Stockholm syndrome

largo dia

día 12

-tengo hambree-me susurró casi gritando Gus.

-yo también- le contestó Clara. Y yo me quede callada. Me sentí mal por ellas.

Eran al rededor de las 3 p.m. y se nos habían acabado completamente las provisiones.

-cambiaría mi virginidad por que me den un trozo de torta-susurro clara. Me reí ante su comentario.

-Clara. Ellos te la quitarían cuando quisieran sin necesidad de darte de comer-dije.

-ooh-dijo pensando-tienes razón.

Sentí en la puerta nueva del aula unos tres toques y el vigía le abrió. Jace. de nuevo.

Entró rápidamente junto a otros cinco tipos y nos miro.

-escuchen- ordenó y acto seguido el salón se sumió en un completo silencio- hoy parece ser su día de suerte-dijo sonriendo casi burlonamente-hemos traído comida- y de repente vi como todos mis compañeros se irguieron y prestaron más atención-tendrán uno cada uno. Deberían agradecerles a Carolina Young Que ha logrado convencerme- me miro burlonamente.

La mirada de todos y cada uno de mis compañeros se fijó en mi con caras asombrada y sin expresión.

Ahora lo odiaba más antes.

Los otros 5 comenzaron a entregar lo que parecían una bandejas. Estas tenían 2 sándwiches y un manzana. Nos dieron una lata pequeña de coca cola a cada uno. Wow, Jace se la había jugado esta vez.

Todos terminamos comer. Había dos hombres en el salón, y Jace.

-¿por que gracias a ti nos dan comida? -me pregunto de repente de un chico tras mío- ¿que has hecho Carolina? -me pregunto susurrando.

-yo...yo. .-no sabía que decirle, y mis palabras no ayudaban-no lo se-me encogí de hombros falsamente.

-pues parece que el si que lo sabe-apunto con la barbilla a Jace.

-Ignacio...yo...-me interrumpieron.

-cállense-ordenó Jace. El chico que luego un largo suspiro y miro hacia abajo.

-¿y que si no?-dijo sin mirarme. Jace se levantó su cabeza y lo miro al igual que yo rápidamente corrí mi mirada hacia el.

-¿que has dicho?-pregunto Jace amenazadoramente.

-que no lo haré- mi compañero se paro y dos de los hombres tomaron sus armas precautoriamente- vives amenazándonos pero no vi que muevas ni un dedo, idiota- le dijo. Jace alzó una ceja y sonrió.

-tienes carácter chico- dijo señalándolo con el arma- ¿como te llamas? -Le dijo sin tono amigable.

-Ignacio-dijo el sin mirarle.

-pero, ¿adivina que Ignacio?-hizo una pausa-no me gusta la gente con carácter- dijo secamente.

Y luego de eso todo pasaos rápido. Jace alzó el arma y con una puntería perfecta la bala callo desplomada en un lugar crucial del hombro de Ignacio. Su cuerpo callo para atrás obligándonos a Clara y a mi a corrernos a otro sitio instantáneamente. El piso se lleno de sangre y el moribundo Ignacio se retorcía dolorosamente. Su cuerpo callo a la par de nosotras, al estar a solo pasos de el, cayeron gotas manchándonos la cara que jodido asco.

Jace se acerco decidido y lentamente a el, abriéndose paso entre todos los alumnos, se arrodillo a su lado y le dijo.

-¿te parece ya que eh movido los dedos niño riquillio?- sonrió burlón. Ignacio se dejo de mover y la sangre tiño completamente el suelo.

Algunos de mis compañeros habían gritado eufóricos por el asesinado frente a nuestros ojos, las chicas lloraban desconsoladas. Pero yo no me podía ni mover, estaba paralizada. Acababa de ver una muerte frente a mi, y no fue tan placentera como me la imagine.

Luego de esa escena, Jace volteo la mirada hacia mi, al ver mi cara su mirada espacia ¿pena? se acerco lentamente hasta a mi y yo me quede paralizada cuando coloco una de sus manos en mi mejilla, corrió sus dedos, y termino por limpiarme la sangre de esta. y luego me susurro al oído.

-¿manchada niña bonita?-sonrió y luego de levanto volviendo a su lugar. Jace no se dejo llevar y continuo.

-es obvio que algo aquí esta fallando severamente-dijo volviendo a caminar al escritorio-se los advertí. A partir de hoy cada uno se quedara en un salón con un vijia a su cargo. Créanme que hasta ahora no fue tan malo, pero esto se puede llegar a convertir en el infierno mismo, gente. Así que no nos tienen-y dicho eso, salio del aula a paso rápido.

Aun seguían llorando y yo no decía nada. El cuerpo sin vida de Ignacio seguía echado como comida para perros en el piso. Todos nos habíamos acumulado en una esquina. Mire a mis costados. Clara y Gus cerraban fuertemente los ojos. "no es una pesadilla chicas, esto es real" quería decirles, pero me calle.

A mi otro costado había tres chicas llorando inconsolablemente del susto y dos chicos intentando consolarlas, pero aun con la cabeza gacha.

No podía creer lo que acababa de pasar. Creía que Jace era un tipo reprobable, pero no lo se, nunca creí que mataría a alguien frente nuestro. ¿Sera parte de los 20 que nombro? joder.

Mi padre era concejal, y mi madre abogada. Eso quiere decir. ... ¿quizá eso me pasaría a mi también?

Pasaron como dos horas y el tal Connor entro a la habitación seguido por cientos de tipos atrás.

-hagan su trabajo-les dijo y se coloco tras el escritorio.

Poco en poco cada uno de esos hombres se fue acercando a cada estudiante. Fue cogiendo uno. Les ataban las manos y se los llevaban por la puerta.

Escuche comentarios como <yo quiero esa o yo escojo esa> y eso me hizo entrar en pánico cuando vi lo que parecía un rubio dirigiéndose a mi.

Me tomo bruscamente de las manos, las encadeno y casi que me arrastro fuera del salón. yo no efectuaba palabra alguna salvo algunos quejidos. Llegamos al segundo piso y me empujo tras la puerta. Reconocí la habitación, la sala de tecnología.

-escucha. Esto sera fácil. Mi nombre es Yastin Brown. Hazme caso y nada pasara. ¿comprendes guarra?-ni siquiera le mire-eh- llamo casi gritando-te estoy hablando tía. ¿O eres sorda?-me dijo asiendo gestos al hablar y burlonamente.

-que si-dije susurrando.

-eh-me reprendió apuntándome con el arma a los lejos-Cuida tu tono cuando me estés hablando. Tengo todo el control sobre ti que yo quiera-dijo egocentricamente.

Agache la cabeza y no conteste nada mas. Putos terroristas o lo que quiera que sean, este tío hasta lo odiaba mas que a Jace, ¿es que para entrar a la mafia o en lo que sea que estén debía pasar un examen de idiotez? Pues parece que si. porque cada tío de aquí es mas idiota que el anterior.

-buena chica-escuche que dijo. y luego se reclino en su silla y me observaba-Ahora eres mía-escuche que susurro, cerré fuertemente los ojos intentando ignorarlo.

Dios, este seria un largo día.