¿Una noche a solas?

6

Al llegar a la habitación me encontré con Jimin tirado en mi cama, di un largo suspiro y lo miré enojado.

-Hyung, por favor quítate de mi cama. -le dije con un tono un poco duro, quería que supiera que me molestaba que se subieran a mi cama.

-Perdón. -Se levantó, llevó su mano hacia su nuca y empezó a acariciarse suavemente- Te demoraste mucho, así que me recosté un rato. -una estupida sonrisa se formó en su rostro dejando ver como sus abultados labios se separaban levemente.

-No te preocupes, pero no lo hagas más, por favor. -Me dirigí hacia mi armario, abrí un cajón y empecé a mirar que pantalones tenía, al final escogí una sudadera gris y comencé a ponérmela.- ¿Qué es lo que necesitabas decirme? -Dije cuando terminaba de ajustar el borde del pantalón en mi cintura.

Levanté la vista ya que no decía nada y me di cuenta de que ahora lucia un poco tenso.

-Es sobre lo de antes... -Caminé hacia él con un poco de curiosidad.- Perdón por eso... No quería incomodarte -Llevó su mirada hacia el suelo.

-Esta bien. -Suspiré -Es algo que ya pasó, así que no importa, sólo olvidémoslo.

-Acerca de eso... -Se sonrojó y empezó a jugar con sus manos -Yo... No quiero que lo olvides... - Fruncí el ceño y me acerqué un poco más esperando a que se explicara.- No me malentiendas, es sólo que, ya sabes, nunca podemos hacer ese tipo de cosas con nadie, si no quieres está bien, pero pensé que podríamos seguir haciéndolo...

Mordí la parte interna de mi cachete mientras trataba de pensar en lo que acababa de suceder, mi hyung, uno de los chicos más calientes que conozco, me estaba proponiendo, probablemente, que tuviera sexo con él., no era algo que debía aceptar como si nada, pero tampoco volvería a tener una oportunidad así.

-Está bien, sigamos -Me acerqué lentamente a su rostro y vi como tenía una expresión de sorpresa para segundos después cambiarla a una de aprobación.- Pero recuerda que hay cámaras - Dije susurrando cada vez más cera de él.

Al ver que él no hacía nada decidí tomar yo la iniciativa, primero le di un pequeño pico en los labios para ver si no se arrepentía, lo miré a los ojos y decidí seguir está vez con un beso más largo. Al principio fue lento y suave, no quería apresurar mucho las cosas. Me senté sobre su regazo y empecé a intensificar el beso, colocó sus manos en mi cintura atrayéndome más hacia su cuerpo mientras que yo pasaba mis manos por sus hombros.

-¿Y, qué haremos con las cámaras?