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|| Capítulo especial de navidad ||

24 de diciembre de 2014, Los ángeles.

Última navidad de Melannie y Niall.  

—¿Tú mamá está bien con que no vayamos a pasar la navidad con ella este año?

Niall me mira mientras baja la taza de chocolate caliente de sus labios. Sonríe, tal como él sabe hacerlo y me hace una seña con la mano para que me siente a su lado en el sofá. Muerdo mis labios con una sonrisa y me acerco a él dejándome caer a su lado y cubriéndome con la manta frente a la chimenea.

—Está todo bien mi amor, ella pasará navidad con Greg y Denisse. Theo está feliz de tener a su abuela solo para ella.

—Vale, de todas maneras pasaremos el año nuevo con ellos.

Los brazos de Niall me rodean después de dejar su taza sobre la mesita de centro y yo no evito acomodarme en su costado poniendo mi cabeza entre el hueco de su cuello y su hombro. Suelto un suspiro totalmente relajada, no hay nada que ame más que estos momentos donde puedo estar así con mi novio.

Nos quedamos un buen rato sentados así, diciéndonos un par de silenciosas palabras en el oído del otro. Con besos robados ocasionales que nos sacan risitas como niños pequeños el uno al otro. Cuando es lo suficientemente tarde nos levantamos del sofá para irnos directamente hacia nuestra habitación, pero antes de subir las escaleras soy detenida por la mano de Niall en mi brazo. Me volteo y le veo llevar su mirada hacia el techo donde cuelga una rama de muérdago, me río sin poder evitarlo.

—¿De dónde ha salido eso?—Pregunto acercándome a Niall. Él ríe y toma mis manos entre las suyas.

—Puede que haya colocado muérdago en varios lugares de la casa, puede que no, quien sabe.

—Eres un pillín—Golpeo su nariz con uno de mis dedos y lo veo sonreír mientras arruga sus ojitos.

—¿No querrás romper una tradición navideña verdad?

—Claro que no. Eso sería realmente una pena.

Sin decir más me inclino y junto nuestros labios en un solo beso que deja al descubierto lo mucho que me gusta besarlo. Sus manos se enredan en mis caderas pero rápidamente bajan a mis muslos donde soy elevada hasta que mis piernas están en sus caderas. Me río entre sus labios y mucho más rápido de lo que pienso estamos yendo escaleras arriba hacia nuestra habitación. Cuando siento la calidez del colchón en mi espalda y los besos de Niall en mi cuello es cuando me doy cuenta de lo afortunada que soy.

—Feliz navidad para mí...

Susurro en la oscuridad de nuestra habitación con una sonrisa en los labios dejándome sentir completamente amada por el hombre de mis sueños.

+

Los ángeles, mismo día, diferente hora.

La música suena fuertemente a través de los parlantes del Club. Mi cabeza da un poco de vueltas pero aún estoy consciente de las cosas y eso no me gusta. Eso quiere decir que aún estoy sobrio y eso es precisamente lo que no quiero ni necesito. Necesito perderme en alcohol, necesito olvidarme de todo, sacar de mi mente el nombre de Melannie.