Capitulo 143

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NARRADOR: Yesid Evans

- ¿Por qué tengo un collar? No recuerdo haberlo tenido antes - dije mientras la miraba directamente a los ojos, después de que esa cosa hubiera brillado Cedric me tomo del codo y me trajo hasta aquí hasta que Dea apareciera, ella llego como tres o cuatro horas después, pronuncio unas cuantas palabras raras y mi collar dejo de brillar.

- Tú no recuerdas nada - en su voz se podía detectar cierto fastidio. 

- Bien - dije ignorando su fastidio - Entonces ¿por qué soy el único que el derecho de conservar un collar? - Dea dio un respiro hondo mientras se dejaba escurrir en la silla.

- Cuestiones de salud - dijo - creo estar segura que tú estas consiente del desastre de vampiro verdadero que tu eres. 

- Pero aún siendo un desastre me quieres en tu bando para tu día glorioso.

- Cuando llegaste aquí fue necesario aplicar un hechizo para... ya sabes corregir algunos errores - dijo con una gran sonrisa. Solo le faltaba un vaso de ron en una mano y un tabaco en la otra para parecer el jefe de la mafia.

- ¿Qué tipo de hechizo? - dije tratando de mantenerme rígido en la silla - ¿Es por eso que no me acuerdo de casi nada?

- Un hechizo que te mejoro notablemente - dijo mientras se levantaba - Y la verdad no tengo ni idea porque perdiste la memoria.

- ¿Por qué siento que me mientes? - dije mientras la seguía con la mirada.

- Siente lo que quieras. Al fin y al cabo a mi no me interesa, solo me interesa tu potencial como vampiro y mis beneficios que me proporcionas al combatir tú a mi lado - dijo mientras se sentaba encima del escritorio que se encontraba en medio de las dos sillas, quedando a centímetros cerca mío - Si tu olvidaste algo es tu problema, bastante caro me has salido.

Me quede callado por unos segundos mientras la observaba, ella podía parecer una chica de 16 años, pero si forma despiadada de ser demostraba que su corazón son más que cenizas que fueron hechas por llamas de venganza y rencor. No estaba ganando nada peleando con ella, era más que evidente que ella no me iba a soltar información de lo que yo era antes de abrir los ojos en mi habitación de este lugar.

- ¿Puedo irme a mi celda, carcelero? - dije mientras me levantaba de mi silla para dirigirme a la puerta.

- Vete - dijo dándole poca importancia al asunto - Solo una cosa antes de irte, - la voltee a ver - en una semana vuelves a las calles por lo que tienes que elegir a dos compañeros para que te acompañen. - iba a decir algo, pero ella levanto la mano para detenerme - Si vas a salir de aquí tendrás que seguir unas cuantas reglas y condiciones que yo pondré.

- ¿Qué tipo de reglas? - esto no suena bastante bien para mi.

- Te las diré cuando las tenga todas ¿te parece? - dijo mientras en su rostro se formaba una sonrisa falsa.

- ¿Y podré volver a la escuela? - sé que suena patético de mi parte, pero unos cuantos recuerdos que tengo me hacen considerar que cuando asistía a la escuela no fui tan feliz o al menos respetado.

- ¿Tú qué crees? Pensabas que te iba a dejar todo el día sin hacer nada.

- Entonces quiero que unas de mis compañeras que me va acompañar sea Cris.

- ¿Cris? - preguntó mientras ponía un dedo en su barbilla fingiendo pensar - ¿La chica que convertiste quieres que sea tu compañera? ¿Por qué?

- Si, ¿algún problema con mi elección? - dije levantando la ceja - creo que ella puede ser buena aliada.

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Alimentadora [#1]Where stories live. Discover now