044 Maraton Navideño 3/3

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La linea se pone en silencio y alejo el móvil para poder ver que todavía está la llamada entrante, pero Kelsey no emite palabra alguna. Frunzo el ceño con preocupación y culpa, su silencio no siempre es bueno, al menos no cuando se trata de Jordyn.

—Si.—respira pesadamente, su tono también es de preocupación.—Comenzó ayer en la tarde.
—¿Pero porqué? Quiero decir, ella no necesita ir a ningún tipo de terapia.—casi es un gruñido de enojo.
—Su papá cree que es necesario ya que dejó de tomar las pastillas para poder dormir.—escupe.—Ese señor lo único que quiere es mantener a Jordyn dormida y lejos de su alcance. Odio a ese hombre.
—¿Porqué no me ha dicho nada de esto?.—le pregunto, mi ánimo cayó directo al infierno.
—Mira Justin, para Jordyn tener que ir a terapia es algo vergonzoso porque odia hacerlo, cree que no es necesario y no lo es. Tiene conflictos cuando de sus padres se trata y ellos han estado discutiendo demasiado, creo que van a separarse definitivamente.—me explica en medio de un suspiro.

Mi garganta se cierra y todo lo que puedo decirle es un corto "gracias Kels".

(...)

—¿No crees que estás exagerando?.—pregunta Alfredo, Maejor le lanza un golpe.—¡Oye!.
—Deja en paz a Justin, si él quiere ver a su chica lo hace ¿entiendes?.—le dice y Alfredo le muestra el dedo medio.

Había venido hasta el lugar donde Jordyn recibe sus terapias, llamé a su mamá más temprano y le pedí amablemente la dirección del centro al que mandan a mi chica para hacerle entender cosas que ya son entendidas. Quise gritarle a ella por no detener a su marido de hacerle esto a su única hija, es decir, si ella quisiera podría decirle que NO al señor Robert. Jordyn no se merece este tipo de traumas.

—Si ella no quiso decirle es por algo ¿no crees?.—Alfredo se queja.

Le lanzo una mirada herida, debería callarse y ya. No es necesario recordarme que Jordyn no confía en mi lo suficiente como para decirme que le han mandado a la puta terapia de nuevo.

Puedo escuchar las cámaras de las pirañas tomando fotos a lo lejos, no me molestan demasiado pero quizás a Jordyn si puesto que estamos fuera de un centro de psicología. Presiono la rosa teñida en los colores lavanda y rosa pálido que conseguí para ella, un detalle de vez en cuando no mata a nadie y sé cuanto le gustan las flores.

Unos cuantos minutos que se me hacen eternos pasan para que finalmente Jordyn se abra paso fuera del edificio, nerviosamente me acerco hasta ella y tiro de su codo. Se sobresalta y me insulta, hasta que levanta sus tristes ojos hacia los míos.

—¿Que haces aquí?.—jadea y su mirada se tiñe con pánico. Le estiro más cerca de mi y beso su frente, le extiendo la flor tímidamente.—Oh Justin, no tenias que hacer esto.
—Te amo.—susurro, sus ojos se ven tan tristes que tengo la necesidad de entrar en su cabeza y lanzar a la mierda su tristeza.—Te echaba de menos, así que aquí estoy.

Ella sonríe de lado, pero no responde a mi afirmación de amarla y mi animo cae un poco más que antes. Sus ojos viajan hasta la camioneta que parece estar esperando por ella, tenia la esperanza de poder llevarla a pasear por ahí.

—Mira, estoy siendo controlada y Kenny está ahí dentro.—señala la camioneta. —Pero, quiero que vayas en la noche a la playa ¿vas a poder?.
—Seguro mi amor.—asiento, nos damos un pequeño beso y ella corre hacia el coche para alejarse de mi.

De algún modo su tristeza me alcanza y casi puedo sentir su dolor. Pero según Maejor dijo, de eso se trata cuando te enamoras con el alma, puedes sentir exactamente lo mismo que tu pareja. Quiero romper la cara del padre de Jordyn ahora por meterla en esta situación tan horrible. Resignado y con la cabeza gacha camino hacia mis amigos para volver a casa y esperar la hora de juntarme con Jordyn en la playa.

Mark My Words. |j.b pov| Book #1Where stories live. Discover now