-Vaya, pues por tu forma de tratarme parece que te has olvidado completamente de todo lo que vivimos -dice Mason.
Oh, no. Adiós cordura, estuvo bien tenerte.
-¡Ese es el maldito problema Mason! -grito encarandole- ¡No puedo olvidarlo! ¡Ese el puto problema!
Sin aguantarlo más, salgo corriendo. Pero no hacia mi casa, si no al chico que está en frente de mi.
Y lo primero que hago, es pegarle una sonora bofetada en la cara. Y lo segundo, abrazarle.
Y si, el chico se ha quedado ligeramente sorprendido. Y también es posible que yo esté un poco bipolar últimamente.
El chico no tarda demasiado en corresponder mi abrazo. Y yo no puedo seguir negando que le he echado de menos, pero esto no cambia las cosas.
-Mason Adams eres un auténtico idiota -le digo separandome de él y cruzandome de brazos.
-Y tu eres una bruta, ¿hacía falta pegarme? -dice sobandose la mejilla derecha.
-¡Claro que hacía falta!
Nos quedamos unos minutos mirandonos, hasta que él suelta un suspiro.
-¿Podemos ir a hablar a algún sitio? -pregunta finalmente.
Debato conmigo misma si debería aceptar o no. Finalmente, opto por decirle que si, ya le he dado un abrazo, asi que... De todas formas, espero que no interprete esto como que lo he perdonado. Porque no es así.
-Claro, vamos a mi casa. Por cierto, está tu hermana -digo empezando a andar hacia el edificio, que está a pocos minutos de donde nos encontramos.
-¿Se puede saber que hace ella aquí? -pregunta con el ceño fruncido, a lo que me encojo de hombros.
El resto del camino lo pasamos sumidos en un silencio bastante incómodo. Agradezco cuando el ascensor abre sus puertas para dejarnos en mi piso.
Y pocos segundos después, deseo que se hubiera quedado y nunca hubieramos podido salir cuando veo a Travis salir por la puerta de su apartamento para tirar la basura.
Se queda mirandonos detenidamente, y ojalá pudiera pegarle un puñetazo después de su comentario. Vaya, hoy estoy un tanto agresiva.
-No me lo puede creer Williams. ¿Mi futura mujer engañandome con otro tío? -suelta.
Me doy una palmada en la frente.
-¿Cómo que futura mujer? -me reclama Mason con el ceño fruncido.
-¡Oh, perfecto, ni siquiera le has dicho que estabas comprometida! -exclama Travis, conteniendo la risa.
-¿Te vas a casar y no pensabas decirme? -dice Mason.
-¡Que no me voy a casar con nadie! -exclamo.
-Menuda mujer. Ahora me niegas -dice Travis negando con la cabeza.
-Vete a dormir -le digo, y doy la espalda a los dos chicos para abrir la puerta de mi casa y entrar.
Pali sigue sin dar señales de vida, y yo me tiro en el sofá despreocupadamente, hasta que oigo como Mason cierra la puerta y viene a acompañarme.
-¿Te vas a casar? -pregunta nada más sentarse a mi lado.
-¡Claro que no! ¡Solo tengo veinte años! -exclamo, sorprendida de que se haya podido creer las tonterías del raro de mi vecino.
-Menos mal, dos bodas era lo que me faltaba... -dice en un susurro muy bajo, pretendiendo que yo no escuche lo que dice, algo que no logra conseguir.
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Cuando El Otoño Llega
Teen FictionDespués de una amarga y dolorosa ruptura con el que fue su amor de verano, Maddy se ve obligada a continuar con su vida. Pero ahora toca la peor parte, afrontar que los cálidos rayos del sol y las tardes en la playa han sido sustituidos por el vient...