Alimentadora [#1]

Capitulo 130

NARRADOR: Yesid Evans

Cedric me dio una bolsa de sangre antes de que yo entrara a la habitación, yo naturalmente la abrí y la tome a sorbos hasta que mi autocontrol no me dejo más. Ya me había tomado la mitad o quizás un poco menos, pero me sentía super lleno. Deje la bolsa detrás de la pata del catre.

Me hubiera gustado acostarme en una cama cómoda, pero para mi mala suerte en mi catre cada vez que me costaba sentía grumos que se formaban no dejándome dormir y sentirme aún más cansado de lo que estuve el día anterior. Después de batallar por un largo rato para dormir me resigne a la idea que dormiría menor como estaba ayer, sentado apoyando la espalda con la pared.

Debo admitir que esto es horrible, nunca había tenido que "dormir" en un catre o dormir con la misma ropa con la que estuve todo el día, teniéndome que aguantar la sensación repugnante que me produce cuando pienso en todo el tiempo que estuve sudando y no tengo intenciones de aguntar frío sino me quitaría; y mucho menos nunca me había tenido que ir al cama sin haber comido antes, sé que suena raro, pero empiezo a extrañar la comida humana y de solo recordarla me da un vacio en el estómago. Definitivamente extraño mi vida, extraño a mis papás, extraño a Daniela y extraño a Kathy.

Flexiono mis piernas llevándolas hacia mi pecho y sobre mis rodillas pongo mis brazos para poder apoyar mi cabeza sobre ellos.

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- Dime que me quieres - dijo otra vez con su suave voz.

- ¿Para qué quieres que te diga eso? - dije mirándola aún más maravillado - Tu ya lo sabes.

- Me gusta oírte - dijo poniendo sus brazos alrededor de mi cuello.

- Esta bien - dije conectando su mirada con la mía - Kathy te quiero muchísimo - y al decir esto le plante un beso lento, cuando nos separamos le pregunte - y tú ¿me quieres?

- Te quiero muchísimo Yesid Evans.

Recorró mis manos por su cintura hasta llegar a su cadera, su piel es como el de un pétalo. Fui besando poco a poco sus labios, su comisura, sus mejillas hasta llegar a su cuello.

- Yesid - al llamado levante la mirada hacia ella, pero cuando la fui a ver solo golpeteos fuertes me impedían concentrarme en ella - yo...

Los golpeteos siguieron y cada vez más fuertes, la cara de Kathy seguía con una sonrisa, pero cada vez la imagen se iba desvaneciendo hasta desaparecer. Parpadee varias y con lo que me encontre fue decepcionante, estaba de nuevo en "mi habitación" sin Kathy y si con el recuerdo de un buen sueño que desearía que se cumpliese.

Levanto la cabeza de mis brazos y mi mirada se encuentra rápidamente con la puertecilla abriéndose como siempre para tirar hacia la habitación la bolsa de sangre como desayuno. Cuando me fui a mover me sentí entumecido y más que todo despejado. Me trate de estirar, pero me dolía los brazos y un poco las piernas, me acerque hacia mi catre casi gateando para agarrar la bolsa que había empezado anoche, pero antes que la pudiera tomar escuche un grito proveniente de la habitación del lado.

- ¡Eres un maldito! - claramente era Cris - ¡Estúpido!

- ¿Cris? ¿Estás bien? - dije tomando la bolsa de sangre y acercándome hacia el hueco que había hecho.

- Que te importa, Yesid - dijo ella con un tono frustrado, por los ruidos que después se escucharon puedo decir que se sentó al lado del hueco apoyándose en la pared.

- Está bien - dije como perrito regañado y empecé a darle un sorbo a mi sangre.

- No, nada está bien - dijo con cierto enojo en sus palabras - el maldito de Cedric cumplió mi castigo y no me han dado ración hoy.