si yo dijera que no me quiero follar a mi padre.

-Son las dos con veintitrés -respondió Siwon dejándome helada, tenía que estar hace más de dos horas en casa.

Mil veces mierda.

-Chicos tengo que irme -me alejé de ellos pero de inmediato empezaron a molestar en desacuerdo-. Ya saben como es mi padre, a las doce tenía que estar en casa y si no...

-Odio que tú sensual padre sea tan extricto con la hora -protestó Lizz.

-Sabes como es -me encoji de hombros y me dispuse a despedirme de los chicos.

-Te llevo a casa -se ofreció Siwon quien sólo había tomado agua.

-Bien.

En menos de diez minutos ya estaba en casa, estaba todo oscuro por lo que alumbré con mi celular el camino. Subiendo las escaleras y caminando a paso lento para llegar a mi habitación escucho sonidos extraños desde el cuarto de Donghae, mi corazón empezó a latir con fuerza descifrando perfectamente lo que eran esos sonidos. Para rematar me encontraba abriendo la puerta de su habitación con cautela, aproximándome a ver lo que mis ojos sólo lo imaginaban con él. Tragué dificultoso y no pude evitar soltar un gemido ahogado tomando la atención de los dos. Fue ahí cuando vi la cara de ella, la puta de Mary abajo de Donghae con una exitacion que sólo una gata en celo podía tener. Más que dolor sentía celos y rabia. Esta puta le tenía más ganas que a cualquier otra cosa, y al fin se lo había tirado mirándome con satisfacción. Observé a Donghae quien se había detenido por unos segundos y luego reaccionó levantándose de ella.

-Putos -susurré para luego darme media vuelta y notar que por mi mejilla caía una lágrima.

-¡________! -escuché que me llamaba con voz ronca. Maldito imbécil-. Detienete ahí mismo.

Hice caso a sus ordenes y me giré en seco para encararlo, tenía sólo un bóxer puesto y me deleité ahí mismo viéndolo por primera vez así, además su bulto se hacía cada vez más evidente a pesar de la poca luz.

-¿Son las doce? -preguntó irónico.

-Son las dos y media -contesté firme, me sentía emputecida.

-¿A qué hora te dije que llegaras?

-A las doce -tragué amargo.

-¿Entonces?

-Entonces qué, ¿por qué no te vas a follar con la puta de Mary?, siento haberte interrumpido pero si hubiera sabido que llegaría y me encontraría follandotela en el suelo ni siquiera hubiera llegado, y ni te molestes en decirme que estoy castigada porque me vale todo lo que me digas.

Me di media vuelta sobre mis talones pero antes de dar algún paso, al sólo escuchar su comentario hizo que tuviera ganas de asesinarla.

-Déjala, no debió de haberse tirado a nadie en la fiesta -dijo con su chillona voz.

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EN POCAS HORAS LES SUBURÉ EL CAPÍTULO 5 ^^