Alimentadora [#1]

Capitulo 123

NARRADOR: Yesid Evans

Aunque me moría de la vergüenza me tuve que bañar entre varias personas, varias chicas se me quedaron viendo con una sonrisa pícara y uno que otro chico. Me trate de demorar el menor tiempo posible y más sabiendo que esa chica esta que me mata con la mirada. Tuve que quitarme la manilla para que nadie la viera y ocultarla en mis botas. Cuando me fui a vestir me tuve que poner una ropa idéntica a la que tenía antes, pero a diferencia que esta vez la camisa no era blanca sino negra.

Cuando ya estaba listo mi corazón comenzó a latir bastante rápido porque ya sabía lo que seguía. Quería hacerme bolita y esperar a que algo bueno pasara, pero eso claramente no era una opción. Me pase una mano por el pelo tratándolo de organizar mientras caminaba a la salida.

- Hasta que por fin estas listo - dijo Cedric enderezándose ya que estaba recostado en la pared - Vamonos - dijo tomándome del brazo jalándome por el camino hacia donde se encontraba Dea.

En el momento que entramos Cedric me empujo hacia el piso provocando que me cayera en cuatro patas. Cuando me fui a levantar Dea me cogió de la camisa jalándome hacia ella.

- Hoy es tu iniciación si quieres seguir en una sola pieza es mejor que la hagas completa. - luego de eso me soltó - Cedric explícale la iniciación, Lina ve a reunir a todos los reclutas de la sede para que se reúnan en el Infierno. Prepara el circuito. - en eso Lina salió de la habitación (ni siquiera me había dado cuenta que ella estaba aquí) ahora me encontraba más nervioso y mis manos no dejaban de sudar.

- Es bastante sencillo - dijo Cedric acercándose - tienes que cruzar un circuito, pero sería muy sencillo si los cruzas así por tu naturaleza - me tomo del brazo derecho y no puse resistencia porque sería algo inútil frente a su fuerza, mi corazón latía más fuerte - es por eso que le ponemos un toque de dificultad - y en ese momento él hizo un movimiento brusco en mi brazo rompiéndolo, grite al sentir el dolor insoportable y las lágrimas fueron inevitables - deja de ser nena, quieres. - me soltó el brazo - ni se te ocurra curarte porque si no te lo romperé otra vez, como tu ya eres un vampiro con experiencia no te importara cargar con esto - y en ese momento sentí una pulsada de dolor en mi abdomen - no seas chillón que tu amigo soporto tres sin derramar alguna lágrima - vas a tener un límite de tiempo. Para ti serán dos horas.

No solo lloraba del dolor sino también de rabia, estos locos me van a matar.

- Llévatelo - dijo Dea saliendo de la habitación con pasos intimidantes.

- Puede que no te podamos matar, pero podríamos dañarte hasta que te duela respirar. Y párate te ves patético - dijo cogiéndome del cuello por detrás.

Él me obligo a caminar rápido, mi mirada estaba en el suelo por lo que no veía por donde caminaba. El piso cambió de baldosa fina a pavimento de concreto y después de una caminata que pasa mi me pareció eterna el suelo cambió del concreto a un especie de alfombra alcolchonada de color azul. Luego de eso me tiro al piso de un empujón haciendo que el metal que me enterró anteriormente se hundiera más en mi interior, mientras estaba en el suelo. Cuando levante la mirada me encontré con las miradas de todos los reclutas que estaban pendientes de lo que estaba haciendo, me sentía humillado. Me quito un zapato mandándome una impulsada de alerta por la manilla.

- Suéltame - dije moviéndome lejos de él como pude.

- Deja los berrinches, puede que te los hubiera paso hace un año, pero ahora no - dijo acercándose a mí y me tomo de forma brusca del tobillo jalándome el zapato - Quítate las medias - soltó el pie.

Di un respiro de alivio disimuladamente. Gracias al cielo no había encontrado la manilla. Me las quite mientras dejaba de llorar.

- Buenos días - dijo Dea con un megáfono - como sabrán esto se sale de la rutina, pero para mi es de total importancia que vean la iniciación de Yesid Evans el chico elegido por el chaman - ¿eso debería ser un halago o una amenaza? - así que no tengo nada más que decir - se volteo a verme - Yesid ten suerte en tu prueba - luego lo apago con una sonrisa macabra y se sentó junto a Lina esperando el espectáculo.