frio

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día 64

La noche estaba cayendo, y me daba cuenta de ello por que la luz proveniente de la persiana semi cerrada se veía cada vez mas extinta, no porque pudiera ver la real luz del sol fuera. Y dudaba que algún día pudiera verla luego de la estupidez que hice como tratar de escaparme. Joder, ahora si la había cagado.

Cuando me desperté Jace no estaba dentro de la sala. Así que empece a recorrerla con los ojos, era una sala típica de doctores, solo que tenia todos los medicamentos y hasta comida allí. Pero decidí no tocar nada.

A la mitad de mi recorrido por la pequeña habitación la puerta se abrió dejando ver a Jace tras ella. Me deposito su mirada por unos breves segundos y luego busco distraídamente algo por un tiempo, mientras ninguno ejercía palabra alguna.

Luego de unos segundos se encamino hacia mi y me dijo que ya era hora de irse de esta sala. Así que me cargo en brazos silenciosamente, y nuevamente ese dolor infernal me recorrió, pero me mordí el labio en un intento desesperado de no gritar.

Llegamos hasta la habitación en la que ahora estábamos. Era una gran alcoba, con dos ventanas, cerradas, una gran y acobijante cama matrimonial, una mesilla de luz, baño unido, muchos muebles, una terraza con con puertas de vidrio cerradas. Prácticamente casi todo.

Lo que borro mi hipótesis de que el lugar en el que nos encontrábamos seria un hospital.

Me encontraba sentada a piernas estiradas en uno de los sillones que allí había. Suponía que este seria mi cama por lo que lleváramos en esta instancia. No es que me quejara, dormir en el piso de la escuela era mucho peor, pero aun así Jace seguramente dormiría en la cama.

No habíamos efectuado casi ninguna palabra entre nosotros en lo que íbamos del día. Este no era el Jace que hasta ahora conocía, no, claro que no. Era un Jace callado, frío, y que ni siquiera me mandaba miradas con alguna expresión.

Supongo que así sera mejor. No es que ame esta aburrimiento, pero es mejor que sea frió a que sea tan liberal que prefiera...abusar de mi.

La luz proveniente de la persiana se vio totalmente reducida a nada. Suspire cansada, ¿que seria de las demás chicas? ¿los padres de Gus habrían ya encontrado a su hija? ¿donde estaría Natalii? ¿habría podido escapar? odiaba no saber nada.

-Jace...-lo llame con un hilillo de voz temeroso. El levanto la vista y me miro por lo bajo-¿puedes decirme, do... donde estamos?-seguía hablando con un hilo de voz. el dejo de mirarme completamente y siguió con su interés en el mobil que sostenía en sus manos.

-es un cuartel que tengo en esta cuidad-me dijo seco. Mire hacia un costado. Se frialdad me dolía.

-y...¿en que cuidad específicamente?-intente sonar normal, pero mi voz salio en un susurro temeroso. El volvió a levantar los ojos mirándome por lo bajo.

- Forney, Idaho-dijo sin expresión. Mis ojos se abrieron rápidamente ¿Idaho? ¡¿Idaho?! ¡¿que significaba que estamos en Idaho?! "que están en Idaho estúpida, eso significa" dijo mi mente. Claro, que ayuda.

¿por cuanto había estado inconsciente para que viajemos desde Linconchire, Los Ángeles, mi cuidad, hasta Idaho? Joder.

-¿cuanto paso desde.... que nos fuimos de la escuela?-pregunte yo. No iba a decir "desde que intente fallidamente escaparme de ustedes" era mejor irse de la escuela.

-3 días-dijo el. Joder. Aquí el tiempo era una de las tantas cosas incontrolables.

-¿que, que paso con Natalii?-susurre entre cortadamente con miedo a la respuesta. el me miro por unos segundos y luego contesto.

Stockholm syndromeWhere stories live. Discover now