placer

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día 87

Abrí mis ojos delicadamente y sin ganas de siquiera moverme. Sentí mi piel cómodamente deslizada por las suaves y gruesas frazadas blancas y rojas.

Intente moverme levemente pero algo me lo impidió. Baje la mirada y vi un musculoso brazo sostenerme por detrás. Di vuelta débilmente mi cabeza y me encontré con un dormido y revuelto cuerpo de Jace tras mio.

Esta escena era tan jodidamente conocida.

Entonces recuerdos de la noche anterior vinieron a mi mente y mis mejillas se tiñeron automáticamente de rojo. Sentí nuevamente su cuerpo arriba del mio, sentí mi cuerpo doblarse del dolor y sus labios sobre mi piel diciendo que todo estaría bien.

Aun sentía mi pelo húmedos enredarse en mi rostro, y mis uñas clavarse a la colcha.

Y luego un pensamiento azoto mi conciencia. Levante rápidamente la colcha, genial, estaba en ropa interior. Doble la mirada y comprobé que Jace también. Suspire aliviada.

Sentí su abdomen contraerse y luego su cuerpo comenzar a moverse minimamente. Su brazo se movió sobre mi piel y me apretó un poco mas a su cuerpo. Di vuelta mi rostro brevemente para mirarlo a la cara, de la cual, sus ojos comenzaban a despegarse y al abrirse una sonrisa se formo en sus labios.

-hola, cariño-dijo con voz ronca, la cual me hizo sonreír levemente.

-hola-dije con algo de inseguridad y miedo al no saber que tono usar. Movió su cuerpo un poco mas y rompió el agarre de su brazo llevándoselo al cabello y revolverlo un poco quitándose algunos pelos del rostro.

-¿como te la has pasado ayer?-pregunto burlonamente levantando una ceja. Sentí mis mejillas arder y baje la mirada rápidamente. Sentí su estomago moverse debido a la risa y su mano cogió mi mentón levantándolo hasta que mi mirada quedo dirigida a la suya.

-porque yo me la he pasado de la hostia-me susurro en mi cuello. Baje nuevamente mi mirada aun con pudor. ¿que esperaba que le dijera? "oh si Jace, fue fantástico. Gracias por ser un maldito pedofilo extremista".

-ah que esta vez no te escaparas, eh tía-me dijo burlón al oído.

Y mi mente se despertó cuando mi mente dijo esa frase. Era verdad. Había tenido sexo con un hombre de 25 años.

Y no solo eso. Era un criminal narcotraficante, que anteriormente había abusado de mi, y le di todo el derecho para que lo haga nuevamente estando secuestrada por el.

-Jace...-dije levemente el volvió su mirada hacia mi-eres un pedofilo-sentencie sin expresión, lo que hizo que estallara en una gran carcajada que inundara toda la habitación, yo lo mire con mala cara.

-hay nena-negó con la cabeza y paso sus brazos hasta acercarme mas a el-no tienes una idea de todas las cosas que soy-dijo y dirigió su rostro hacia mi cuello, escondiéndome entre mis cabellos despeinados y alborotados.

-espera-dije de repente por lo bajo, el me miro levantando una ceja-¿has usado protección, cierto?-dije automáticamente. El me miro por unos segundos y su rostro palideció al igual que su sonrisa desapareció. Ay demonios.

Abrí mis ojos como platos y mi boca callo renegada. Lo mire unos segundos intentando asesinarlo con la mirada. Luego el formo una sonrisa burlona en su rostro y se comenzó a reír. A reírse de mi.

-claro que he usado-me revolvió el cabello como a una niña pequeña.

-¡llegas a hacerme algo así otra vez y te mato Brown!-le dije gritando mientras el reía cada vez mas-¡deja de reírte!-me ignoro completamente-¡Jace!-dije sonriendo mientras el me miraba divertido. Demonios, que no se me pegue la risa, que no se me pegue la risa, que no...-te detesto-le dije mientras suspiraba en risa levemente. El sonrió de lado y me atrajo hasta su cuerpo, usando como almohada su bien tonificado abdomen.

-repitetelo las veces que quieras niña. Quizá algún día puedas llegar a creértelo-me dijo con suficiencia. Momentos así me daban ganas de apuntar su arma a su cabeza. Pero podía contenerme de cosas así.

-nos soy una niña-me queje. Y joder, que tan infantil que había sonado esa queja de colegiala.

-tienes 15 años. No me jodas-dije negando con la cabeza.

-¡eso debiste pensarlo antes de...-mi discurso callo. No iba a completar la maldita frase. El corrió su mirada hacia mi y levanto una ceja burlón.

-¿antes de que preciosa?-me dijo con gracia.

-da igual-me queje para mi misma-en ese caso. Tu tienes 25. Eres un anciano-el dirigió su mirada rápidamente hacia mi y frunció el ceño.

-¿como me has llamado?-pregunto lentamente.

-an cia no-dije en silabas. el levanto su ceja.

-eso realmente me duele-se quejo y yo reí ante su expresión.

-eso esperaba-le sonreí y el negó con la cabeza.

-cierra la maldita boca y besame-gruño apretando mis labios contra los suyos. Luego de unos segundos se despego de mi. Negó con la cabeza y se sentó en la cama. Levemente me dio la espalda y comenzó a colocarse la camiseta.
Mis ojos se asentaron repentinamente en su espalda. Su triangular y tan sensual espalda, ahora llena de lineas rojas profundas y marcas de uñas completas de sangre.
Joder, le había hecho mierda. Parecía que cinco gatos con las garras mas largas del mundo habían estado fornicando en su espalda.

Me acerque a el y levante mi dedo. Lo pase delicadamente en sus lastimaduras sintiéndome fatal. El se quedo estático y luego su espalda se contrajo con cada rose de mi piel hacia esta. Le dolía, lo sabia. Y había sido mi culpa.
Me arrodille tras de el en la cama y le abrace delicadamente a los hombros por detrás.
El se sorprendió por unos segundos y luego volteo su cabeza hacia la mía.
-lo siento-le repetía en susurros al oído. El frunció el ceño.
-¿que lo sientes?-dijo confuso.
-te he lastimado-baje la mirada. El me observo por unos segundos y después rió por lo bajo.
-bebe, no tienes que disculparte-me dijo besando brevemente mi mejilla-quien tendría que disculparse seria yo. Ya que te he lastimado aun peor-dijo levantando una ceja levemente.

Y... ¿saben que era lo peor de todo según mi mente? Lo peor de todo era que lo que había sucedido, era que habíamos tenido sexo. Nunca pensé tener sexo con un hombre. Porque hay una diferencia, entre hacer el amor, y tener sexo. Y lo que había pasado era una escena de sexo. Y a mi no me gustaba pensarlo así.

Se hace el amor cuando las personas están enamoradas entre si. Y se tiene sexo cuando es solo para divertirse.

Yo nunca me creí una puta como para tener sexo con un hombre. nunca lo seria y ese era el problema, cuando mi mente se dio cuenta de ello.

Era que yo no había tenido sexo con ningún hombre, no aun.

Porque....

¿me estaba enamorando de Jace Brown?



Stockholm syndromeOù les histoires vivent. Découvrez maintenant