Capítulo 4: Encerrada.

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- Pero a ti no te asustare nunca ¿No? – la empecé a hacer cosquillas hasta que oí a mi madre llamándonos a cenar. ¿Era tan tarde? Debí dormir todo lo que quise y más, a decir verdad seguiría ahí en la cama. Mi cuerpo se sentía una máquina mal engranada y oxidada, cada movimiento era una queja que me tenía que aguantar.

Sofía bajó corriendo, olía a su comida favorita, asique no la culpo de que corriera como si estuviera ante un apocalipsis zombie. Cuando salí me encontré con mi padre cerrando la puerta de su despacho. Me miró y se acercó lentamente a mí, pensé que me iba a dar una charla como la que intentó mi madre pero cuando llegó a mi lado me cogió entre sus brazos y simplemente me abrazo.

No reaccioné al principio... no sabía muy bien que hacer... mis lágrimas cayeron sin parar y de repente mis brazos estaban cogiendo fuerte la ropa de mi papá. Él no me soltaba, de hecho ahora estaba acariciando mi espalda y apoyó su barbilla en mi cabeza hasta que me dio un beso en ella. Me separó un poco, me secó las lágrimas con cuidado de no hacerme daño en mis heridas y me sonrió – Ya hablaremos pero ahora vamos a comer ¿Vale? Mi princesa – me dio un último beso en la frente y bajó a cenar. Yo me quedé inmóvil unos segundos respirando hondo y preparándome para bajar fingiendo estar todo perfecto.

La cena estuvo llena de miradas incomodas al principio hasta que, obviamente, mi hermana sacó tema de conversación tensando más todo – Kaki me ha convencido para que use casco papi y mami, no quiero caerme de la bici y hacerme esas feas heridas como ella – dijo mientras disfrutaba de la cena. Mis padres se miraron, mi madre sabía fingir peor que mi padre por lo que él tomó la palabra.

- ¿Asique al fin nos vas a hacer caso? Me alegro que hayas visto lo que puede pasar. Ahora que has visto que no mentimos haznos caso en todo todo ¿Vale? - por lo menos mi padre iba a tomar ventaja de esta lección fingida que le di a mi hermana.

- No papi, hay una cosa en la que no te haré caso.

- ¿Qué? ¿En qué si se puede saber? – mi padre parecía intrigado y molesto esperando la ocurrencia de mi hermana pequeña, siempre soltaba algo inesperado.

- Yo voy a tener un novio. Y si no es ya es dentro de poco, alguien que me cuide y me mime como tú a mamá – dijo alzando la cabeza y muy seria.

Todos empezamos a reírnos, incluso mi madre sonrió. Mi hermana nos miró confusos. Mi padre fue el primero en parar de reír viendo que mi hermana iba muy en serio – No vas a tener novio ahora – Dijo mi padre un poco más serio.

- ¡¿Por qué no?! – mi hermana frunció el ceño enfadada.

- Si Camila a sus 18 no tiene novio, tú con 7 años no lo vas a tener – sentenció mi padre.

Pronto se convirtió en una batalla dialéctica entre mi padre y mi hermana, mi madre y yo nos reíamos observando lo poco maduro que parecía mi padre y la actitud tan madura y adulta que pretendía tener mi hermana.

- ¡Si tengo que esperar que Camila tenga novio voy a morir sola! – dramatizaba Sofi.

- Pues que sepas que hay un chico interesado en mí – dije sin darle importancia.

Realmente no se porqué salieron esas palabras de mi boca. No era como si fuera a ser mi novio, pero inconscientemente tal vez alegraba un poco a mi madre quien no paraba de repetir que ya era toda una mujer para atraer miradas.

- ¿QUÉ? – Dijeron los tres a la vez. Mi padre incluso casi se atraganta con la comida.

- Nada, es un chico de mi curso, ni se cómo se llama. El otro día se me cayeron los libros y me ayudó a cogerlos, me llamó guapa y no me deja de mirar en Arte – comí como si nada. Obviamente omití el detalle de que prácticamente todas las veces me miraba el culo.

Mirror mirror [Camren]Where stories live. Discover now