#3

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—Jose antes que me digai mil putias, por fa escúchame.

—No hueona no tengo nada que escucharte, el Joaco me dijo todo así que por favor andate.

Estaba cerrando la puerta pero ella puso el pie.

—Jose es un minuto y me voy.

Rodé los ojos y esperé que dijera algo.

—Mira ese día estaba super curá y el Joaco tam..

—Sabís que no me interesa escuchar tu versión, andate a tu casa hueona chata.

—No hueón porque aquí hay un enredo culiao y tenís que saber la verdad.

—¡No me interesa!

Le cerré la puerta en la cara y subí a mi pieza.

Hueón no me entra como una mejor amiga podía ser tan maricona, ni menos con 8 años de amistad.

Tampoco me calzaba que me bloqueara de todo y ahora me viene a dar explicacion ¿qué chucha? hay minas cagá del mate y la Valeria.

Vi mi celular y tenía 5% de batería porque se me olvido cargarlo en la noche así que lo cargué.

Tenía 27 llamadas perdidas del Joaco a las 4 de la mañana hueón.

Lo extraño caleta igual, pero no sé si aún pueda verle la cara después de todo lo que paso.

—¡JOSEFAAA!

—¡¿QUÉEEE?!

—¡VAMOS AL MALL!

—¡YA ESPERA!

Tenía el pelo pa la caga así que me hice un tomate, ojalá que no me encuentre con ningún culiao, media perso.

Celular culiao voy a tener que sacarlo con 10% no más.

Subí a la micro con la Martina (mi hermana) y fuimos a tomar un helado al Mall, dimos un par de vueltas.

—Mira Jose esto te hace falta a ti. —apuntó un maquillaje.

–¿Pa' qué hueón? Soy natural, no como las maracas.

—Maquillarte no te hace maraca hermanita.

—Bueno pero olvidalo, y ya vamos que ando asquerosa y no quiero que nadie me vea en éste estado cavernícola.

Salimos del mall con mi hermana y vi al Joaco sentado con la Valeria en una cafetería.

Me quería ir a la chucha onda, ¿todo éste tiempo me mintieron o qué?

Le dije a la Marti que fueramos cerca de ahí y me tapé la cara con el gorro del poleron para que no me vieran.

Me acerqué a ellos dos de a poco, hasta cuando el Joaquín le tomó la mano, cache que se estaban coqueteando y los encaré.

—¿Así que me amas a mi?

—Jose no es lo que tú pensai, deja explicarte.

—No Joaquín, era.

La Valeria quería hablar pero la miré tan mal que cachó que mejor se quedaba callada, me fui llorando y mi hermana me decía que no valía la pena llorar por un hueón como ese.

Me sentía tan mal, tan usada, tan traicionada por mi ex mejor amiga, ya no sabía que hacer.

Confié en una maraca.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum