Capítulo 9: Verdades

Start from the beginning
                                    

- Sí, empiezo a hacerlo – le dije – tu hermano tiene ese mismo carácter.

- Lo sé y empeoró desde su accidente y desde la niña.

- ¿La niña? – pregunté y pude ver los ojos de sorpresa en Itachi.

- Si, la niña – me dijo - ¿No sabías que esa niña era de mi hermano? – me preguntó.

- No, creía que era vuestra hermana o incluso hija tuya.

- Más me gustaría – me dijo Itachi sonriendo – es de mi hermano, Sasuke es su padre.

- No tenía ni idea – le dije sorprendido - ¿Y la madre? – pregunté.

- El padre más bien – me comentó Itachi – eso es tema tabú en esta casa, mi hermano sufrió mucho con aquello, de hecho al principio ni siquiera quería tener a esa niña, con el tiempo fue cambiando su mentalidad y al final... cuando ya estaba todo listo para que abortase, se echó atrás, decidió tenerla.

- No sabía que Sasuke fuera doncel – le dije – tampoco es que él hable mucho.

- Ya te dije Naruto... ha tenido una vida difícil, dale tiempo, se irá abriendo poco a poco, sólo necesita cogerte confianza.

Aquella noticia me había dejado paralizado y sorprendido, no habría imaginado jamás que Sasuke pudiera ser un doncel, no lo parecía para nada y menudo carácter tenía. Había conocido algún doncel, no muchos... pero los que yo conocía eran mucho más dulces, más comprensibles, Sasuke era... como un tornado, algo incontrolable, con un carácter fuerte y destructivo, no dejaba pasar ni una, con esa lengua mordaz que a veces hería a la gente sin darse cuenta, era un chico increíble, pero terco, cabezón y tremendamente orgulloso. Aún hasta dudaba de que Itachi me estuviera tomando el pelo con aquello, pero no podía ser, él no tenía motivos para mentirme.

Vi a la niña aparecer en pijama en dirección a la cocina y al vernos allí, sonrió y se lanzó corriendo a los brazos de Itachi dándole un beso en la mejilla para luego venir hacia mí abrazándome también. Qué diferente era de carácter a Sasuke, porque físicamente... cada vez veía más el parecido con él.

- ¿Has venido a desayunar conmigo? – me preguntó Yuuki.

- Claro – le dije - ¿O es que no querías un buen plato de Ramen? – le pregunté y ella sonrió.

- Sí, pero hay que darse prisa antes de que bajé papá, a él no le gusta el Ramen – me dijo y ahora no podía dejar de pensar que era Sasuke... Sasuke era su padre.

- Claro – le dije.

Desayuné junto a Yuuki, bueno... realmente desayuné por segunda vez, porque ya lo había hecho antes de salir de casa, pero no quería dejarla sola ni desanimarla, así que tuve que volver a desayunar. Hoy no podía dejar de mirar a esa niña, era la hija de Sasuke ¿Qué había pasado con Sasuke en el pasado? ¿Quién era su padre? ¿Había estado saliendo con algún imbécil que lo abandonó? ¿Qué ocurría aquí? no pude evitar pensar que Sasuke era demasiado joven y haciendo las cuentas de la edad de la niña... Sasuke tuvo que tenerla con tan sólo trece años, eso era un gran riesgo en el parto, era demasiado joven, su vida se acababa con esta niña... preocuparse de la pequeña le quitaba tiempo a él para estudiar, enamorarse, para salir con los amigos... le había cambiado la vida radicalmente, su vida ahora era esta niña. Una niña te obligaba a madurar demasiado pronto y él no estaba preparado para ese cambio con trece años, empezaba a entender un poco su actitud de enfado con el mundo, él no era ni había sido jamás un chico normal, un adolescente como cualquier otro.

Sasuke bajó justo cuando acabábamos de desayunar y le miré atentamente. Era realmente guapo y me sonrojé al recordar lo que había soñado con él. Sinceramente... me daba igual si tenía una niña, dos o veinte, creo que me estaba enamorando de ese niño egocéntrico y cabezón, de ese chiquillo dominante de veinte años.

- ¿Por qué huele a esa basura del Ramen? – escuché que preguntaba Sasuke. Yuuki y yo nos miramos cómplices sonriendo.

La puerta se abrió dejando entrar a los ayudantes de Mikoto que traían más telas para el trabajo y el cachorro de pastor alemán se coló corriendo por la puerta poniéndose a los pies de Sasuke.

- ¿Qué es esto que hay a mis pies? – preguntó sorprendido.

- Un perro – gritó Yuuki más feliz que una perdiz bajando de su asiento para ir a por él – el tío ha traído un perro.

- ¿Un perro? ¿Estáis locos? – preguntó Sasuke enfadado – esta cosa se mueve por todos los lados ¿Cómo queréis que camine sin pisarlo? Por si no os habéis dado cuenta no lo veo.

- No hagas un mundo de esto Sasuke – le dijo Itachi – sólo es un perro, si lo pisas un par de veces seguro que aprende a que tiene que apartarse de ti.

- Qué gracioso eres – le dijo de forma burlona - ¿Para qué has traído un perro?

- Quería tener uno – dijo Itachi.

- ¿Puedo quedármelo? – preguntó Yuuki jugando con el cachorro.

- No – dijeron al unísono Itachi y Sasuke.

- ¿Por qué no? – preguntó la niña.

- Porque lo necesito – dijo Itachi.

- ¿Lo necesitas? – preguntó Sasuke sonriendo – es decir... que me das la charla sobre el orgullo y lo malo que es y te compras un perro porque no te atreves a ir a ese chico a disculparte... eres más orgulloso que yo hermanito – le dijo Sasuke – el orgullo no es bueno – le dijo sarcásticamente repitiéndolo lo que al parecer Itachi ya le había dicho.

- Haré con mi vida lo que quiera, el perro es mío – dijo Itachi cogiéndolo y marchándose de la sala.

Un médico para papá (Naruto: Naru-Sasu, Ita-Dei)Where stories live. Discover now