La Hija De Offenderman. 《Slenderman...》En Edición.

Cap 22

No leer si se es inocente.

Capítulo 22: Uno.

@ xoxo_017 ...dedicado a ti

Shana povs...

Oía a lo lejos como alguien maldecía pero no se quien. La verdad no estoy segura donde estoy pero la cama es tan cómoda. Realmente no quiero abrir los ojos pero esa maldita voz no se calla.

- Mmm, ¿Podrías callarte? Trato de dormir - me queje cuando recordé donde y con quien estaba.

- Ahora no es momento de dormir sabes - dijo Slender y yo abrí sólo uno de mis ojos para ver que hacía.

- ¿Ocurre algo? - pregunté y el gruñó y maldijo a lo alto.

- Ese maldito de Zalgo... - dijo pero no se a que se refiere...- Nos encerró - dijo y eso bastó para que despertara por completo.

- No creo que sea tan serio y en todo caso...

- La teletransportacion no funciona... - me corto matando la idea.

- ¿Y que hay de romper la puerta? - pregunté y el negó

- Encanto el cuarto. No hay forma que salgamos de aquí - dijo y yo suspire.

- Pensare mejor después de lavarme los dientes - dije y el solo siguió tratando de abrir la puerta... me pregunto porque nos habrá encerrado Zalgo.

Y la respuesta a mi pregunta no dicha llegó literalmente con un balde de agua fría. Una nota y agua helada fueron la respuesta.

- Buena suerte - decía en el espejo pero escrito por el vapor. En la toallera no habían toallas, no estaba mi ropa... ¡Ni siquiera la sucia! Y el agua estaba helada... rápidamente me lave los dientes y salí... mi playera de tirantes negra se me pegaba al cuerpo y el short blanco practicante se había fusionado con mi piel.

- J-juro que m-matare a Zalgo c-cuando volvamos... - dije tartamudeando por el frío. Y por si no fuera suficiente afuera nevaba.

Amo la nieve y el frío pero moriré de hipotermia si no me cubro. Tenia los ojos cerrados pero cuando los abrí vi a Slender mirarme fijamente como si estuviese dibujandome en su mente...

- Estas mojada - artículo cuando camine a la cómoda.

- ¡No me digas! - dije sarcásticamente y al abrir el cajón juré que mataría a Zalgo.

Nada... ni una sola prenda había en la maldita cómoda y por si fuese poco estábamos encerrados.

- Si Zalgo lo hizo... lo he perdonado - dijo e iba a gritarle que estaba loco pero cuando me voltee el me pego a su cuerpo y me abrazo. Lo admito, tenerlo cerca hacia que el frío se fuera al mismo infierno.

- Deberías secarte - susurro pero yo negué.

- No hay toallas ni ropa - dije y el río. Movió su cabeza al lugar donde ahora estaba su marca y soplo. Mis piernas flaquearon y mi estomago se estrujo...

- ¿Quien necesita toallas? - pregunto y beso esa parte...

- N-no hagas eso - susurre con dificultad. El, sin embargo esta vez beso y absorvio y en reacción yo solo suspire y recosté mi frente en su hombro.

- ¿Hacer que? - pregunto el muy...

- Eso... - dije cuando volvió a besar y chupar esa zona que se a vuelto mi debilidad.