16. Ejercicio matutino

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Cap 16- Ejercicio matutino

Él:

¿En donde estaban? No soportaba la idea que estuvieran a solas. Aunque sabía perfectamente que ya habían hecho el amor, no toleraba la idea de verla en sus brazos.

Esa noche se veía más hermosa que de costumbre y odiaba saberla con él..

Sonreí como idiota al recordar sus intentos de provocarme, bueno no fueron intentos, lo había logrado.

Me paré en la puerta que daba al jardín, cuando los vi sentados en una banca. Se tomaban de las manos, pero ella se veía triste, al parecer lloraba.

La furia me subió a la cabeza, imaginando que la estaba lastimando !Cómo se atrevía a hacerla llorar! Quería salir he exigirle a mi hermano que la dejara en paz, pero en el momento que di el paso para hacerlo, se abrazaron.

- ¿Lastima que solo la quieras como hermana no? Mira nada más el postre que se va a llevar a la boca tu hermano esta noche- me dijo Saul, un viejo amigo. Me pudría los huesos oírlo hablar de esa manera, se necesitó todas mis fuerzas, para no voltear y romperle la cara en ese momento.

Pero claro, no podía cerrar su bocota y tuvo que echar la gota que derramó el agua.

- Con esas tetas y yo con hambre...con ellas en la boca, dormiría como bebe

Me volteé de lo más furioso, no podía soportar que se expresara así de ella. Antes de permitirlo, soy capaz de matarlo.

Empuñando mi mano, di un fuerte golpe en su quijada. No sólo sacaba la rabia sobre la basura que dijo, si no también la frustración de verla con mi propio hermano.

- Muérdete la lengua antes de decir tanta pendejada cabrón. Fíjate bien de quien hablas, antes de tirar tu mierda

Podía ver el miedo en sus ojos, me conocía muy bien y sabía que era capaz de todo en ése momento. Apreté su cuello furioso y me aseguré que le quedara claro lo que le iba a decir.

- En tu vida, vuelvas a expresarte así de ella

- ¿Por qué te enojas tanto? !Ella no es tuya!. Además, tengo más oportunidad yo de andar con ella, que tú. !¡No olvides que es la novia de tu hermano! Incluso si ellos terminaran ¡Siempre será la chica de tu hermano!- recalcó la última frase, la cual fue como un puñal incrustado en mi pecho

Tenía razón, era la novia de mi hermano, pero lo que sentía por ella era más fuerte que yo. Me dolía verla con Elias, pero era peor ver que otros la desearan, porque en mi corazón era mía.

- Precisamente por eso cabrón, es la novia de mi hermano y mi mejor amiga. Tu sabes muy bien que Elias no se rebajaría a romperte la cara y no necesita hacerlo, porque para eso estoy yo aquí. Vuelve a expresarte de esa forma tan vulgar de ella y te quebró la quijada, para que no vuelvas a abrir tu maldita boca

Estaba a punto de dar otro puñetazo, cuando la mano de Abigail me detuvo.

-¡No! David por favor, no- su voz era suplicante. La volteé a ver y su rostro mostraba miedo, preocupación. Bajé mi mano, pero sin despegar mis ojos de los de ella.

Saul tenía razón, no era mía y nunca lo sería.

Llevé mi mano a su mejilla y acaricie suavemente. Ella cerró los ojos e inclinó su rostro a mi mano !Cómo me confundía su forma de actuar!

La reacción que tenía a mis caricias me hacía sentir que también me amaba, pero en la primera oportunidad me dejaba claro que solo era su mejor amigo.

- Perdón- fue todo lo que pude decir y me di la vuelta, marchándome de ese lugar.

Necesitaba poner mi mente en claro, necesitaba hacerme a la idea que ella nunca sería para mí.

Tomé mi auto y me fui a un bar a tratar de ahogar un poco mi dolor. Ahí me encontré a dos chicas, que estuvieron más que dispuestas a irse conmigo esa noche.

Me estaba volviendo loco, nunca me imaginé que el amor doliera tanto. En cada mujer con la que estaba, la veía a ella.

No podía quitarme de la mente aquel beso que nos dimos. Aunque para ella solo fue un juego del que nunca más quiso volver a hablar, para mí fue entregarle mi vida.

La mañana siguiente dormía plácidamente, cuando sonó el timbre de la puerta de mi apartamento.

El colegio a donde asistía quedaba retirado a casa, así que entre semana me quedaba aquí.

Me senté, tomó unos segundos poder reaccionar y darme cuenta en donde me encontraba. Una mano me jaló, para que me acostara de nuevo y fue cuando recordé la noche anterior.

Fue una noche muy divertida, pero ahora pagaba las consecuencias ¡Todo me daba vueltas!- El timbre volvió a insistir, pero esta vez con más urgencia. Me puse los boxers que encontré camino a la sala.

¡Por dios qué urgencia! Quien quiera que fuera me iba a escuchar, mi cabeza iba a reventar de un momento a otro.

Al abrir la puerta me encontré con esos hermosos ojos que me enloquecían, pero no era el mejor momento.

Me volteó a ver de pies a cabeza y sonrió, negando con la cabeza

- Esta dura la cruda amigo, creo que nunca te había visto tan mal- sólo asentí con la cabeza

- ¿Qué haces aquí? Y ¿Cómo llegaste?- pregunté sin darle el paso

- No se si alguna vez hayas escuchado de transporte público, así fue como llegué ¿Y porqué? Pues porque quería ver cómo estabas, ayer te fuiste molesto y por más que te llamé, nunca contestaste

- Se le murió la batería de mi teléfono

- ¿Que no me piensas dejar entrar o qué?- preguntó irritada. Me hice a un lado y ella entró - ¿Cómo te fue anoche?- preguntaba, cuando se abrió la puerta de mi recamara y salieron las chicas en paños menores.

- Verifícalo tú misma- fue la estupidez más grande que salió de mi boca. Ella las observo de pies a cabeza y me volteo a ver a los ojos.

- Veo que te fue más que bien- sonrió y dio unos pasos para atrás - me marcho, para que sigas con la diversión, al parecer interrumpí tu ejercicio matutino

No podía dejar que se fuera, que se llevara una mala impresión de mí. !Era un estupido! Que impresión se podía llevar, si no la que era, !Un vil desgraciado!.

- Espera no te vayas- la detuve de la mano y ella se jalo con gran fuerza

- No me toques por favor- sonrió - puedes divertirte cuanto quieras, pero bañate antes de tocarme. Solo dios sabe por donde anduvieron esas manos y no quiero los fluidos de sus cuerpos en el mío y en cuanto a que me quede, no entiendo para que. ¿No te conformas con dos? ¿Quieres otra?- me sopló un beso - diviértete, después hablamos.

Se fue sin voltear, por más que me doliera que me encontrará así, su actitud me dejó claro que lo único que ella siente por mí, es amistad.


Huracan de emocionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora