Kozume [1]

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El mundo virtual del afamado juego Fantasy Chronicles, en su tercera entrega: Heavenly World es el favorito de Furukawa Miu, estudiante de preparatoria del Nohebi. Pasa tanto tiempo jugando que es increíble, para todos, sus altas calificaciones, pero no el hecho de que utilice lentes.

Su momento favorito para jugar es en las noches, le emociona esta última entrega porque es online, lo que le permite jugar con un tipo de jugador diferente y cambiante, siempre un nuevo reto que superar.

Lo emocionante de Fantasy Chronicles: Heavenly World es que implementa la nueva tecnología de realidad virtual, se usan unos lentes y unos guantes que permiten conectarse a ese mundo. Para ella es toda una maravilla, aunque haya visto animes en donde los jugadores quedan atrapados y eso ya no es tan maravilloso, pero de todas formas mientras no pase eso todo bien.

Aparte de su cama a su gato, Tama, para poder estar tranquilamente en ella, aunque al poco tiempo se vuelve a subir ubicándose entre sus piernas para dormir. No le molesta mientras no se levante y la muerda, a veces lo hace porque no le presta atención.

—Bien, Tama, estaré jugando. No me vayas a morder—Advierte porque de lo contrario la sacará de la habitación y eso no le gusta, le parte el corazón tener que hacer que se vaya a buscar otro lugar para dormir.

Toma agua antes de incursionarse en ese mundo, siempre lo hace o puede deshidratarse por pasar horas sin beber un poco. Se conecta y ve el mundo virtual.

Se encuentra en un campo verde, ese es el lugar que ella escogió al inicio del juego para aparecer. La vista es la mejor de todas.

Los personajes se crean en base a su apariencia real, el de ella comparte su cabello rubio natural, heredado de su madre que es americana, trenzado para que no dificulte al correr o luchar.

La jerarquía es sencilla de aprender. Todos aquí se dividen en varios grupos: los cazadores, los magos, las bestias y los eruditos. Esos son los cuatro grupos más grandes, los demás no resaltan tanto, pero tienen su lugar bien ganado.

Ella es una cazadora, le emociona ir y luchar contra monstros de los diferentes niveles del cielo. Sí, el cielo. Esa es la plataforma de batalla, se accede a cada nivel por una puerta en alguna nube y de ahí se entra a lo que se le conoce como cámara divina, aunque sea más infernal que divina.

Los más capacitados para luchar solos son los cazadores y las bestias. Los demás necesitarían ir en parejas o tríos para acceder a los niveles.

En el último nivel, según la guía, hay ángeles y conseguir una pluma o una gota de su sangre es para conseguir subir de nivel de experiencia rápidamente. Los que llegan hasta el nivel de experiencia cien son considerados leyendas y, como en las entregas anteriores, los mejores se enfrentan en un torneo, aunque es primera vez que se permite convivir de esta forma antes de que se abran los rankings virtuales en la página oficial.

Cada grupo tiene una forma diferente de subir de nivel de experiencia y participar.

El pasado año no pudo participar por un recital del club de música, porque ella tocaba el violín, pero este año se salió al haber un problema con un chico de ahí. Mejor, más tiempo para jugar.

Se comienza a mover en dirección al pueblo, hace una semana puso un aviso para conseguir una pareja que tenga su mismo nivel de experiencia para subir hasta el nivel treinta, diez antes del último y más difícil. Es más fácil ir con un compañero, así hay alguien que te cubra la espalda y se dividen las ganancias, además de que ambas partes suben. Eso es beneficioso para ambos.

Cien y Una Historias [OneShots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora