043 Maraton navideño 2/3

3.8K 211 53
                                    

Maratón 2/3.

Demasiadas personas a mi alrededor comenzaban a asfixiarme, yo solo quería llegar hasta mi coche y volver a casa, acurrucarme en el sofá con Jordyn y masajee mi cabello de la forma en que solo ella sabe hacerlo.

Suelto un jadeo, buscando aire, la gente me aprisiona y me hacen sentir muy pequeño, gritan cosas que no entiendo y lentamente mis oídos se cierran, bloqueando todo sonido a mi alrededor. Mis ojos se nublan y con los lentes oscuros se me hace aun más imposible ver con claridad, creí que la claustrofobia se me ha había quitado hace tiempo. Al parecer no.

Pronto lo único que veo es negro, totalmente negro. Y lo único que siento es mi cuerpo pesado, como si fuera una bolsa de supermercado cayendo libremente.

(...)

Mis ojos se sienten pesados, pero los abro mirando a mi alrededor para tratar de ubicarme. Reconozco la habitación de hospital, me remuevo en la cama y escucho un gemido suave.

Toqueteo un espacio junto a la cama y siento una mano pequeña, sigo con mis ojos empañados el camino de mi mano. Una cabeza llena de cabellos castaños me recibe, esa es Jordyn, una sonrisa pequeña se extiende en mis labios. Los siento resecos así que los relamo con lentitud y me muevo un poco llamando la atención de la chica dormida junto a mi.

—¿Justin?.—susurra entre sueños y levanta la cabeza para verme con sus adormilados ojos avellana.—Dios ya despertaste.
—Creo que si.—respondo, mi voz suena ronca y rasposa.—Quiero agua amor, ¿podrías traerme un poco?.

Ella asiente rápidamente y se levanta, la silla en la cual estaba sentada se ve horriblemente incomoda. Me pregunto que hora es, me duele la cabeza, gruño y me dejo caer sobre la almohada de nuevo.

La puerta es abierta y Jordyn viene acompañada de una enfermera, me sonríe con preocupación y me entrega el vaso. Trato de sentarme pero el martilleo en mi cabeza me lo impide.

—Dios ¿estas bien? ¿te duele algo?.—me pregunta.—¡Tú haz algo no te quedes allí parada como idiota!.—le gruñe y señala con el dedo.

La mujer se sobresalta y camina        rápidamente hasta mi brazo donde al parecer está la vía intravenosa donde me están metiendo medicamentos y clava una aguja en ella mandando algún analgésico. Suspiro y le agradezco como puedo.

Vuelve a salir del cuarto y me deja con Jordyn, le miro de reojo y puedo ver su ceño fruncido con preocupación.

—Jordyn.—llamo con suavidad. Ella voltea un poco y relaja su expresión. —¿Que hora es?.
—Son las 04:52 am.—responde, se le escapa un bostezo rebelde y le sonrío débilmente.—Me diste un susto de muerte, no sabía que ya estabas volviendo... Y entonces Hugo me llamó diciendo que estabas ingresado, mi corazón estaba atrapado en mi garganta.—me dice sus ojos comienzan a mojarse.

—No llores, lo siento.—me disculpo torpemente.—No puedo recordar que fue lo que pasó.
—No te disculpes tonto.—me sonríe con suavidad, aunque sus labios tiemblan.—Según Hugo me dijo, estabas rodeado de gente y cámaras y todo eso, lo próximo era que estabas tendido en el suelo del aeropuerto.
—Vaya.—siseo sorprendido.—Creo que no podía respirar bien.
—Justin, me preocupé tanto como no te haces una idea y lo primero que hice fue despertar a mi mamá y hacer que me traiga aquí.—una sonrisa se ladea en sus labios y yo correspondo.

Pronto me siento muy cansado y suelto un bostezo pequeño y canturreo a la vez, me acomodo en la camilla y viendo los ojos de Jordyn, me decido a que es hora de decirle lo que realmente siento por ella.

Te amo.—murmuro y me pierdo su expresión porque caigo nuevamente en el sueño.

(...)

Mark My Words. |j.b pov| Book #1Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt