Capitulo 67

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NARRADOR: Yesid Evans

Vampiro o no me siento como si me hubiera arrollado un camión varias veces, estoy destruido totalmente, el demonio que tengo como entrenador me hizo pasar las cinco peores horas de mi vida con la amenaza de sacarme del equipo de fútbol pero estoy empezando a creer que será lo mejor.

Apenas puse un pie en casa pude sentirme seguro y me fui directo a encontrarme con mi amor verdadero que no me discrimina por cualquier cosa. Apenas encuentro mi cama me tumbo a ella y cierro los ojos pero no me quedo dormido, después de quedarme quieto por un tiempo sentí como mi cuerpo estaba temblando, cansado y más que todo sudado y sucio.

- ¿Por qué llegaste tan tarde a casa, mi vida? - dijo mamá entrando a la habitación.

- ¿Me perdí de camino a casa? - intente evadirla.

- Vivimos aquí desde que tienes ocho años creo que eso sería imposible.... Yesid estoy esperando tu respuesta.

Gruño y paso una mano por mi cara - No lo sé pude estar saliendo por ahí con alguien o que el entrenador me hubiera hecho entrenar en estas horas o tal vez en mi camino se me cruzo una malteada... mamá no sé.- dije lo más rápido posible para que no pudiera comprender mis palabras al menos así no me sentiría mal por ocultarle las cosas.

- Mi vida ¿Tienes algo que decirme? - dijo sentándose en una esquina de la cama - Tu sabes que yo no te voy a juzgar solo quiero saber si te pasa algo.

- No... no lo creo - dije volteandome al lado opuesto de la cama en donde se encontraba mamá - Todo esta de maravilla.

- Yesid te conozco hijo...- dijo pasando su mano por encima de mi hombro.

"No, no es verdad" dije en mi mente.

- Mi vida tu sabes que puedes contarme cualquier cosa... no soporto verte así todos los días, haz estado así la última semana.... Después de todo sigo siendo tu mami - dijo mientras se le quebraba la voz, esto me hacia sentir el peor hijo de la historia.

"Solo dile la verdad" dijo mi consciencia.

- No me gusta...- dije casi tartamudeando.

Solo quisiera que esto no fuera verdad y que si les llegase a decir la verdad no me miraran como si fuera un monstruo.

- ¿Qué no te gusta?

- Jugar fútbol, ya no me gusta.- mentí demostrando que sigo siendo un cobarde para no enfrentar mi realidad.

- Pero es tu deporte favorito Yesid... no lo entiendo.

- Simplemente no me gusta mamá. - dije sin aliento.

- Mi amor ¿qué paso con todos esos sueños de ser futbolista algún día? ¿Qué paso por ese deseo de ser el mejor... el querer estar jugando todo el tiempo?

- La fractura me quito la ambición. - fue lo único que se me ocurrió decir en ese momento.

- Mi amor deberías darle otra oportunidad te gustaba demasiado... no crees que para ser tu deporte preferido no se merece otra oportunidad, después de todo no lo has practicado desde hace mucho tiempo y tal vez este pesado porque lo estés retomando.

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Miro el reloj y me doy cuenta que tengo aún tiempo, así que me dirijo al baño y me quito con cuidado los lentes y me pongo las gafas. Ayer mientras todos en casa estaban durmiendo salí de casa a pasear por las calles mientras pensaba y llegue a la conclusión que ya no me importaría ser lo que la gente espera que yo esa. Algunos esperan que sea algo menos el chico que es golpeado, otros esperan que debo ser un vampiro verdadero ejemplar o al menos aceptable, pues ya no me importa.

Regrese a mi habitación por la maleta, pero antes de salir metí una bolsa de sangre y me dí un bocadillo ya que anoche no me lo había dado. Mientras succionaba hasta la última gota de sangre de la bolsa mi vista se volvió borrosa y luego no podía distinguir los colores. En ese momento mi sentido de supervivencia me decía que saliera de la habitación pero antes que pudiera lograrlo sentí el agarre brusco en una de mis muñecas y de un solo jalón me llevo la mano hasta estar en medio de los omóplatos.

- ¿Qué crees? Ya se acabo el tiempo así que dile a tu futura líder ¿Qué pensaste chupa sangre? - al escuchar su voz la reconocí en seguida, era la misma de hace dos días.

- Que tal vez debas buscar otro vampiro a quién molestar y dejarme en paz porque no soy el vampiro más adecuado para el cargo, sin mencionar que no me interesa. - dije intentando soltar el agarre lo cual era imposible.

- ¿A qué clase de vampiro no le interesa ser poderoso? - dijo la voz con un tono enojado.

- A la clase de vampiro que aún necesita gafas.

- No tenemos tiempo para tus berriches ya es tiempo que tomes una decisión. - dijo mientras me soltaba y me empujaba al suelo.

- ¿Quieres mi decisión? - dije parándome como pude del suelo.

- Si y espero que sea buena cariño ya que nadie le he dado tanto tiempo.- dijo quitándome las gafas -¿Cómo es que usas esto? ¿Quién prefiere esto por encima de los lentes de contacto?.... créeme que con mi ayuda serás mucho mejor que un vampiro verdadero completo y no uno incompleto como tu... eres como la sangre sin plasma.

- Gracias eso sube mi autoestima de una manera increíbles.

- De nada- dijo poniéndome las gafas con mucho cuidado pero agilmente - No me desvíes más del tema y dime cual es la decisión.

- Mi decisión es...

- Te lo digo de una vez vota toda esa basura que tienes como póster y decoraciones.- interrumpió.

- Mi decisión es no. No quiero ni me interesa unirme a tu grupo, tu misma lo dijiste soy como la sangre sin plasma y lastimosamente somos vampiros.

No escucho nada por un pequeño rato pero de un momento a otro mi vista volvió.

- ¿Sabes qué? No hagamos las cosas tan apresuradas te voy a dejar un poco más de tiempo y tu lo vas a pensar más detenidamente para que elijas la mejor opción y no la chorrada que me acabas decir - yo me voltee a ver de quién se trataba pero al momento de darme la vuelta ya se había ido.

Pocos segundos después Daniela entra a la habitación bruscamente - Yesid ¿Con quién hablabas?... bueno no importa nos tenemos que ir - tomó mi mano y me jalo para sacarme de la habitación.

Alimentadora [#1]Where stories live. Discover now