Capítulo # 12 [¡Vendo churros!]

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-Mi tío trabaja de vendedor en los conciertos... Ya saben las personas que venden hot dog, churros y palomitas...

-Espera, espera. -Fancy lo interrumpió. -Te refieras a los que gritan: "Vendo churros... Compren, compren, los mejores que han probado" -Caminaba de un lugar a otro, imitando a un vendedor.

No pudimos evitar reír ante la actuación ridícula de Fancy.

-Sí, eso. -Afirmó Caramel, evitando reír.

-¡Nunca! -Negó con la cabeza. -No voy a hacerme pasar por un vendedor de churros... No haré el ridículo... Sin ofender a tu tío.

Caramel se encogió de brazos.

-Es muy buena idea. -Dije. -Pero cómo...

-De eso no te preocupes. -Me interrumpió Caramel. -Por suerte mi tío vive cerca de aquí. Él nos puede prestar sus productos y los pases que utilizan los vendedores para poder entrar a los conciertos para realizar su trabajo.

-Pero yo no quiero ser un vendedor. -Bufo Fancy con tono de desagrado.

-¿Tienes otro plan, señorito? -Le pregunté al irritado de Fancy.

-Pues...

-Me lo imaginaba. -Dije negando con la cabeza. -No tenemos otra opción... Es estar en nuestras casas llorando peor que nenas, o estar en el concierto haciéndonos pasar por vendedores.

-¡Oye! -Exclamó Soarin. -Eso de llorar como nenas no es lo mío.

-Lo dice el que lloró toda la noche después de descubrir que Rainbow Dash tiene novio. -Dije refiriéndome a él... Soarin mi miraba con odio.

-¿Todo están de acuerdo? -Preguntó Caramel.

Todos asentimos, a excepción de Fancy.

-¿Fancy? Decide rápido. -Big le dijo.

Dio un suspiro de rendición. -Ok, esta bien. Acepto, pero esta es la primera y última vez que hago esto... ¡Ah! Y para la próxima, ni se les ocurra confiarle los boletos a Cheese. Todo esto infierno es culpa de él.

-Ni de broma lo haremos. -Dijo Soarin.

-¡superenlo! -Exclamó.

-¡NO! -Le gritamos en unísono.

-Malos ;-;

Enseguida los chicos y yo nos dirigimos a la casa del tío de Caramel, y como dijo, la casa estaba muy cerca del concierto... El tío era una persona tan amable y generosa que sin preguntar ni nada nos prestó unas gorras, delantales, los pases y lo más importante de todo, el producto que era una caja repleta de churros. Obviamente tenemos que darle el dinero de lo que vamos a vender... Vaya, eso fue más fácil de lo que creí. Al menos hasta ahora.

Regresamos al concierto ya con las gorras y delantales puestos, nos pusimos en un fila donde había varios vendedores. Mostramos el pase al guardia que estaba en la entrada. No pude negar que estaba muy nervioso de ser descubierto que éramos vendedores falsos, ¿Quién no?, teniendo enfrente tuyo a un hombre que dobla tu altura y mostrándote un rostro de mil demonios y una pizca de psicópata asesino. Eso sí da miedo... Y eso que no soy ningún cobarde, bueno, un poquito :v.

Después de una situación de mucho suspenso, al fin logramos entrar al concierto.

-Que horrendo me veo. -Chillo Fancy viendo su delantal puesto.

Todos lo ignoramos, algo que lo enojo mucho... Odia ser ignorado... Pendejo narcisista.

-Ahora si, a vender se ha dicho. -Dijo Caramel. -Recuerden. Debemos vender todos los churros, no se distraigan fácilmente.

-Aquí será nuestro punto de reencuentro. -Informé.

Todos nos separamos por distintos lados.

Las gradas estaban repletas , aún no empezaba el concierto pero la gente ya están hambrienta... Pues en los primeros minutos ya había tenido suerte en las ventas.

-¡Vendo churros! ¡Vendo churros! -Gritaba mientras caminaba por las gradas.

-¡Oe tú! -Escuché una voz. Yo gire hacia la persona que me llamó.

-¿Yo?

-Si, tú, el del cabello de puercoespin. -Me dijo el chico en tono burlón.

¿Puercoespin? Y este idiota que se ha creído para llamarme asi.

Me acerque a él fingiendo cortesía pero en mi interior tenía ganas de darle su merecido.

-¿Cuántos quiere? -Le pregunté.

-Na, no quiero nada, solo te llame para joder y decir lo ridículo que te ves con ese delantal
-Me dijo cínicamente y luego se hecho a reir.

-¡Vete a la mierda y pudrete! -Le grité y me di media vuelta. No estaba de humor para pelear con idiotas como aquel y además estoy en el concierto de mi Twilight, no quiero producir problemas en su día.

Después de dejar al tipo confundido seguí con la venta de churros.

Narra Fancy.

Nunca creí llegar a vender churros en un concierto. Osea, soy un estilista profesional y muy reconocido. Para mí, esto no es para un chico como yo. Pero todo esto lo hago para ver a mi queridisima Rarity.

-¡Vendo churros! -Gritaba un poco avergonzado.

Me di cuenta que ya había pasado más de la media hora. Osea, ya era tiempo de que empiece el concierto... La gente ya se estaba empezando a molestar por la espera.

A lo lejos veo a Flash que le grita a un chico y luego se aleja de él, dejándolo anonadado. Caminé hacia donde estaba mi amigo.

-Flash, ¿Que sucedió? -Le pregunté ya estando a su lado.

-Mande a la mierda a ese pendejo que me acabo de llamar puercoespin y ridículo. -Me respondió muy enojado.

-Yo tambien habría hecho lo mismo. Aunque lo ridículo, si estoy de acuerdo. Osea, si nos vemos ridículos con este delantal, gorra y caja de churros. -Me queje.

-Recuerda que lo estamos haciendo por ver a nuestras ídolas.

-Lo sé... ¿Has tenido suerte con la venta? -Le pregunté viendo su caja.

-Si, algo. -Me respondió. -Ahora que me doy cuenta. El concierto está demorando, ¿Cierto?

-Si, esta demorando. -Asenti. -Será que habrá sucedido algo.

-Es posible... Que tal si averiguamos algo. -Me dijo. -Twilight me conoce, bien puedo acercarme dónde tal vez están las Rainbooms.

-¿Te refieres a estar frente a ellas? -Pregunté sorprendido.

-Sí, estoy muy ansioso que empiece el concierto, y esta demora da señal de que algo está sucediendo... ¿Vamos?

-Pues claro. Aunque esto me esta poniendo muy nervioso.

-Igual yo... Solo espero encontrarla.

-¿Y los churros? -Pregunté mostrando la caja.

-Na, eso dejalo para después. -Me respondió desinterésado.

Los dos nos alejamos de las gradas, mucha gente nos llamaban para comprar churros, pero al diablo con eso, lo único que me mantiene concentrado es la posibilidad de conocer a mi Rarity... Caminamos hacia donde no había gente, se podría decir cerca de la gran tarima dónde las chicas se van a presentar... Nos detuvimos frente a una larga cinta que nos obstruia el paso, eran como las que usan los policías luego de haber un accidente y asesinato. Al final de ésta había un guardia parado con un semblante bien serio y amargado, parecía que a este tipo le aprestaba la vida.

-¡Oh no! -Exclama Flash.

-¿Que sucede? -Pregunté preocupado.

-Es que ese guardia es el cabron que me hizo problema el día de la convención. -Me respondió muy serio. -No sé si podré ver a Twilight con ese maldito en mi camino.

-Ni yo a Rarity.

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