C. 12

6.9K 420 116
                                    


Capítulo 12: Señorita Shana, esto es un secuestro.

Narra Shana

Auch, mierda.... duele.... ¿Donde estoy? Estoy acostada, creo. Estoy en algo suave y algo me sostiene firmemente.

- Mmm - murmure pesadamente al tratar de levantarme. Me duele todo. ¿Que es lo que está pasando? ¿Donde estoy? - Mierda - susurre al recordarlo que paso ayer.

Zalgo en la casa, Zalgo en forma humana, Zalgo discutiendo con Red, Red quitándome la marca, la marca ardiendo. Yo caí desmayada.

¿Pero que fue lo que paso? ¿Donde estoy? Y lo más importante ¿Cómo llegue aquí? Donde quiera que sea aquí. ¿Y porque carajo no puedo moverme?

- ¿Podrías, por favor quedarte quieta? - oí una voz justo a mi lado. Y ¡Puff! La realidad llegó a mi como un balón. Ese algo que me sujetaba no era un algo sino un alguien. Y ese alguien tenía su cabeza en mi cuello. Su respiración me causaba escalofríos. - Shana, soy yo ¿vale? Todo esta bien - susurro. Slenderman.

- Quítate - dije pero el solo suspiro haciendo cosquillas en mi cuello. - hablo en serio - Dije y el solo se acomodo mejor.

- Shana, ¿Tienes idea de la hora que es? - pregunto y yo chasquee la lengua.


-No te da derecho a estar conmigo en mi cama. - dije y el río por lo bajo.

- De hecho Shana, esta es mi cama, no la tuya - dijo y el shock me invadió. - No he hecho nada, solo evite que cayera por las escaleras ahora duerme, son a las 1:40 de la madrugada - se quejo con voz rasposa.

- Por lo menos Suéltame - exigí y el solo me junto más a el.

- Ni lo sueñes. 


Solo relájate, con todo el dolor que siento ni tengo fuerzas para pelear con el, solo duerme, ya en la mañana todo será más... lógico.

***

Un soplido, otro soplido... ¡¿Que mierda es eso que me esta soplando en el cuello?! Ah, si...

- Slender... deja eso... - susurre adormilada y el río. Todo ser que interrumpa mi sueño merece la muerte. 

- Buenos días. - dijo el, parecía muy contento. MUY.

- Quítate - volví a murmurar y me voltee para quedar de costado. Mala idea. Posó su barbilla en mi hombro. Podría jurar que esta sonriendo. - ¿Te han dicho lo irritantemente irritante que eres? - pregunté y el solo volvió a soplar. - deja eso... - dije y el solo me abrazo más a el. Suspire. - A palabras tontas, oídos sordos - dije y el río.

- Touché.

- Creo que comienzo a odiar esa palabra - dije más para mi que para el. - Au, au, au, au... - dije al sentir mi piel quemarse.

- Otra vez tienes fiebre. - dijo el poniendo su mano en mi frente. Sentía mi cara arder, y no por la fiebre precisamente- ya vuelvo - dijo y se levantó de un salto. Solo tenia puesto un pantalón de chándal y nada mas. Suspire aliviada de tener mi espacio cuando lo vi entrar en una puerta.

Al parecer estábamos en una cabaña, pero no igual a la casa, esta se veía más tranquila y acogedora, de por si todo ya estaba limpio, estaba en una habitación con una cama, por lo que pude ver, una cómoda, un espejo sobre la ultima, una ventana con cortinas negras que no dejaban entrar luz y nada mas. Cubrí mis ojos con mi brazo, maldita sea, vaya que dolía.

La Hija De Offenderman. 《Slenderman...》En Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora