Capítulo 28: Verdades.

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Aquella noticia lo sorprendió de pies a cabeza, estaba helado y sin escapatoria alguna. Intentó hacer o decir algo pero su cuerpo no respondía, podía sentir sus ojos doler por mantener su mirada fija en el infinito por mucho tiempo.

–No...– Reunió fuerzas para pronunciar aquella simple palabra, sujetó los hombros del joven y lo separó lentamente –Tú no debes existir– las palabras salieron solas y sin pensar, no tenía idea porque dijo eso ni tampoco porque comenzó a soltar unas lágrimas.

–Sé que es difícil para ti creerlo– musitó Goten haciendo que Trunks se siente un poco menos culpable de lo que había dicho –Han pasado demasiadas cosas...

Trunks sintió cómo la voz del chico se apagaba mientras intentaba retener sus lágrimas de nuevo. Esta vez fue Trunks quien lo abrazó, ocultó su rostro entre la caballera oscura del joven tratando de recordar una vez más parte de su pasado, pero no logró nada.

–Entonces...– susurró separándose de Goten de nuevo tratando de consolar su sollozo –¿Puedes decirme qué está sucediendo?– intentó sonreír un poco pero la seriedad del asunto no lo permitió completamente.

Goten observó a Bulma y luego a Oliver con algo de timidez, dirigió su vista de nuevo a Trunks y, suspirando, asintió finalmente.

El grupo se dirigió al salón principal y, colocándose cómodos en los asientos, iniciaron la conversación, o mejor dicho un relato.

–Bueno...– murmuró Goten observando el suelo con nerviosismo –Esto...

–Es mejor que yo empiece Goten– interrumpió Oliver al notar la actitud del joven –No te preocupes.

–Está... bien...– contestó.

–Sea quien sea quien lo cuente pero inicien de una vez– musitó Trunks ásperamente. Koron, de inmediato, se sentó al lado de él y lo sujetó del brazo para tranquilizarlo, algo que afortunadamente funcionó.

–Debemos confesarlo– inició, dio un corto suspiro y continuó –Estuvimos planeando este encuentro hace más de un año, no queríamos ocultarte la verdad por más tiempo.

–Goten te extrañaba mucho Trunks, debíamos unirlos de vuelta– agregó Bulma al compás que intercambiaba miradas con Oliver y Goten.

–Hay algo que no comprendo– expresó el híbrido frunciendo ligeramente el ceño –¿Cómo puede él extrañarme si nunca nos hemos visto en la vida? Bueno, yo sólo conocí al Goten del otro tiempo... Pero tú nunca me conociste a mí.

–En eso estás equivocado– contestó el pelinegro –Nosotros éramos amigos en nuestra infancia, pero no recuerdas.

–Intenta recordar algo de tu infancia– propuso el terrícola observándolo fijamente.

Trunks lo hizo, probó recordar parte de su infancia pero sólo recuperó fragmentos cuando veía a Gohan pelear contra los androides o cuando su madre lo consolaba cuando ocurría un ataque que lo preocupaba de niño.

–No recuerdas nada ¿verdad?– apuntó el castaño adivinando lo que ocurría en la mente del joven. Trunks asintió débil y sorprendido.

–Eso es porque los androides te atacaron aquella vez hace diez años– contestó su madre pausadamente –Aquella vez pensábamos que ibas a morir porque no despertabas pero lo hiciste, aunque perdiste la memoria– expresó esto último algo doliente.

–¿Perdí... la memoria?– observó detalladamente a Goten y luego a su madre buscando alguna respuesta rápida de parte de alguien.

–Fue cuando Goten, tú y yo tuvimos nuestro primer enfrentamiento a los androides junto a Gohan– contestó Oliver después de más de dos minutos de silencio –Los tres éramos amigos y entrenábamos con Gohan, éramos la salvación para el mundo según él.

¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora