Capítulo 44

2.1K 127 19
                                    


Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Capítulo 44

PoV Katniss

Hay días que no puedo creer que este aquí con Peeta y nuestra hija y que aparte dentro de mi tenga a nuestro tercer hijo, el cual según me han dicho los doctores está creciendo normal. Pronto Peeta y yo nos casaremos, decidimos que sería a finales de marzo. Peeta y yo habíamos pensado en solo hacer el intercambio de panes, pero en cuanto lo compartimos con Effie, ella decidió sin pedirnos nuestra opinión hacerlo un poco más grande de lo que yo misma quería, así fue como Effie termino planeando nuestra boda.

--Katniss, después de tanto tiempo esperando esta boda no es algo que debas dejar pasar tan inadvertida- me dijo al expresarle mis dudas.

Escucharla decir eso me preocupo. Temía que fuera a hablarle a Plutarch y que trajeran cámaras y hacer de mi boda un circo, de que quisieran entrevistar o sacar a Eve en sus reportajes haciéndole preguntas incomodas.

--Tranquila- dijo Haymitch- No habrá cámaras, ni nada así.

-- Solo las personas cercanas- dijo Effie- Sera muy bonita lo prometo.

-- Confía en ella- me dijo Haymtich mientras tomaba su medicina.

Según nos explicó Effie la medicina que se estaba tomando servía para controlar los dolores de sus articulaciones, así que en momentos como este, agradecía que las medicinas llegaran a todos los Distritos. Aparte Effie no se quedó quieta y se puso a investigar, así que estuvo investigando otros tipos de tratamiento y encontró que en el Capitolio ya había uno especial para la enfermedad de Haymitch donde le permitiría seguir moviéndose con normalidad, controlando los dolores. Como ese tratamiento solo lo estaban realizando en el Capitolio, hemos estado insistiendo en que vaya para recibir las terapias que lo ayudaran a seguir con su vida normal, aunque sigue negándose a ir ya que no quiere regresar al Capitolio, su negativa era algo que no podía evitar entender.

Aparte de batallar con él con la medicina, el alcohol nocturno al que se hizo adicto y la ida al Capitolio. Haymitch nos pidió que aún no le mencionáramos a Eve lo de su enfermedad, porque según él. Ella ya tenía que aceptar muchas cosas que estaban sucediendo en su vida para pensar en una más, a lo que en esto accedimos ya que tenía razón.

______________________________

-- Hola- me saluda Peeta sentándose a mi lado en la sala- ¿Donde esta nuestra ranita?

-- Arriba- le contesto- Haciendo la tarea.

-- ¿Por qué no la está haciendo aquí?- me pregunta.

-- Dice que se distrae con la televisión- le contesto, aunque sé que es más que eso.

Eve aún no está de acuerdo con mi presencia en sus vidas. Me di cuenta hasta qué punto rechazaba la idea, el día en que Peeta me pidió matrimonio, ya que en su expresión vi totalmente su rechazo. Solo recordarlo me entristece nuevamente, Peeta parece notarlo porque inmediatamente me toma entre sus brazos para besarme en el cuello.

-- ¿Qué te parece si aprovechamos que estamos solos?

-- No estamos solos- le contesto apartándolo.

-- Bueno yo no veo a nadie más- me dice y se lanza a mis labios.

Últimamente solo sentir a Peeta tocarme me hacía desearlo más que nunca por eso no me aparto del beso y mucho menos en el momento en que me acuesta sobre el sofá para sentirlo colocarse arriba de mí. Estamos tan concentrados en los besos y caricias hasta que escuchamos a Eve llamarnos desde la entrada de la sala. Casi de inmediato me quito a Peeta de encima, pero él parece no querer soltarme. Eve nos observa entre incomoda y molesta, eso me hace recordar cuando yo era pequeña y mis Papás se besaban frente a Prim y yo. A mí me gustaba verlos, ellos eran la imagen del amor para nosotras, ese amor era tan sólido que el mundo se podía venir abajo, eso no importaba, mientras ellos se amaran. Me gustaría que Eve nos viera de esa manera a Peeta y a mí, aunque termino de colocarla a mi lista de las cosas que deseo de Eve.

Regresando a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora