Capítulo 39

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Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

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Capítulo 39

PoV Katniss

Peeta y yo permanecíamos acostados en el sillón, seguramente ambos pensando en nuestros dos hijos. En la pequeña que jamás conoceríamos y en el pequeño que se encontraba dentro de mí. Seguramente ambos rogábamos porque naciera y fuera un niño o niña saludable, que fuera feliz y que a diferencia de Eve, el si pudiera disfrutar de sus Padres. Conocía tan bien a Peeta que estaba segura que él rogaba por lo mismo. El teléfono fue finalmente lo que nos separó, y aunque Peeta me pidió que no contestara me levante para hacerlo. En la línea era Haymitch que me decía que le dijera a Peeta que ya regresara porque mi pequeña ranita ya estaba muy preocupada.

-- No me quiero ir- me dice, cuando lo tuve que jalar para que saliera del sillón- Me quiero quedar con ustedes.

-- ¿Y qué pasara con Eve?

-- Contémosle todo ya-dice.

-- Ay Peeta- suelto con fastidio.

-- Es en serio Katniss. Tenemos que decirle de toda maneras ya no podemos dejar pasar más tiempo.

-- Sí- admito- Hablemos con ellas después de la reunión ¿te parece?

Suspira- Esta bien.

--Ahora ve con nuestra hija- le ordeno. Llevándolo a la puerta.

Antes de salir me tomo del rostro para besarme, cuando nos soltamos recargo su frente sobre la mía y en su mirada pude ver un poco de miedo.

-- ¿Qué pasa?- le pregunto.

-- Tengo miedo de que cuando regrese ya no estés.

-- Peeta ¿a dónde iría?

-- Lo sé.

-- Lo de hace un momento fue una recaída por la tristeza de saber que Blue nunca... pero ya no me iré, ya no los dejare. Confía en mí.

-- Sí, confió en ti- dice y me da un suave beso- Cuando Eve se duerma vendré corriendo.

-- Te estaré esperando- le digo.

Con un último beso se marcha. Subo lentamente las escaleras y me dirijo a mi cuarto para ponerme mi piyama. Me lavo la cara y los dientes y finalmente me acuesto. Ya acostada pienso en Blue, en mi hija de ojos azules y aunque este feliz por el nacimiento de este nuevo bebe, la tristeza que siento por mi niñita es superior, por eso lloro. Acaricio mi vientre y le digo a mi bebe.

--Estoy contenta de que vengas a este mundo. Solo que esta noche permíteme llorar por tu hermana.

Y así lo hice. Llore y llore. No deje de llorar ni siquiera cuando Peeta llego y me encontró tirada en la cama. Él no pregunto nada y con dulzura me acerco a su pecho, mientras acariciaba mi cabello. En ratos sentía que él también lloraba y juntos pasamos la noche de esta manera. No sé, en que momento logre cerrar los ojos y dormir. Solo sé que en mis sueños Blue corría y jugaba al lado de su hermana y su Padre, regalándome una sonrisa y varios besos.

Un día antes de la reunión fue al Distrito a hacer unas últimas compras, cuando me di cuenta que varias personas me observaban y hasta murmuraban. Estaba tan acostumbrada a eso que decidí no darle importancia, pero lo cierto es que me fastidiaba tener que aguantar esto aun después de tanto tiempo. Mientras esperaba por la carne para las hamburguesas que escuche la plática de unas mujeres.

Regresando a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora