Huracan de emociones

28 II aniversario

Él:

!Maldito sea! Siempre se le ocurre llamar cuando estamos juntos.

Siempre era igual, su reacción era la misma cada vez, no podía ocultar su nerviosismo.

El sentir su cuerpo tensarse al oír su voz, solo lograron que un gran miedo se apoderara de mi.

Sé que él es el único que me la puede quitar y es con él, con quien deberé luchar por su amor, siempre.

También sé que soy el peor de los hombres al andar con la mujer que mi hermano ama, pero por más que intente que estos sentimientos no crecieran en mi, fue imposible.

Ella ha llegado a ser la razón de mi existir, la amo más de lo que imaginé llegaría a sentir algún día por alguien. Si el tenerla a mi lado me convierte en un miserable, con gustó portare ese titulo, con tal de tenerla a conmigo.

Me confundía y el miedo crecía aún más. ¿Porque no le mencionó lo nuestro? Una vez que colgó pregunté lo que me torturaba, necesitaba saberlo, quitarme esa duda.

Su respuesta fue !No quiero que nada se interponga entre nosotros!

!No entiendo! ¿Que no sabe que él siempre se interpondrá? ¿Que será como un fantasma que rondara nuestra relación?  ¿Que aunque no quiera, lo hará, porque es con el único hombre con el cual he visto brillar sus ojos? Y es el único con el que siempre desconfiare

!Maldita sea! ¿Porque tenía que ser precisamente mi hermano? ¿Porque no pudo ser el desgraciado de George o cualquier otro? Hubiera sido más fácil borrarlo de su vida, de sus pensamientos.

Los celos siempre me torturarán como lo han hecho hasta hoy y seguirán torturando cada que lo vea. Cada que le llame y la quiera ver, en cada reunión familiar, incluso con sus sueños. Estoy destinado a vivir con miedos y temores, pero no me importa, siempre y cuando la tenga a mi lado.

— ¿No será que temes que se entere? — pregunté con miedo a su respuesta

— No, bueno si un poco....se va a poner furioso. Al menos al principio, pero después se le pasará — dijo de lo mas tranquila. ¿Como pensaba que se le pasaría? Si fuera yo el que esta en su lugar, lo mataba.

— ¿Porque estas tan segura que así sera? — pregunté. Era ilógico lo que decía

— Porque me quiere y solo busca mi felicidad

Me senté a su lado y la abracé, la verdad temía perderla. Ahora que la tuve como mujer, va a ser imposible no temer. Escondió su cara en mi cuello, dio un beso suave y se acurrucó ahí.

— ¿Porque tan tenso? — preguntó adormilada aún

— Tengo miedo que venga — decidí hablarle con la verdad

— No te va a pegar, lo prometo — dijo sonriendo

— No tengo miedo a que me pegue, eso esta cubierto. Es bueno para los golpes, pero nunca ha podido conmigo...es solo que no quiero que lo veas

— ¿Porque? — preguntó inocentemente

— Abi, él te ama y tú..

Llevó su mano y me tomó por el cuello e interrumpió con un susurro en mi oído

— Te amo a ti — rio, yo sabía que no se tomaba nada en serio — es verdad que si tu no existieras, estaría locamente enamorada de él, tiene unos ojos hermosos y un cuerpo espectacular...— volteo a verme a los ojos, para darme seguridad — pero existes y te amo

Después de los inmensos celos que me dieron con sus palabras, me dice eso y supe que no mentía. Me amaba, lo podía sentir en su cuerpo, ver en sus ojos. No pude más, tamandola de la cintura la levanté del sillón y coloqué sobre mí, a horcajadas.