Capítulo 30: Secretos confesados

5.4K 568 264
                                    

Naruto Namikaze

Llevé a Sasuke y a Yuuki a su casa por la noche, creo que necesitaban estar por su casa un rato tranquilos y sólo esperaba que Sasuke estuviera bien. En este momento habría pagado lo que fuera por saber los pensamientos que cruzaban la mente de Sasuke. Sé que el sexo era uno de los temas más traumáticos para él y habíamos tenido relaciones, me gustaría saber si había estado bien, si había estado a gusto o si había tenido tanto miedo que no querría repetirlo conmigo, pero él no había hablado del tema y yo no quería importunarle.

Sé que era un tema delicado todo lo que había vivido, tenía una hija de una violación y había tenido años para pensar sobre eso, para deprimirse, para enfadarse, había pasado por todos los estados de ánimo posibles para intentar asimilar aquella atrocidad y yo no quería sacar el tema a relucir, sólo quería que estuviera bien.

Yuuki era una niña increíble, me encantaba su forma de ser, siempre tan animada y sonriente que me alegraba el día, sus sonrisas eran lo que más me gustaban y sus ojos... estoy convencido de que no habían salido a Sasuke precisamente. A veces me preguntaba si esta chica estaba completamente bien sabiendo que no tenía padre, ¿Sabría realmente lo que había pasado? Yo no creí que Sasuke le hubiera contado lo desgraciado que había sido su progenitor.

La verdad es que casi los veía como a mi propia familia, me encantaría ser parte de ellos, cuidarlos, protegerlos, veía a Yuuki como a mi propia hija y me daba igual quién fuera el capullo que le hizo aquello a Sasuke, esa hija sería mía siempre, la querría como tal. Aún así, que no quisiera encontrarme con aquel capullo no quería decir que no quisiera conocer quién era, porque si algún día me enteraba... le partiría la cara yo mismo por haber hecho una salvajada de ese calibre a un chico como Sasuke.

Sé que Sasuke era difícil de tratar ¡Como cualquier Uchiha! ellos eran así, orgullosos, arrogantes, tercos y muy cabezones, siempre intentaban salirse con la suya pero también sabía por Sasuke que eran tiernos, dulces, protectores, unas grandes personas con un corazón de oro.

Besé a Sasuke en cuanto le dejé en casa y por primera vez, me sentí a gusto cuando al girarse me dijo que estaba bien, que se había divertido con la excursión a mi casa y entendí a lo que se refería, aquello me relajó, saber que estaba bien y no había sufrido por los recuerdos de la violación que sufrió me hizo bien. Yo jamás le haría algo así, sólo quería que disfrutase y se sintiese a gusto estando a mi lado. Deseaba y amaba a Sasuke Uchiha.

Esperé hasta que Sasuke y su hija entraron en casa y con una gran sonrisa, me fui hacia mi coche. Ya estaba a punto de entrar cuando escuché una voz a mi espalda que me llamaba y al girarme, me encontré con aquel tipo que había agarrado a Sasuke la última vez en la plaza, ese tal Kabuto que tanto me recordaba a alguien y no podía identificarle con claridad.

- Aléjate de ese chico – me amenazó y yo cerré la puerta de mi coche de nuevo acercándome a la acera por donde él venía.

- Eso debería decirte yo a ti. No me pareció que Sasuke se alegrase mucho de verte la última vez que os visteis.

- Ese chico es mío.

- Creía que era mayorcito para decidir por sí mismo con quién quería estar – le dije con una sonrisa.

- Ese crío no sabe lo que quiere – me dijo.

- Yo creo que lo sabe muy bien. Mantente alejado de él, ahora que ha conseguido superar sus miedos no quiero que se vuelva a encerrar por cruzarse con un idiota como tu – le dije volviendo hacia mi coche.

- ¿Yo? ¿Crees que fui yo quien le hizo recluirse en su casa? – me preguntó riéndose – ya me habría gustado que esa cría fuera mía, así podría tener a Sasuke para mí solo pero no fui yo, te equivocas en eso Naruto.

Un médico para papá (Naruto: Naru-Sasu, Ita-Dei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora