Ella levantó la vista y, extendiendo las extremidades, reunió ki con un grito haciendo que la roca estallara en pequeñas gravas debida la agresiva extensión del ki. Redice abrió los ojos concentrando sus neuronas con las ondas de ki, y al hallar una chispa en ambas fuerzas, la física y la mental, logró ejercer una conexión provocando un necesario aumento de energía.

–Sí...– susurró al sentir toda la energía que crecía en él, su ki ya había ascendido un gran porcentaje lo cual era suficiente para continuar una buena pelea –¡Acabaré contigo mocosa!

–¡No si yo lo hago primero!– se dirigió hacia él con un puño en frente, lo golpeó en el rostro pero Redice se resistió sosteniendo su muñeca hasta alejarla de él. Ella se echó para atrás para ganar distancia y juntó ambas manos al frente cruzándolas entre sí hasta que un destello comenzó a formarse en ellas.

–¡No te atreverías!– chilló el enemigo mostrándose más amenazador que asustado ante su exclamación –¡Destruirás todo lo que esté a su paso, incluyendo este estúpido planeta!– Koron abrió los ojos sin desaparecer su ceño fruncido, él tenía razón, si utilizaba aquel ataque con su máximo poder acabaría destruyendo la Tierra.

Entonces una traviesa idea cruzó por su mente poca razonable.

El hombre aprovechó su distracción para abalanzarse sobre ella hasta apresarla entre sus brazos, los cuales habían ganado musculatura con su crecimiento del ki, para así estrujarla contra su pecho de una manera voraz y sin misericordia. Reía dementemente al oír los aullidos de la joven al crujir sus costillas y sacarle el poco aliento que le quedaba, ahora sí estaba obteniendo ventaja y lo mejor de eso era que lo hacía con una técnica simple y repetitiva que podría acabar con ella... si no fuera una súper saiyajin.

El albino percibió un agudo dolor ir desde su entrepierna hasta todo su cuerpo, bajó la mirada y observó la punta del pie de Koron luego de estrellarse con todas sus fuerzas justo en sus partes sensibles, ella sonrió diabólicamente en medio de la sangre que caía por sus labios. Finalmente la soltó con lágrimas en los ojos mientras se echaba para atrás casi sin aire, Koron aprovechó para sujetarle de los hombros y propinarle un rodillazo en plena cara haciendo que su sufrimiento sea aún peor.

–¿¡Qué demonios te pasa!?– mencionó hundiendo su rostro entre sus brazos a la par que su cola se refregaba violentamente por los aires –¡Maldita tramposa!

–¡Eso no es ser tramposa!– gruñó estrellando uno de sus puños en el estómago de su contrincante –Es ser habilidosa...

Redice jadeó retrocediendo a la par que ella le aplicaba unos cuantos golpes que, a duras penas, él lograba bloquear. Aprovechó para golpearla cuando ella descuidó su defensa, sujetó su brazo derecho con su cola y estiró de él hasta dislocar su hombro hasta casi desgarrarlo, luego lo dobló al revés causando una horrenda fractura. Koron lanzó un aullido que quebró los otros sonidos naturales del lugar en cuestión de segundos, sintió que el hueso de su brazo roto empezaba a cortar sus músculos haciendo aún más doloroso moverlo.

El enemigo comenzó a golpearla obteniendo gran ventaja, cada vez que ésta intentaba contraatacar débilmente con las piernas él colocaba una pequeña barrera gracias a su fuerza mental. Todo parecía ser tan coordinado, uno débil e intentando bloquear las agresiones, y la otra lesionada pero atacando a pesar de su decadencia.

Ambos rivales iniciaron una lucha con ataques de energía, aunque estén con dificultades no dejaba de ser peligrosa para ellos y para todo lo que encontraba a su alrededor. Debido a la favorable rapidez de Redice, éste comenzó a lanzarle pequeñas esferas al azar impidiendo que la saiyajin logre moverse libremente. Ella se sintió encerrada en un corral de explosiones sin lugar donde ir ni ninguna estrategia que logre bloquear cada ataque.

¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें