26: Es Bueno Llorar

111 12 5
                                    

Scott P. O. V.

***

Ambos suspiramos y nos sentamos en el pavimento debajo de un árbol que está cerca de su casa. La luz de la luna siendo nuestra única compañía.

- Prométeme que a partir de ahora me lo contarás todo.

Levanto mi mano con mi dedo meñique alzado y la pongo entre ambos. El hace lo mismo.

- Y tú, prométeme que nunca, pase lo que pase, nunca dejarás de ser mi mejor amigo por siempre.

Rio un poco - Te lo prometo, Mitch.

Sonríe - Y yo te lo prometo a ti, Scott.

Y ambos juntamos nuestros dedos meñiques entrelazándolos mientras nos damos un abrazo.

- ¿Sabes, Scott? No creo que tenga alguna razón para esconderte algo; después de todo, llevamos menos de una semana en conocernos y te he contado todo lo que me ha pasado en mi vida, y además, creo que me conoces mejor que quien era mi mejor amigo.

- Y-yo... tengo que decir lo mismo, Mitch. Lo único que creo que no conocemos es a la familia del otro. Ese día en el teatro, llegaron por mí antes que por ti, así que solo viste a mi mamá, pero yo no a tu papá.

Se tensó ante lo que dije y se separó de mí al instante. ¿Había dicho algo malo? No lo sé.

Lo miré y noté que estaba viendo al suelo cuando una lágrima cayó de su mejilla.

Tomé su hombro izquierdo con mi mano derecha - ¿Qué sucede, Mitch?

Suspira- S-Scott... - dijo tartamudeando y con su voz temblorosa, haciéndome notar que está llorando -, por lo que dijiste... me di cuenta que no te he contado toda mi vida...

Mis ojos se abrieron completamente - ¿P-por qué lo dices?

- Yo conozco a tu mamá..., pero tú nunca podrás conocer a la mía... - abro mi boca un poco soltando una leve y silenciosa exclamación; él me voltea a ver a los ojos y noto bajo la tenue luz de la luna un diminuto color rojo en ellos -, m-mi mamá... falleció hace un mes...

Tapé mi boca con mi mano libre cuando una lágrima salió sin previo aviso de mi ojo. No lo sabía, no tenía idea alguna y creí que se trataba de una mentira, pero no lo puede ser.

Lo atraigo de nuevo hacia mi cuando algo mojado cae en mi hombro.

Nunca debí de haberle recordado eso, nunca debí de hablar sobre nuestras familias. Soy un idiota.

- Scott...

Mitch me llama, pero no respondo.

- Scott...

Solo lo aprieto, cada vez un poco más que la anterior.

- Scott...

*

- ¡Scott!

Abro mis ojos bruscamente, notando que estoy en el suelo de mi habitación y hay alguien mirándome desde arriba.

- ¡Por dios! Ya me estabas asustando, creí que estabas muerto o algo parecido.

Es Alex.

- No es para tanto, debes de dejar de preocuparte tanto por mí.

- Bueno, es solo que desde lo que pasó ayer, siento que tienes algo.

- ¿A-ayer...?

- Sí. ¿Qué no recuerdas que trataste de...?

Te NecesitoOnde histórias criam vida. Descubra agora