Capítulo 24

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Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

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Capítulo 24

PoV Katniss

Mi corazón, mi pulso, mi sangre y todo mi ser brincan de emoción por el beso que Peeta me está dando en este momento. Me aferro fuertemente a él porque no quiero separarme, no quiero escuchar sus palabras de disculpa. Si es que se disculpa, pero lamentablemente llega un momento donde es muy necesario respirar, así que nos separamos.

-- Por favor no te disculpes. Ni digas que fue un error.

-- No lo hare- dice juntando nuestras frentes- No quiero seguir mintiendo sobre lo que siento por ti.

Sonrió ante sus palabras. Ambos nos miramos sin movernos, sin decir nada, ya que este momento es perfecto así como estamos y no quiero que se arruine. Es solo que me llama la atención sentir como todo el cuerpo de Peeta tiembla. Me imagino que debe ser por frio por eso aunque no quiera me separo un poco de él para decirle.

--Ven hace frio- lo guio de la mano al sofá. Él se sienta sin decir nada y yo tomo la cobija con la que estaba cubierta antes de que llegara para taparnos a ambos con ella-Hoy si podemos compartir cobija-le digo y noto una sonrisa surgir de su rostro.

Podría llevarlo a mi cuarto y acostarnos en la cama, pero no quiero hacerlo porque no sé hasta qué punto él este seguro de esto, ya que no podría aguantar volver a escuchar que se arrepiente de estar conmigo. Peeta no deja de mirarme y siento que está perdido en ese mundo que sospecho que existe en su interior, como quiero que comparta un poco de ese mundo conmigo le pregunto.

-- ¿En qué piensas?

-- En lo emocionado que me hizo sentir lo que me dijiste. Lo de la conexión que nos une. Pienso que ese lazo nos unirá inclusive hasta la muerte. Soy un tonto porque odie pensar que aparte de mi lo compartías con...-y lo veo fruncir sus labios antes de mencionar el nombre de Gale.

-- Solo contigo- le digo besándolo.

Tengo mis manos acariciando sus mejillas, de vez en cuando las paso por su nuca. Mientras él me sujeta con fuerza por mi cintura y espalda. Estoy tan absorta al beso que se me olvida la cobija que se me cae dejándome expuesta, aunque no tengo frio porque tener los brazos de Peeta a mí alrededor me calienta lo suficiente. Puedo sentir que Peeta deja mi espalda para tomar la cobija que acaba de caer y volverla a colocar sobre mi hombro sujetándola para que no vuelva a caer. Sonrió en el beso pensando que aún seguía siendo ese chico atento a que yo estuviera cómoda y feliz.

-- Gracias- digo en sus labios. Nos separamos un poco y vi que también a él se le había resbalado la cobija. Deje su mejilla para tomar la punta de la cobija y cubrirlo como él lo hizo conmigo.

-- Gracias- me dijo y volvimos a juntar nuestras frentes- Tendré que hablar con Clare- dice.

-- ¿Qué le dirás?- le pregunto.

Suspira diciendo- Que aún sigo siendo un tonto marinero, que sin importarle morir está dispuesto a adentrarse a ese oscuro mar, solo por un beso de su sirena.

No entendí muy bien a que se refería, pero me gustaron sus palabras. Durante un momento pensé en Clare y me sentí mal por ella. Lo poco que la había tratado, pude darme cuenta lo dulce y buena que era. El único problema que le veía era que se había fijado en el hombre que yo amaba, pero quien la podía culpar Peeta era maravilloso y solo una estúpida no podría sentir algo por él. Lo sabía porque durante mucho tiempo fui una estúpida queriendo negar mis sentimientos por mi chico del Pan y aun no sabía la razón, bueno si la sabía mi cabeza no estaba bien, en aquella época nada estaba bien. Seguíamos juntos cubriéndonos y mientras sentía que con una de sus manos acariciaba mi cintura, yo acariciaba su mejilla, tan cerca pude ver en sus ojos duda, no me gusto pensar que en cuanto saliera de la casa esa duda lo asaltaría y ya no regresaría.

Regresando a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora