Capitulo 178

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NARRADOR: Kathy West

- ¿Qué le vas hacer? - pregunte por enésima vez mientras lo observaba encima de mi cama, a simple vista se venía nuevamente como el chico inocente, pero los moretones de su cara y los nudillos pelados me demostraban una vez más que él ya no era el mismo.

- ¿Estás segura que tus papás no están en casa? - pregunto como si hubiera sido mi idea venir aquí.

- No, hoy mamá tuvo que ir a su trabajo - mis manos viajaron hasta las suyas y con mis yemas acaricie por encima sus nudillos.

- ¿Estás bien? 

- ¿Eh? - dije desviando mi mirada de él hacia ella.

- Nada.

- ¿Qué le vas hacer?

- ¿En verdad quieres saber?

- Depende ¿Es muy macabro o solo me estas asustando?

Amaya camino despacio hacía nosotros haciendo más tétrica la situación, al estar al frente de él ella metió su mano derecha dentro de su camisa para sacar el mismo collar que había observado varias veces - Tenía razón - susurro mientras cerraba su dedos alrededor y luego cerro sus ojos.

- ¿Tenía razón, con qué? - sus labios articulaban frases silenciosas y demasiado rápidas para descifrar a través de su movimiento - Amaya ¿Tenía razón, quién?

- ¿odatse sah ednod? - grito de la nada. Un brillo impresionante comienza a surgir de sus dedos - ¿odatse sah ednod? ¿odatse.... sah... ednod? - una gota de sangre cayo de su nariz alarmándome en seguida. Sus ojos seguían cerrados en su totalidad, pero de la fosa nasal derecha le estaba saliendo sangre de manera escandalosa.

- ¡Amaya! - dije desesperada. La sangre no estaba ayudando.

- Sayav et on - su voz sonaba agresiva y gotas comenzaban a escurrir por su oreja izquierda.

- ¡Amaya! Déjalo - no dejaba de gesticular palabras sin sentido y forzaba sus ojos a mantenerse cerrados. Mi pulso cardíaco esta a rebosar y ya me temblaban las manos al ver las gotas hacer un camino delgado hasta el cuello - ¿Que está pasando? ¡Amaya, déjalo ya!

Al principio pensaba que el brillo que había surgido entre sus dedos eran productos de ella, pero al abrir la mano y dejando en evidencia sobre su palma el brillo majestuoso que desprendía el collar, me di cuenta que algo estaba andando muy mal y que no solo esta afectando a Amaya, sino que estaba dañando de alguna manera a Yesid.

La sangre seguía surgiendo de su nariz y de ambas orejas como si fuera infinita y ni con todos mis gritos y agitaciones de mano al frente de su cara lograban que ella se callara o al menos abriera los ojos - ¡Amaya, abre los ojos! - dije poniendo una mano sobre su hombro para luego comenzarla a sacudir.

Una de sus manos cogió de inmediato mi brazo para alejarlo de un tirón de su hombro, al momento que mi mano fue alejada de su hombro mi mirada viajo rápidamente a su cara. La expresión que había en su cara era de sorpresa, como si fuese un milagro lo que estuviera viendo, sus ojos que estaban totalmente abiertos me observaban con nostalgia, sus ojos eran diferentes.... ya no eran los ojos de Amaya sino unos ojos naranjas como si hubieran llamas dentro de ellos. 

Sus labios se separaron después de unos segundos de observación, estaba totalmente estupefacta.

- ¿Amaya? - la llame en un hilo delgado de voz.

- Kathy - dijo al instante y una lágrima salió de su ojo.

- ¿Qué pasa? 

- Ayud... - su tronco se fue hacia un lado como si estuviera a punto de caerse. Con mis brazos fui rápido a su ayuda, pero ella recupero su equilibrio al soltar el collar, desapareciendo al instante el color candecente de sus ojos volviendo a su color natural - ¿Qué fue eso? - dijo con un tono de confusión mientras miraba alarmada a sus lados.

Alimentadora [#1]Where stories live. Discover now