-¿Lo dije en voz alta?- Asintió.

-¿Sabes que este el último período lo tenemos libre?-

-No lo sabía.-

-Bueno, el último período lo tenemos libre. Así que ven conmigo.- Me tomó de la mano y comenzó a tirar de mí delicadamente.

-Pero Percy, este no es el último período.-

-¿Cómo podré estar seguro que irás donde yo te diga a la última hora? Prefiero secuestrarte antes.-

-Pero no puedo faltar a clases.-

-Entonces pide un pase de enfermería. Así estás conmigo.-

-¿Y qué digo?-

-Que la comida te hizo mal, que estás en tus días, yo que sé, tú eres la inteligente.-

-De acuerdo, tú ganas.-

-Te espero aquí.- Dijo con una sonrisa. -No me falles.-

Me dirigí a la enfermería pensando en qué podría decir para que me den un permiso para faltar a una clase. Estaba pensando en eso cuando siento mi cabello y cuerpo mojado, afortunadamente es sólo agua, miro a mi alrededor y veo a Drew con una sonrisa de oreja a oreja y con un vaso grande vacío.

-Parece que te hacía falta un baño, ¿no lo crees?- Dijo de forma irónica. A nuestro alrededor había un grupo de personas, y cómo no, la reina de la escuela acaba de darle un baño a la chica que todos están deseando, me molesta decir que mi polera esta pegada al cuerpo, y tiene ese defecto de cuando esta mojada se trasluce un poco, así que ahora muchos chicos babean porque se me ve el brasier. Maldita Drew, pero ahora le saldrá caro.

-Dudo mucho que lo necesite más que tú, te contaré un secreto, hoy en la cafetería juraría que tu y tus amigas tenían moscas dando vueltas a su alrededor.-

-¿Y?- Me miró confundida.

-Las moscas sólo vuelan alrededor de personas que huelen mal y están sucias.- Su cara era una mezcla de sorpresa y enfado. No la dejé responder, ahora tenía la excusa perfecta para faltar a clases, así que la rodeé y seguí mi camino a la enfermería que no estaba muy lejos, siempre con la frente en alto.

-Buenas tardes.- Dije cuando entré. -Perdone que la moleste, pero ¿cree que pueda darme un pase pasa poder faltar a la siguiente clase, cómo ve estoy toda mojada y me gustaría secarme lo antes posible, porque cómo puede ver, a través de mi polera se ve el brasier.-

-Claro, necesito sus datos.- Le di mis datos y llenamos la hoja. -Se la iré a entregar a su profesor, si para la última clase no se ha secado, puede venir y le hago otro.-

-El profesor de la última hora no está, teníamos libre a esa hora.-

-Entonces puede retirarse antes. Vaya a cambiarse esa polera.-

-Muchas gracias.- Dije y me fui hasta donde dejé a Percy.

No lo veía por ninguna parte, pero siento que alguien me tapa la vista, logro identificarlo por su olor, huele al mar, una sensación embriagante que podría oler todo el día.

-¿Quién soy?- Pregunta fingiendo otra voz.

-Sesos de alga.- Respondí.

-¿Quién?- Preguntó esta vez con su voz normal.

-Percy Jackson.- Y me quitó las manos de los ojos, me di la vuelta para verlo bien.

-¿Sesos de alga?-

-Si, ya sabes, tienes un cerebro de algas y muy infantil.- Rió y pareció percatarse de mi polera mojada.

-¿Qué te ocurrió?- Preguntó.

-Drew.-

-Eso lo explica, ven, sígueme.-

Comenzó a caminar en dirección a la piscina. Yo lo seguí preguntándome porque me lleva para allá.

-¿Qué hacemos en la piscina?- Pregunté cuando llegamos.

-En realidad no es a la piscina, si no a los camerinos.-

-¿Por qué?-

-Ya lo verás.-

Se adentró a los camerinos, yo me quedé viendo el agua, me fascina ver todo tipo de agua, de piscina, de mar, en los lagos, ríos incluso en una cascada. Pero detesto entrar al agua. A los pocos minutos reapareció a mi lado con un trozo de tela en las manos.

-Ten, será mejor que te vayas a cambiar.-

-Estoy bien, de veras.-

-Tú si, yo no, me preocupa verte así, sin mencionar que todos te miran.-

-¿Celoso?- Pregunté con un tono de diversión.

-Bastante.- Me respondió serio. Sentí algo en el estómago, no sabría decir que es, pero me agrada.

Tomé el trozo de tela que me pasó, me adentré en los camerinos y me cambié, resulta que era una de sus polera, me quedaba enorme pero se me veía bien, sin mencionar que huele a él. Eso fue lo que más me gustó. Luego salí y ahí estaba Percy, sentado a la orilla de la piscina con los pies dentro del agua.

-Creo que este es tu lugar, ¿no?- Sonreí.

-¿A qué te refieres?- Preguntó.

-Eres el capitán del equipo de natación, me imagino que debes estar mucho más a gusto acá que en un salón de clases.- El también sonrió y me senté a su lado. Con los pies secos.

-Tienes razón, adoro estar en la piscina, diría que es mi lugar favorito de la escuela. Así como supongo que el tuyo es la biblioteca.- Me sonrojé.

-De hecho, la piscina también es mi lugar favorito. Me tranquiliza estar cerca del agua.-

-¿Te gustaría entrar?-

-No se nadar.- Confesé.

-Pues yo sí, si quieres te podría enseñar.-

-Gracias, pero le tengo terror al agua.- Río. -¿Qué es tan divertido?-

-Te tranquiliza estar cerca del agua pero te aterra entrar.-

-El agua me dan miedo, pero escuchar el mar, ríos o cascadas, me fascina.-

-Si me lo permites podría ayudarte a superar tu temor.- Dijo y lo miré.

Miré sus hermosos ojos verdes, que me recordaban tanto el mar, su hermosa cara, todo en él es perfecto. Me siento muy a gusto estando a su lado.

Percy se fue acercercando poco a poco hacia mí, miró mis labios, los que me llevó a mirar los suyos, eras de un color rosa muy lindo, muy apetecibles, sólo quería besar esos labios, cada vez estaba más cerca de mí y yo de él. Sólo nos separaban unos centímetros, podía sentir su respiración. Pero se escuchó un ruido que me asustó ya tanto, que caí al agua.

¿Será...? (Fanfic Percabeth) (En Edición 54/89)Where stories live. Discover now