¿Una vida sin ti? Imposible. [Terminada]

18.- All, always hurts.

~Capítulo 18.: "Todo, siempre duele."~

Anduve rondando por las calles más apartadas intentando desviar mis pensamientos a cerca de lo ocurrido. Tomé algunas pausas en el camino no precisamente para descansar si no para no llegar a mi hogar. Ya siendo casi las 1 de la madrugada saqué mis llaves y antes de abrir la puerta una voz llamó mi atención.

— ¿Crees que caminar de ese modo es normal cuando "nada ocurre"?.— preguntó con ironía YoungJae quien había llegado de todos modos a mi casa. Me mantuve cabizbajo y se acercó a mi lado entrando los dos a mi hogar.— Tu estabas ocupado... Por qué viniste.— fue lo primero que pregunté estando ya sentados el uno frente al otro.

— Conozco a mi amigo, se cuando no se encuentra bien y necesita compañía.— me miró con seriedad.— Te alcancé unas cuadras antes de llegar y tu modo de caminar no es el que acostumbras.— Habló con preocupación en su rostro.— Vamos JaeBum, ¿Qué ocurre?.— tomé aire y me dispuse a comenzar a contarle todo.—

— Ese Tuan es todo el problema.— luego de eso procedí a contar todo sin olvidar los detalles que estaban tan claros como el agua en mi mente a lo que él escuchaba atentamente mis palabras sin hacer comentarios aún. Una vez que terminé de contar todo solté un gran suspiro, daba una leve sensación de relajo el sacar todo eso. YoungJae guardó silencio un tiempo pensando en que decir hasta que habló.

— Para ser sincero... Yo no creo que él sea mala persona, pero en relación al tema.— se apresuró en especificar al notar mi expresión de odio ante ese primer comentario.— Pues... Que puedo decir JaeBum, la conoces mejor que nadie, sabes todo lo que le gusta y como debes comportarte, tienes una gran ventaja que no debes mirar en menos pero tampoco debes relajarte. Si de verdad la quieres darás lo mejor de ti, lo conseguirás y estoy seguro de eso bro', tan sólo has de tenerte fe.— finalizó con un guiño.—

Intenté esbozar una sonrisa y me dejé caer en el respaldo del sillón donde mantuvimos un tiempo de silencio, después ofrecí que pasé la noche en mi casa dado lo tarde que era y nos acostamos para horas más tarde iniciar un nuevo día, nadie sabía si mejor o peor.

Despertamos temprano, tomamos una ducha y nos servimos desayuno platicando sobre diversos temas. Ya listos nos despedimos y cada uno tomó su rumbo. Al llegar a mi trabajo respiré hondo y me concentré en lo que debía para ser eficaz, pero pese a eso ideas distractoras llegaban a mi cabeza haciéndome olvidar en lo que estaba. Por ese mismo motivo tuve bastantes llamados de atención y la jornada se hizo eterna. Sentía que cada segundos pasaba como una hora haciendo interminable la jornada. Sacaba mi teléfono, miraba la hora, lo guardaba, pasaba el tiempo, sacaba mi teléfono, volvía a ver la hora y tan sólo habían pasado 2 miserables minutos. Esa fue la acción que más repetí durante todo el día hasta que después de interminables horas pude retirarme. Lo único que quería era salir e ir a buscar a TN para disculparme e intentar arreglar las cosas. Aunque el sólo hecho de pensar que estuvo todo el día en el mismo lugar que Mark y que podían haber arreglado ellos sus asuntos antes me calentaba la cabeza de sobremanera, pero si ese no era el caso y TN seguía enfadada sería mejor. Lo único que debía hacer era llegar temprano para poder dar con ella.

10 minutos antes de que finalice su turno estaba esperando afuera con esperanzas de poder hablar. Pensaba una y otra vez lo que diría, buscar las mejores palabras, la mejor manera. Estuve tan concentrado en eso que esta vez el tiempo paso rápido y cuando me di cuenta JinYoung salía, era el primero y me saludó algo tímido, algo no común en él. "¿Estás bien?" pregunté a lo que asintió y guardó silencio, estaba distinto pero no me involucraría en sus asuntos, no ahora.— ¿TN ya venía?.— pregunté con voz suave esperando una respuesta pero sólo obtuve silencio y una mirada suya al suelo. "JinYoung..." susurré