¿Una noche a solas?

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Definitivamente no era algo normal, había varias soluciones, la primera era irme como si nada, la segunda era pedirle amablemente que se fuera y la tercera era continuar con lo que habíamos dicho y ayudarlo.

Sí, la mejor opción es irme.

Caminé hacia atrás sin mirar, pero me choqué con la pared, lo que hizo que moviera mi pie hacia adelante y tirara varios de los mangas que había por el suelo causando un horrible sonido, dirigí mi mirada hacia arriba mientras sostenía mi pie con cuidado debido al golpe, y ahí estaba él, observándome con sus pequeños ojos y su boca cada vez más abierta.

-Hola hyung... - Reí un poco incomodo por la situación y él se cubrió rápidamente con las sabanas para ocultar su cuerpo y su sonrojado rostro.

-Jungkook... -Dijo suavemente con su voz más aguda de lo normal.- Sé que es tu habitación, ¿pero podrías irte?, por favor.

-No quiero -Fruncí mis labios y me acerqué guardando una distancia prudente.- No es mi culpa que hagas ese tipo de cosas aquí aún sabiendo que hay cámaras y que es mi habitación. -Miré hacia una de las esquinas superiores de la habitación y señalé la pequeña cámara que apenas se veía

Jimin se quedó pensando aún rato, bajo un poco la sabana y sonrió.

-Tienes razón, pero no creo que ellos se queden viendo una pantalla todo el día. -Se puso de pie aún cubriéndose y se acerco lentamente a mi.- ¿No quieres aprovechar?, parecías estar interesado en continuar lo de antes...

Suspiré y lo miré a los ojos tratando de no verme débil.

-Entonces... ¿Estás seguro de que quieres continuar? -Di un paso al frente haciendo que nuestros cuerpos se rozaran.

Jimin agarró mi brazo e hizo que me sentara en la cama.

-Claro que quiero continuar.-Sonrío y me recostó sobre la cama para luego hacerse él encima con cuidado de no aplastarme.

Jimin quitó la sabana dejando ver su marcado abdomen, encorvé un poco la comisura de mis labios al sentir como levantaba mi camiseta, me alejé un poco y me senté para así ayudarlo y de paso quitar el resto de mi ropa, entre más rápido sucediera, mejor.

Volví a acomodarme debajo de su cuerpo y empecé a sentir su respiración cerca de mi boca, relamí mis labios tocando por accidente los suyos y haciendo que se acercara más para así poder besarme.