Capítulo 2

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  -¿Qué mierda?
-Imbécil, le reventaste la botella en la cara.
-¡No lo hice!
-Lars tranquilízate, no la tocó.
-Pero yo-
-Vamos, sólo la tomé del cabello y la lancé al piso, nadie se desmaya por eso.
-De todas formas.
-¡Enano hijo de puta! ¡Eres un mal agradecido! estaba golpeándote la muy perra.
-¡Ya paren! van a despertarla, de seguro sólo quería descansar y de tanto ruido no la dejamos dormir. Además, fui yo quien terminó todo, tú fuiste el que te metiste.
-¡Nadie se mete con mis amigos!
-¡Dave! ¡Basta!
-¡No griten!
-¿¡Quién está gritando!?
-¡Cállate!
-¡Cállate tu!
-¡Cállense los dos!

Sólo podía escucharlos, y me dolía aún mucho la cabeza. Noté que estaban discutiendo, eran tres...al parecer.
Uno era el chico colorado, ¿Dave?, me parece que estaba furioso, alguien me defendía y otro trataba de calmarlos. Creo que me di cuenta de quien era quien.

De a poco sentí que estaba despertando. Abro los ojos lentamente y veo la luz, estaban mirandome los tres chicos.

Me levanto y me toco la cabeza, me dolía.

-¿Auch? -dije tratando de pestañear, sentía los párpados pesados.

Estaba frente a ellos, me miraban como si fuese un bicho raro. Es sólo que uno de ellos me miraba no sólo como un bicho, sino como un peligroso insecto, y como si tuviera que exterminarme.

-¿Quiénes son ustedes? -dije confundida.
-¿Cómo que quienes somos? ¿Vienes aquí y golpeas a mi hermano y encima preguntas quienes somos? ¿Qué mierda te pasa?
-¿En serio lo crees tan grave? ¿Un simple puñetazo? vamos, ni tiene hinchada la cara.
-Hija de...- dijo comenzando a ponerse de pie el colorado.
-¡Basta por la mierda! - dijo el chico castaño, no el que golpee, el otro.

Yo me puse de pie y miré al de ojos verdes, que tenía roja la comisura del labio inferior.

-Lo siento mucho, sólo quería dormir un poco, estaba ebria, drogada, irritada y cagada de sueño. Ustedes hacían mucho ruido y...actué mal. ¿Me disculpas?

Los tres chicos me miraban aún sentados dos amplificadores juntos, con cara de extrañeza.

-Bueno, pero sólo porque no dejaste ninguna marca en mi hermosa cara. -dijo al fin el chico. -Soy Lars.

Me estiró la mano con una gran sonrisa, y no pude evitar devolvérsela.

-Gracias.
-Pero, ¿Cómo te llamas tú, preciosa? -me dijo con cara y tono de picarón.
-Soy Lisa.

El chico miró hacia atrás y me presentó a sus amigos.

-Bueno, él es Cliff, y él es Dave. -dijo señalando al chico de cabello de princesa y al pesado respectivamente.

-Hola...-dije mirando a Cliff, porque al otro, Dave, qué ganas de haberle dado un buen cachetazo.

Nos quedamos en un silencio incómodo, sin nada que decir o hacer.

-Bueno...creo que me voy. Disculpen las molestias, nos vemos.

Me di la vuelta, ni sabía cuanto había pasado desde que me caí dormida, vencida por el cansancio, el cansancio inexplicable de la escapatoria que me tenían podrida y cansada.

-Sí, vete Lisa, aunque de todas formas nada me devolverá ese vodka que desgasté por tu culpa.

No se qué mierda le pasaba a ese chico conmigo, como un odio instantáneo, desprecio, pesadez.

-¿Qué mierda te pasa, hijo de puta? ¿qué te hice? Bueno, ¿más que "hacerte derrochar" el vodka más asqueroso del mercado? -espeté dandome vuelta.
-Nada, ya vete, sal de aquí. Queremos hacer mierdas y tú nos estorbas.

Addicted To Chaos [Re-subiendo]Where stories live. Discover now