Te Necesito

09: Segundas Oportunidades

Maratón parte 1/5.

***

Observo la cara de Esther igual de confundida y aterrada como la mía en este instante. Recuerdo mi pesadilla, justamente en el momento en el que descubro que estoy solo, en el que me doy cuenta de las palabras más dolorosas que haya podido escuchar en toda mi vida.

¿Por qué simplemente no lo puedo sacar de mi cabeza? ¿Por qué no me puedo olvidar de él? ¿Por qué no puedo vivir libremente sin él? Todo eso, es debido a que estoy atrapado en un lugar del que no existe escapatoria: de la realidad.

Me podría hundir en mis pensamientos imaginado como hubiera sido nuestra vida si no hubiera cometido ese grave "error" y que siguiera conmigo. Pero no puedo, la realidad hace que todos tus sueños y esperanzas sean destrozadas de un momento para otro y de que te des cuenta que nada es para siempre; en el que sí cometiste un error, no podrá haber segundas oportunidades que te ayuden a revertirlo; y si las hay, son muy pocos los que las saben aprovechar.

Pequeñas lágrimas comienzan a salir de mis ojos y no tardan mucho en convertirse en miles.

- Scott... - Esther me abraza -. Todo se arreglará, estarás de nuevo con Mitch - susurra a mi oído.

- Eso es lo que espero...

***

- ¡Miren quien despertó! - anuncia Avi desde la cocina al mismo tiempo que el aroma de carne hace que mi estomago ruja.

- ¿Qué estás cocinando, hermanito? - pregunta Esther.

- Mi platillo favorito, BBQ - dice resaltando la última palabra.

- ¿Por qué no lo hiciste en el jardín? Tenemos una parrilla ¿no?

- ¿Ya viste el clima? No saldría en estas condiciones.

Tengo que admitirlo. Sin Avi, no probaría comida deliciosa en tanto tiempo.

"Ding Dong"

- Yo voy - informa Esther saliendo de la cocina.

Me siento en la mesa de la cocina y noto que hace falta algo. Mejor dicho, alguien.

- Avi - lo llamo.

- ¿Si, Scott? - contesta sin despegar los ojos de el trozo de carne que tiene en la sartén.

- ¿Dónde está Kevin? ¿Ya se fue?

- No, solo salió por la salsa. La haría pero me hacen falta ingredientes y a esta hora se encuentra cerrado el local donde la compro. Solo alta calidad en ese lugar.

- ¿Enserio? - voltea a verme pero se voltea rápidamente.

- Claro. Solo lo mejor para las personas que más aprecio en este mundo.

- ¿Me aprecias?

Baja el fuego y se dirige hacia mi; toma la silla frente a la mía y se sienta en ella.

- Scott, no porque diga que no me interesas, que desearía que no vinieras, que tenga unas ganas enormes por matarte o que no me interesan tus problemas, significa que no te aprecio. Digo todo eso porque trato de sacarte una sonrisa o hacer que Esther se preocupe aún más por ti. No sabes las noches que me he desvelado por culpa de mi hermana. Conozco a varias personas que viven preocupadas por otras, créeme, a varias; pero no tanto como Esther - suspira -. Ella ha vivido analizando tu vida, buscando una forma en la cual pueda ayudarte, hasta trató de localizar a tu amigo solamente porque te veía demasiado desesperado por hallarlo. Cuando descubrió que no pudo hallarlo, estuvo a punto de caer en depresión. Tal vez no tenga sentido, pero si no digo que no me preocupo por ti, ella podría tener un problema más grave; y prefiero mil veces desvelarme todas las veces que ella necesite a tener que verla triste. Por ella daría hasta mi vida.