Vuelvo a poner los ojos en blanco y niego con la cabeza.

—Ahora en serio, ¿desde cuando sabes usar la cocina? Pensaba que comprabas la comida o el desayuno ya hecho en el supermercado. Nunca me podria imaginar que sabrías cocinar o manejar algúna sartén.

—Un chico independiente tiene que aprender a hacer varias cosas. Aunque me puedo permitir el lujo de contratar a un cocinero o cocinera, pero prefiero hacerlo yo.

Sonrio y asiento con la cabeza.
Veo bien eso por su parte. Otra cosa que tampoco me esperaba viniendo de él, y no miento cuando digo que eso me sorprende.

—¿Quieres uno?
–pregunta son mirarme.

Alzo los hombros y los dejo caer.
Él sonríe y toma un pancake del plato, y me lo entrega.
Murmuro un gracias y tomo el pancake de su mano. Justamente en ese momento nuestros dedos se rozan y un leve escalofrío se pasea por todo mi cuerpo.
Rio incómoda y aparto mi mano de la suya inmediatamente, y llevo el pancake hacia mi boca.

Y vaya que le salen buenos los pancakes. Están sumamente deliciosos.
Me limpio los pulgares con la boca y Traian sonríe tenso.

—¿Que tal estaba?
–dice mientras le da la vuelta al pancake.

—Increíbles, enhorabuena. No me esperaba que te salieran tan bien.

Traian esboza una pequeña sonrisa ladeada de labios apretados.

—Puedes tomar otro si quieres. Los he hecho para los dos, ya sabes.

Traian deja el último pancake en el plato y se sienta en un taburete frente a mi.
Toma la cafetera y me pregunta si quiero café, pero niego con la cabeza.
No tengo nada en contra del café, simplemente no me gusta desde aquella vez que lo confundí con un batido de chocolate cuando era niña.

Se sirve café en una taza y saca de la nevera zumo de naranja. Me sonríe y me sirve un vaso.

—Esto si te gusta, ¿cierto?
–dice alzando ambas cejas.

Asiento con la cabeza y me llevo el vaso de zumo de naranja hacia mi boca para dar el primer sorbo.

La mirada de Traian no se aparta de encima mío. Y comienzo a ponerme algo nerviosa, no me gusta que me estén mirando tan fijamente cuando como.

—¿Pasa algo?
–digo en una pequeña risa-.

Él simplemente sonríe y niega con la cabeza.

—Solo admiraba tu belleza.

Vaya, un comentario bonito y para nada sucio ni pervertido como los que suele hacer a cada segundo del día. Puedo decir que me ha sorprendido esta vez.

Desvío la mirada de sus ojos y me centro en el último bocado del pancake.
Me acabo el vaso de zumo y me levanto del taburete y dejo este en el fregadero.

Traian se levanta del taburete imitando mi movimiento con la taza de café en sus manos y las deja en el fregadero, donde se encuentran otros varios cacharros.
Tomo la esponja y jabón para los platos, y comienzo a lavarlos.
Su mano se apoya en mi cintura para tomar un plato sucio y esa corriente de nuevo pasea por mi cuerpo.
Me arrebata la esponja de mis manos y comienza a lavar un plato y un par de vasos.
Los tomo y los limpio con el agua dejándolos secar encima de la encimera de mármol.
Al acabar con los platos sucios y al ver a traian despistado, tomo un poco de espuma que ha caido sobre la encimera y se la restriego en el rostro, y salgo corriendo hacia el salón.

Traian se aparta la espuma de su nariz y boca y me mira con una sonrisa malévola en el rostro.
Estruja la esponja entre su mano y al sacar suficiente comienza a correr hacia mi.
Pero por suerte una mesa nos separa.

Salgo corriendo hacia las escaleras pero antes de que pueda subirlas y escapar su brazo rodea mi cintura tomándome y estampa su mano contra mi rostro y pelo llenándome de espuma y agua.
Me la aparto de mi rostro e intento escapar de su agarre y al conseguirlo, por mi torpeza natural, resbalo y aprieto los ojos esperando notar el duro suelo contra mi cuerpo.
Pero ese momento nunca llega.
Abro los ojos lentamente encontrándome con el rostro de Traian a solo centímetros del mío, con su respiración chocando contra la mía.
Nuestras miradas chocan pero ambas se pierden en los labios de cada uno.

¿Que me está pasando?

¡No debes que te bese, idiota!
¡Es un maldito asesino, psicópata, acosador y de todo!

A pesar de este momento de enamorados adolescentes, no quita que sea lo que es y que todavía no me fío de él. Aunque le confesé lo de Igor, no me fío de él.









HOLA!!  espero que estéis disfrutando la historia mucho!

¡Nos leemos en el próximo con más y mejor!

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