Before the after... (Nico di Angelo)

Feliz Cumpleaños

Me despierto con una sensación extraña ese día.

Como si me hubiera olvidado de algo importante.

Bueno, da igual. Ya lo averiguar más tarde.

Ahora simplemente estoy pletórica de alegría. Ya ha pasado una semana desde que nuestras manos se encontraron.

Clarisse no ha vuelto a molestarme, aunque me he quedado con el mote de "Indeseada" entre la cabaña de Ares y la de Afrodita.

Pero no es eso lo que me pone contenta. Es que por fin tengo amigos.
Ayer estuve leyendo en griego con mi amiga, la hija de Atenea, y, ni yo misma me lo creí, ¡Los griegos ya tenían novelas adolescentes!

Y muy, muy adolescentes, al parecer no se escribe solo ahora sobre vampiros y hombres lobo.

Y lo mejor es que tenemos los mismos gustos. Es muy divertido pasar el día con ella. A veces vamos con las de Deméter, y plantamos flores. Otras veces vamos a escuchar los ensayos del coro del campamento.

Y, a veces, esto es con lo que más disfruto, elegimos un paisaje o una persona a la que dibujar, y hacemos concursos.

La idea salió de una vez que estábamos en mi cabaña, y vio mi cuaderno de bocetos. Se emocionó tanto que insistió en que le hiciera un retrato.

No me resultó muy difícil, con esas hermosas facciones da gusto retratar.

Los concursos se deciden entre nosotras, ya que la última vez que se lo pedimos a Jason (que juzgara, no que dibujara) , este falló injustamente a mi favor.

Como siempre.

Da gusto tener un hermano otra vez, alguien que te proteja, a quien le importes.

Esa es otra de las razones por las que estoy feliz.

Me levanto de la cama sin prisa, me visto, y voy al baño a completar mi ritual matutino.

Lleno una jarra de agua helada, me acerco silenciosamente a la cama de Jason y .... PAF.

Le derramo todo el agua en la cara, y el se despierta al instante dando grititos de niña y moviendo los brazos como un ninja.

Yo, como de costumbre, ya estoy en el suelo muerta de risa, en serio, esto nunca pierde la gracia.

Jason me intenta lanzar una mirada asesina, pero no le sale. Al ver que no lo consigue, simplemente se levanta, se dirige al baño y vuelve un instante después.

Yo sigo riéndome y me doy cuenta demasiado tarde, en lo que comienzo a protestar;

-¡NO! - una jarra de agua me cae en la cara.

Estoy empapada, y ahora es Jason quien ríe, y después de un momento yo me uno a sus risas.

Cuando nos conseguimos levantar del suelo por nuestros propios pies, nos cambiamos otra vez y vamos hacia el comedor.

Jason se va con Piper, y yo, como de costumbre, me acerco a la mesa de Hades y me siento al lado de Nico sin preguntar.

Esto ya no le molesta, ahora me mira con una sonrisa, y de inmediato me envuelve una sensación cálida.

Le devuelvo la sonrisa haciendo caso omiso de esa sensación extraña que tengo en el estómago siempre que estoy con Nico.

Desde que me cogió la mano el otro día, ya nunca me ha vuelto si quiera a hablar desagradablemente, ahora somos los mejores amigos. Es muy celoso, y muy dado a los súbitos ataques de ira. Pero no contra mi, si no contra todo aquel que se porta mal conmigo. Por eso le adoro.

Me protege incluso más que Jason.

Ese fue un obvio gesto de amistad ¿no?. Yo creo que sí.

Acallo a las voces de mi cabeza que comienzan a protestar.

- Hola - le saludo alegremente.

-Hola, ¿por qué llevas el pelo mojado?
- Ritual matutino - le respondo, y él lo entiende, por supuesto.

La primera vez que lo hicimos fue poniéndole un esqueleto de ratón bailando en la frente.

Casi nos da algo, en serio, aquello fue demasiado gracioso.

Pido mi desayuno, Nutella a montones y una cuchara.

- No se como te puedes alimentar a base de Nutella - comenta Nico con un estremecimiento.

- Vamos, si sé que te encanta - bromeo yo -. No te puedes resistir.

Le acerco una cuchara llena de Nutella a la cara justo cuando se gira para responderme, y se mancha toda la nariz y la boca.

Ups.

-Pe' perdona Nico - suelto entre carcajadas fatal disimuladas.

-Al final resulta que de verdad no te podías resistir- no aguanto mas, me doblo de la risa, dioses, esto es demasiado divertido.

Y nada mas ver la cara de Nico, que me intenta matar con la mirada entre carcajadas, suyas y mías, vuelvo a empezar a reír de nuevo.

Uff, ya pasó. Me seco una lágrima de risa.

Cuando giro la cabeza, encuentro que Nico me mira fijamente,u con los ojos llenos tranquilidad, y algo que no soy capaz de identificar.

De repente Nico se acuerda de algo.

-Feliz Cumpleaños. - me dice, y me da la mano.

- Anda, ¿es hoy? -. Claro, eso era lo que se me olvidaba, ahora todo cobra sentido.

Me doy cuenta de que ni si quiera Jason sabe que día es. Porque yo no se lo he dicho, claro está.

Pero a Nico sí se lo dije, hace un tiempo ya. En aquel lejano día en el minúsculo apartamento. Y se acuerda.
Eso despierta algo dentro de mí, algo que tampoco se identificar.

- ¿No te acordabas de tu cumpleaños?- parece estupefacto y tal vez un poco enternecido.

-Soy un poco olvidadiza. - me río y me encojo de hombros.

Me mira durante otro segundo antes de decir nada.

- Vamos a dar un paseo por el bosque- me propone él, y nos levantamos.

Caminamos lentamente por el cálido y acogedor bosque, y me siento como en casa. Aún no me ha soltado la mano, ni quiero que lo haga.

En un momento dado se para, y durante un instante, todo es perfecto. El tiempo y la Tierra se detienen para concedernos esto, este minúsculo lapso de tiempo.

De repente, se saca una cajita del bolsillo. De ella extrae un colgante, en él, un relámpago y una sombra se unen, hasta formar uno solo.

-Para ti.

Y me lo cuelga del cuello.

-Gracias Nico, es precioso. - le digo con lágrimas en los ojos.

Y le abrazo.

Y ese momento dura siglos y milenios. También horas y segundos.

Y el baja su rostro hasta el mío y me da el mejor regalo que podía haberme hecho. Un beso.

Nuestros labios se juntan hasta formar unos solos. Porque eso somos.
Luz y sombra unidos.