Capitulo 120

6.6K 579 18
                                    

NARRADOR: Yesid Evans

Decir que tenía miedo era poco decir, estaba aterrado.

Me había metido al auto en los asientos traseros, era demasiado espacio solo para una persona y tal vez eso era lo que me ponía más nervioso, no poder hablar con alguien. Lina iba en el asiento del copiloto muy concentrada en su celular y una que otra vez me miraba por el retrovisor, en cambio Cedric iba conduciendo callado pero nunca me miro.

- ¿Crees que es necesario que le vende los ojos? - dijo Lina mientras Cedric se estacionaba en un lugar que nunca había pisado.

- Sería lo más recomendable - dijo secamente.

- Yesid entrégame tu celular - dijo Lina extendiendo su mano hacia mi volteándome a ver.

- No lo traje - dije. Y era verdad no lo había traído porque sabía que no me iban a dejar conservar nada.

- No me creas estúpida - dijo enojada.

- No lo traje, es la verdad.

Ella dio un respiro profundo y eso de alguna manera me asusta.

- Sal del auto - ordeno con un tono muy frío.

Yo salí sin tener que esperar la segunda advertencia. Lina cerró la puerta de una manera muy brusca y luego se dirigió a mi de una forma muy intimidante y sin más me tomo la camisa pegándome a ella - Dame el maldito celular por las buenas, porque por las malas no te gustara.

- Ya te dije que no lo traje - dije de la manera más respetuosa que pude.

Ella solo me soltó y al segundo me dio un puño que impacto de forma brutal mi mejilla. Cuando caí al suelo ella se agacho metiendo sus manos en mis bolsillos, hasta me quito los zapatos para buscar el celular inexistente.

- No lo golpees - dijo Cedric a mi defensa mientras me tomaba de la camisa para que me levantara y me vendo los ojos de manera fuerte, tanto que sentí que iba a explotar mi cabeza - ¿Estás loca? ¿O que te pasa? - escuche el sonido de los zapatos caer al frente mió y me los puse rápido sin pronunciar ni una sola palabra.

Alguien me tomo el brazo y me empezó a jalar hacia dentro del lugar en donde nos encontrábamos, me tropecé varias veces, pero no me llegue a caer porque el que me estaba jalando me impedía caerme pero no dejaba de gruñir.

Me el momento que me quito la venda lo primero que divisaron mis ojos fue un campo de entrenamiento que estaba repleto de vampiros y que algunos me miraban de pies a cabeza.

- Camina - dijo Lina señalándome el pasillo.

El camino que señalo Lina nos llevo hasta una especie de oficina. Me temblaban las manos y aún sentía dolor en mi mejilla "tenía la man bastante pesada la hija de la bibliotecaria" todo estaba callado lo cual me ponía aún más nervioso, me sentía protagonista de una película de suspenso. Ahí estaba yo esperando la llegada del asesino.

Cuando de abrió la puerta sentí con mi corazón se ponía a mil por minuto.

- Vaya, vaya, vaya - dijo una voz conocida, ya la había escuchado mucho antes - Y que no ibas a estar en mi ejercito - la voz era femenina que cada vez se acercaba más a mí, hasta que quedo al frente de mí.

Cuando pensaba en el dueño de la voz que me iba a visitar para hacer sus proposiciones, siempre me imaginaba a alguien que nunca había visto antes, a alguien demasiado grande y cubierto de tatuajes. Pero cierto temor creció en mi al darme cuenta que era Dea quién se encontraba al frente mío.

- ¿Dea?

- La misma - dijo sonriendo victoriosamente - Te dije que estarías en mi ejercito.

- ¿Por qué haces esto? - dije intentando que en mi voz no se evidenciara temor.

Alimentadora [#1]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang